Galp y China Railway presentan ofertas por las renovables de ACS (1.400 millones)

ACS ya tiene encima de la mesa todas las propuestas para adjudicar Zero-E, su filial de energías renovables, al mejor postor. Según aseguran fuentes financieras, la última en sumarse a esta puja es Galp Energia, la petrolera portuguesa, que ha cursado una de las ofertas más altas por las plantas fotovoltaicas que la constructora tiene en España. La compañía lusa compite con los fondos Brookfield, Macquarie y, según otras fuentes, también con China Railway Group, uno de los grandes gigantes asiáticos, que también habría presentado sus credenciales a Florentino Pérez.

La irrupción de Galp ha sido toda una sorpresa, porque la petrolera del país vecino no está presente en el negocio de las energías renovables en España, donde se la conoce por su extensa red de gasolineras (600 puntos de venta), el autogas y las bombonas de GLP. El grupo factura en España casi 6.000 millones de euros y en 2018 consiguió los primeros beneficios —40 millones— en los últimos cinco años.

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De hecho, lejos de pensar en nuevas inversiones, en el sector energético se había especulado sobre una posible desinversión de Galp Energía en España, donde ha ido perdiendo cuota de mercado en sus diferentes actividades y obtiene un beneficio operativo o ebitda de casi 90 millones de euros. En este sentido, la semana pasada comunicó la venta de su cartera de activos y de 7.000 clientes de gas licuado del petróleo a granel y canalizado al grupo holandés SHV Energy por un importe que no fue desvelado. En 2018, facturó 15 millones de euros por este negocio.

Según fuentes cercanas a la operación, Galp Energia es uno de los candidatos mejor posicionados para quedarse con las plantas fotovoltaicas de ACS, que ha decidido segregar Zero-E, su filial de energías renovables, para obtener más dinero al venderla por partes. La división por la que se han interesado la multinacional portuguesa y la china —el negocio ubicado en España— está valorada en unos 1.400 millones de euros.

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'Cinco Días' publicó hace unas semanas que British Petroleum (BP) también se ha interesado por esta subasta, lo que pone de manifiesto el giro estratégico de las petroleras por cambiar su generación de ingresos de energías fósiles a energías limpias. Por el contrario, Repsol, que este lunes anunció una revisión profunda de su cartera para reducir a cero las emisiones de su negocio, no ha presentado oferta no vinculante por Zero-E, cuyo cuaderno de venta sí ha sido solicitado por Endesa, tal y como adelantó El Confidencial el pasado 1 de octubre.

No obstante, la eléctrica española propiedad del grupo italiano Enel, que ha puesto el ojo en varios de los proyectos de renovables que se han vendido en España en los últimos años, no se ha decidido nunca a poner una oferta competitiva, por lo que sus posibilidades de hacerse con la subsidiaria de ACS no parecen muy elevadas, dado el gran interés que ha suscitado esta puja. Entre los fondos que quieren comprar Zero-E están Brookfield, que tiene una relación muy cercana con Florentino Pérez, Macquarie, KKR, el escandinavo EQT y los fondos de pensiones canadienses Commission de la Construction du Québec (CCQ) y Canadian Pension Plan Investment Board (CPPIB).

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Otras fuentes indican que en esta última etapa de la transacción, dirigida por Société Générale y Goldman Sachs, se ha sumado China Railway Group, una de los grandes gigantes asiáticos y la segunda mayor constructora del mundo, participada por el Estado chino, que tiene grandes posibilidades de quedarse con un trozo del pastel.

Zero-E cuenta con 1.100 megavatios de activos fotovoltaicos, 400 MW de energía eólica,150 MW de termosolar y 20 MW de plantas hidráulicas. La valoración total, incluida la deuda, alcanza los 2.000 millones de euros. Por una parte del negocio internacional se ha interesado Shanghai Electric, según publicó Bloomberg.