Momentum suma 1.000 millones de euros en proyectos de apartamentos asequibles

Momentum Real Estate celebra este año sus 14 de vida, una trayectoria intensa, que arrancó con la crisis de 2008 y que en poco más de una década ha permitido a esta firma conocer prácticamente todas las caras del negocio. Fundada por Ignacio Pareja y Gabriel Fernández de Gamboa, su idea inicial fue gestionar préstamos fallidos, lo que se conoce en la jerga del sector como NPL, pero rápidamente giraron hacia la gestión de cooperativas.

Eran los momentos más duros de la crisis desatada tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando era imposible conseguir que ningún banco financiara la compra de suelo, lo que abrió una ventana de oportunidad a las cooperativas. En ese contexto, en el año 2009, en Momentum fueron capaces de promover en el barrio madrileño de Valdebebas un 25% por debajo del precio del módulo protegido y, apenas tres años después, ya empezaron a hacer cooperativas de viviendas de alto 'standing'.

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En 2013, cuando arrancó la recuperación, empezaron a trabajar con grandes fondos, lo que ha permitido a Momentum convertirse en lo que es ahora: una 'boutique' para inversores institucionales. Siempre de la mano de grandes socios financieros, la firma española ha ido girando desde la promoción residencial tradicional hacia el alquiler y los apartamentos de corta estancia, a precios asequibles y con servicios asociados, que ven como una gran oportunidad a futuro.

Hace ya cuatro años que Pareja y Fernández vieron, en mayo de 2018, que el ciclo estaba cambiando y levantaron el pie del residencial para girar hacia los servicios de apartamentos. "En el sector inmobiliario, en los tiempos malos, gana dinero quien sabe parar a tiempo y se adapta lo más rápido posible al mercado", asegura Pareja, consejero delegado de la firma.

Con este mantra, en Momentum se han centrado en promover soluciones habitacionales asequibles, tanto viviendas en régimen de cooperativa y pisos en alquiler (los famosos 'build to rent') como servicios de apartamentos sobre suelo terciario, figura que está surgiendo como alternativa al residencial tradicional y que se diferencia en que se trata de contratos a corto plazo, muy dirigidos a población flotante, y con una potente oferta de servicios que los aproxima más a una figura hotelera que residencial.

"Entre todos nuestros proyectos, gestionamos un volumen de 1.000 millones de euros en alojamientos asequibles", destaca Pareja. En régimen de cooperativa para la venta, Momentum está comercializando 68 viviendas en Villaviciosa de Odón (Madrid), 43 en Torremolinos (Málaga) y 88 en Cabanillas (Guadalajara). En promoción para alquiler ('build to rent') tienen el objetivo de llegar a 600 viviendas, gracias a los 340 hogares que están haciendo en Ciempozuelos y varios proyectos que están mirando en ubicaciones como Málaga.

Estos apartamentos son temporales, tienen un tope de dos habitaciones y una amplia gama de servicios valorada por estrellas, como en un hotel

Bajo la fórmula de apartamentos temporales, Momentum está promoviendo dos plataformas. La primera, y más avanzada, está formada por 2.500 apartamentos en Valdebebas (520 que prevé entregar en este primer semestre), Rivas (847) y un complejo de 1.133 apartamentos en San Sebastián de los Reyes, que será el mayor de Europa y que está previsto entregar en el primer semestre de 2023. "Está pensado para que el huésped tenga una vida social dentro del complejo. Además, destaca porque todo está muy digitalizado", explica Fernández de Gamboa.

Estos apartamentos podrán alquilarse a partir de 600 euros todo incluido (IVA y suministros) en el caso de los estudios, con una estancia media estimada de entre seis y 12 meses. "El límite legal está en que no puede ser vivienda permanente", explica Pareja, quien destaca que "son proyectos tremendamente aspiracionales y, al mismo tiempo, tremendamente asequibles".

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En su segunda plataforma, Momentum da el salto fuera de la Comunidad de Madrid y está desarrollando 404 apartamentos en Barcelona (Sant Cugat), 628 en Vizcaya (Barakaldo) y 1.795 en Madrid, repartidos en las localidades de Alcobendas (827) y Carabanchel (968). Estos proyectos están todavía en fase de obtención de licencia, pero en los dos últimos confían en poder arrancar las obras en dos meses.

Esta nueva fórmula tiene peculiaridades que la diferencian del residencial clásico, como el hecho de que haya un tope de dos habitaciones y una amplia gama de servicios que, como ocurre en los hoteles, permite definir la categoría del complejo por número de estrellas. Su propuesta viene a complementar la creciente demanda de soluciones habitacionales asequibles.

"El salario más común en España son 18.000 euros y no nos estamos preocupando en España de hacer viviendas adaptadas a estos salarios", se lamenta Pareja, quien también advierte del escudo protector que este segmento del mercado aporta a los promotores y a los inversores institucionales ante la amenaza de cambio de ciclo: "Si estás en alquiler asequible y viene un desastre absoluto en el mercado, estás más protegido", afirma.