Mario Armero dejará la vicepresidencia ejecutiva de Anfac el 31 de diciembre

El vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero (Madrid, 1958), abandonará su cargo el próximo 31 de diciembre. El máximo responsable de la patronal de la industria del automóvil en España deja este puesto después de ocho años al frente del mismo.

Armero fue contratado por el entonces presidente de la asociación y máximo ejecutivo de Volkswagen en territorio nacional, Francisco García Sanz, y se despide bajo el mandato del presidente de Renault España José Vicente de los Mozos. También ha principios de año la presidencia rotatoria pasará a manos del presidente de Seat, Luca de Meo.

Por ahora no se ha anunciado quién será su sustituto. Según avanza el diario 'El Mundo', el exministro de Industria del PSOE, Miguel Sebastián, o la exsecretaria de Estado de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del PP, Begoña Cristeto, suenan como candidatos para relevar a Mario Armero. Por delante tienen el reto de sostener una industria en fuerte transformación por las restricciones a la contaminación que están levantando todas las administraciones públicas. Su principal tarea será representar el cambio de los vehículos de combustión hacia modelos descarbonizados como los eléctricos, híbridos y otro tipo de alternativas de bajas emisiones. También deberán hacer de portavoces de una industria que cada vez será menos de venta de vehículos y más de proveedor de servicios.

TE PUEDE INTERESAR

Adiós al ejecutivo español que mandó tanto como Florentino sin pisar el Ibex

Juan Cruz Peña

En los inicios de su mandato, Armero tuvo que lidiar con una fuerte crisis dentro del sector. El contexto internacional de recesión llevó a los fabricantes de automóvil en España a rebajar sus ventas por debajo de los dos millones de unidades al año, lo que supuso un fuerte esfuerzo de contención para una industria que supone más del 10% del PIB de la economía nacional y es tractora de empleo en grandes ciudades como Vigo, Valladolid, Palencia, Vitoria, Barcelona, Zaragoza, Pamplona o Valencia, donde se encuentran las principales factorías ensambladoras de vehículos.

No obstante, en los últimos años este sector se ha recuperado y está de nuevo produciendo cerca de tres millones de vehículos al año. Armero tuvo que lidiar, sin embargo, con la que hasta ahora ha sido la mayor crisis de reputación del sector después de que en 2015 estallara el escándalo del 'dieselgate', que reveló que Volkswagen trucó sus vehículos para disfrazar las emisiones contaminantes de sus automóviles.

En los últimos años, Armero ha estado inmerso en la revolución tecnológica que vive el sector. Aunque siempre ha defendido la neutralidad tecnológica y que sea el mercado el que posicione los distintos tipos de automóviles, ha visto como en el último año y medio las ventas de diésel se han hundido mientras emergen los nuevos vehículos alternativos como el coche eléctrico, el híbrido o el de gas.

TE PUEDE INTERESAR

ANFAC demanda un plan estratégico para el automóvil

Carlos Cancela

En los últimos tiempos se ha afanado por cambiar la fiscalidad del automóvil hacia un modelo más verde, basada en los impuestos al uso y no a la compra. Que desincentive a los vehículos más contaminantes y libere de cargas a aquellos coches más eficientes. Para ello, siempre ha defendido que es fundamental la renovación del parque de automóviles que hay en España, uno de los más antiguos de Europa, verdadero causante de los altos niveles de contaminación. Entre sus últimos objetivos siempre ha estado terminar con la estigmatización del diésel.

En este periodo, no ha dudado en enfrentarse al Gobierno de Pedro Sánchez y a su ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cuando este ha levantado la prohibición de los vehículos de combustión para 2040. De hecho, Anfac demandó este año a Baleares por las restricciones al diésel de la comunidad autónoma.

Colaboración con los reguladores

Según destaca la propia Anfac, durante estos ocho años, ha colaborado estrechamente con todos los Gobiernos, centrales, autonómicos y locales, además de intensificar las acciones a nivel europeo.

En su última etapa, el directivo ha trabajado codo con codo con el ministerio de Industria, dirigido por la ministra Reyes Maroto. Empujó la aprobación del sistema de correlación del sistema de medición de emisiones de CO2 cuando entró en vigor la normativa WLTP, en agosto de 2018; promovió el nuevo contrato de relevo para favorecer el rejuvenecimiento de las plantillas en las fábricas; ha pujado en España y en Europa por la transición ordenada y equilibrada hacia la nueva movilidad.

Empujó la aprobación del sistema de emisiones de CO2 WLTP; promovió el nuevo contrato de relevo; y ha pujado en España y en Europa por la transición ordenada y equilibrada hacia la nueva movilidad

Ha trabajado además con el Gobierno en el futuro Acuerdo Estratégico para la Automoción, como hitos principales. Deja el reto de llevar a la práctica el nuevo plan estratégico Automoción 2020-2040, un proyecto en el que ha colaborado personalmente muy a fondo y que espera sea “la estrategia que sustente e impulse el futuro desarrollo de la industria de la automoción en España, en una senda hacia la Industria de la Movilidad que posicione a las fábricas en el lugar que les corresponde, como segundo productor de vehículos de Europa, a medio y largo plazo”, afirma el propio Armero.

Este ejecutivo llegó a Anfac en 2011 procedente de la multinacional estadounidense General Electric. En la misma, fue presidente para España y Portugal entre 2001 y 2008. Además, entre 2008 y 2010 fue consejero delegado de la Corporación Llorente (Grupo Collosa).

Durante su mandato en Anfac, además, ha podido compatibilizar el cargo con otros puestos de gran relevancia. Este ejecutivo fue hasta 2018 consejero dominical de Gas Natural Fenosa, rebautizada como Naturgy, en representación del fondo de infraestructuras estadounidense Global Infrastructure Partners (GIP). Armero siempre ha creído que para España es fundamental la atracción de capital extranjero.