La Fiscalía tiene por primera vez 'a tiro' al presidente de BBVA en el caso Villarejo

"Con el traje de que están colaborando desde el primer día tenemos un disfraz, y nos están engañando". El día 22 de junio de 2020 tuvo lugar uno de los interrogatorios más duros que ha habido en la pieza BBVA del caso Villarejo. El entrecomillado es del entonces fiscal, Ignacio Stampa, valorando la colaboración del banco presidido por Carlos Torres desde que arrancó la instrucción. Lo dijo en la declaración como perito del socio de PwC, Javier López Andreo, responsable del 'forensic' del banco.

Fue uno de los últimos interrogatorios de Stampa antes de ser apartado del cargo por una investigación interna ordenada por la fiscal general del Estado y que ahora está en tela de juicio. Tras ceder el timón del caso, la opinión de Stampa sobre BBVA se ha mantenido con los dos fiscales que llevan la causa: Miguel Serrano y Alejandro Cabaleiro.

El destino ha querido que estos dos trabajadores públicos tengan sobre la mesa una de las diligencias que barajaba Stampa antes de dejar el caso: la declaración del presidente de BBVA como testigo.

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Así lo pidió este lunes una de las principales acusaciones, la que congrega al expresidente de Sacyr Luis del Rivero, a su ex número dos Vicente Benedito y al exdirectivo de BBVA José Domingo de Ampuero. Su petición está basada en que podría aportar luz sobre la imputación que recae sobre su director de Comunicación ('dircom'), Paul G. Tobin, por un presunto delito contra la Administración de Justicia. Juez y fiscales sospechan que el banco ha manipulado y/o borrado información clave antes de compartirla con la Audiencia, lo que derivó en la imputación del 'dircom' como responsable del Google Drive que almacenaba la información.

Serán los fiscales los que tengan que decidir si procede esta diligencia y otra que solicitan Del Rivero, Ampuero y Benedito: que vuelva a declarar el 'exdircom' del banco Javier Ayuso, por las contradicciones con el exdirector de Seguridad Julio Corrochano.

Otras referencias a Torres

Más allá de este capítulo del Google Drive, la figura de Torres lleva tiempo cerca del caso Villarejo por distintos motivos. El principal, que sus correos y los de sus personas de confianza no fueran analizados en el 'forensic' de PwC. "¿El señor Carlos Torres es uno de los custodios cuyo evidencia digital obra en su poder?", preguntó a PwC el abogado de Del Rivero. "El señor Carlos Torres es un custodio que hemos adquirido, pero no hemos procesado ni hemos analizado", respondió el socio de la 'Big Four'.

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Del mismo modo, Stampa preguntó en junio de 2020 por qué no se había investigado a directivos clave como Ricardo Forcano, ex número dos de Torres, María Jesús Arribas, actual directora legal, Domingo Armengol, secretario general, o José Luis de los Santos, exdirector de Auditoría Interna: "Los custodios que hemos analizado son los que son y los que no han dicho que analicemos, ni más ni menos", añadió López Andreo.

Se da la circunstancia de que muchos de estos directivos son del equipo cercano de Torres, como Juan Asúa, su asesor, que está imputado en la causa y cuyos correos no fueron analizados. Junto a él, la Fiscalía señaló hace dos meses que estudiaba la citación como investigada de Arribas, aunque todavía no ha tomado medidas al respecto.

En el caso de Forcano, su salida de BBVA a finales de 2020 fue una sorpresa en el sector. Fue responsable de Talent & Culture, equivalente a Recursos Humanos, cuando se firmó el finiquito millonario de Corrochano, en un momento en el que ya había indicios de que el banco había contratado durante años los servicios de un comisario en activo.

Desde el banco, se ha venido explicando en el caso de todos aquellos directivos y exdirectivos cuyos correos no se han analizado que se debe a un tema procedimental: que en los correos y pistas que se han ido analizando no se han encontrado indicios para hacerlo.

En el caso de Torres, la Fiscalía también sospecha que uno de los trabajos que hizo Villarejo se realizó para reforzar la seguridad de un viaje suyo a Turquía. Así lo expone uno de los correos del caso: "Rafa [por Rafael Redondo, socio de Villarejo], los informes de Turquía no tienen nada de sustancia. No se habla nada de Estambul, que es el objetivo, ni las movilizaciones ciudadanas por sus calles. Se lo estoy mandando estos días al CO que está allí". Para los fiscales, ese 'CO' es una errata que se refiere a CEO (consejero delegado), que entonces era Torres. Este detalle es clave, ya que probaría que la cúpula del banco, incluido el CEO, tuvo sobre la mesa papeles de la empresa de Villarejo.

A la espera de lo que decidan los fiscales, la declaración de Torres como testigo no tendría ninguna repercusión legal para su mandato, pero le pondría en el foco en un momento sensible, con el caso cerca de su final.