Baleària augura un fuerte aumento de ventas por la apertura de fronteras con Marruecos

El giro en la posición del Gobierno sobre la situación del Sáhara ha suscitado un intenso y enconado debate político, pero tiene también sus derivadas económicas. La naviera valenciana Baleària, líder en España en tráfico de pasajeros y mercancías por ferri, confía en un fuerte crecimiento de los tráficos gracias a la normalización de las relaciones diplomáticas con Marruecos y la próxima apertura de fronteras, no solo con la península como consecuencia de la relajación de las restricciones de la Operación Paso del Estrecho por la pandemia del covid, sino también con Ceuta y Melilla por decisión de la monarquía alauita.

Adolf Utor, el presidente y propietario de la compañía de ferris, que opera líneas con las dos ciudades autónomas y con los enclaves marroquíes de Nador y Tánger desde Algeciras, Málaga, Motril y Almería, aseguró este jueves un importante incremento de sus ingresos hasta los 500 millones de euros que servirá para compensar el impacto en su estructura de costes del incremento de los precios del combustible, tanto del gas natural liquidado como del fuel bajo en residuos de azufre que emplean los barcos de la naviera. No obstante, admitió que la incertidumbre generada con Argelia puede condicionar sus planes de expansión con Argelia. Actualmente, Balerària opera una línea entre Valencia y Mostaganen.

La cifra del medio millar de millones en ventas supondría más del 26% sobre los números del año pasado (396 millones de euros), que Utor expuso en Palma de Mallorca a los medios de comunicación previamente a la presentación de su Memoria de Sostenibilidad de 2021 en un acto con presencia de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto.

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“Estamos ya por encima del año pasado sin abrir Marruecos. Puede propiciar un crecimiento mucho mayor, por encima de 500 millones de euros. No sé cómo repercutirá en el ebitda porque el impacto del combustible es muy grande. Nuestro objetivo es repetir resultados, pero, si mejora el combustible, nuestro resultado también podría mejorar”, explicó Utor. La naviera tuvo que poner en cuarentena el uso del gas natural como fuente principal de propulsión en octubre del año pasado, cuando comenzó a dispararse por la amenaza de guerra en Ucrania, como finalmente ha ocurrido con la invasión de Rusia. Y ello después de haber realizado una fuerte inversión de 380 millones en la transformación de sus motores en nueve buques y la construcción del nuevo ferri Eleanor Roosevelt. Ahora mismo, los barcos emplean el gas solamente en labores de atraque y estancias portuarias y aprovecha el carácter dual de los motores para navegar con fuel.

“Se trata de una medida temporal que adoptamos por responsabilidad y para preservar la viabilidad de la compañía ante la escalada de precio de este combustible”, insistió. “Tenemos la firme voluntad de seguir invirtiendo en proyectos vinculados a energías más limpias”.

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La empresa está sintiendo, además, los paros del transporte. Utor admitió una caída de ocupación en el tráfico de mercancías rodadas con Baleares de entre el 10-15%, cifra importante que no le está afectando "de manera determinante", aunque sí a las empresas clientes. "Hay un nivel de tensión muy alto. Están trabajando en la falta de camiones e intentando que el suministro no se vea afectado. Las empresas de transporte y logística están trabajando muy duro para que el impacto sea lo menor posible", dijo.

Baleària regresó a los beneficios el año pasado tras apuntarse unas pérdidas de 15 millones el primer año de la pandemia, en el que tuvo que acometer un expediente temporal de empleo (ERTE). Dos meses después, la combinación de la recuperación de los tráficos, especialmente entre la península y Baleares por el empuje de la demanda turística nacional, y las medidas de control de costes aplicadas por el covid impulsaron el beneficio hasta los 49 millones de euros netos, por encima de los resultados de 2019 con menos pese a no haber recuperado todavía las cifras de negocio prepandemia. Utor, propietario del 100% de la empresa tras comprar en octubre del año pasado el 42,5% que poseía la familia Matutes, aseguró que dedicará el grueso del beneficio a amortizar deuda y elevar la solvencia patrimonial de la naviera.

“No hay previsión de repartir dividendos. Si se hiciera, sería un 10% máximo. Igual que el pacto que había con los anteriores socios”. El empresario de Dénia hizo una valoración positiva de la relación de 17 años con Abel Matutes. “Ha sido un socio leal, con un modelo de negocio basado en reinvertir y una relación fluida. Entendemos que haya querido dedicar sus activos a su ‘core businees’ hotelero”.