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Iberdrola pierde casi un millón de clientes en Reino Unido tras 5 años seguidos de caídas
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La caída se ha acelerado en el último año

Iberdrola pierde casi un millón de clientes en Reino Unido tras 5 años seguidos de caídas

Scottish Power, la filial británica de la eléctrica vasca, ha perdido 650.000 clientes de luz (uno de cada cinco), a los que hay que sumar un retroceso de otros 300.000 usuarios de gas

Foto: Sede en Glasgow de la filial de Iberdrola Scottish Power.
Sede en Glasgow de la filial de Iberdrola Scottish Power.

Scottish Power, la filial británica de Iberdrola, acumula cinco años consecutivos de pérdida de clientes en Reino Unido. La tendencia bajista se inició en 2014 y se ha intensificado a cierre del primer semestre de 2019, cuando el retroceso interanual ha sido del 3,4%, lo que supone la mayor bajada en un lustro.

Según los datos aportados por la propia compañía, Iberdrola ha pasado de tener 3,5 millones de clientes de electricidad en Reino Unido a cierre del primer semestre de 2014 a 2,85 millones a 30 de junio de 2019. Esto supone un descenso de 650.000 usuarios de luz, el 20% menos. Es decir, que uno de cada cinco clientes que tenía Iberdrola en Reino Unido ha abandonado la compañía en los últimos cinco ejercicios.

A esta caída hay que sumar la pérdida de otros 300.000 clientes de gas. De los 2,2 millones de usuarios de este combustible ha pasado a 1,9 millones. En suma, Scottish Power tiene 950.000 clientes menos, según las memorias semestrales que publica Iberdrola.

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La caída en usuarios de luz de los últimos 12 meses se ha acelerado, con respecto a los años precedentes. A diferencia de lo que ocurre en España, donde Iberdrola casi ha logrado parar la caída de clientes según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Scottish Power sigue a la baja. El retroceso se da pese a que la firma asumió 130.000 nuevos contratos procedentes de Extra Energy, una pequeña comercializadora que quebró en el pasado ejercicio incapaz de hacer frente a la subida de los precios mayoristas de la electricidad. El regulador británico, Ofgem, convocó una subasta entre las grandes 'utilities' para que dieran servicio a los clientes que se quedaron sin comercializadora.

El descenso de clientes se da, además, en un momento de horas bajas en la percepción de los consumidores británicos sobre Scottish Power. La encuesta anual que realiza la revista especializada en consumo 'Which?' ha dado la segunda peor nota a la eléctrica en cuanto a la percepción de su servicio al cliente. La firma ha sacado un 48% en un estudio de percepción lanzado a 4.000 usuarios. Solo Ryanair ha obtenido una puntuación peor, del 45%. Ambas compañías son las únicas que no han aprobado este examen que evalúa a 100 grandes empresas.

Foto: Sede en Glasgow de la filial de Iberdrola, Scottish Power.

Pese a todo, fuentes conocedoras de la compañía explican que las continuas caídas de clientes se deben a la fuerte competencia de precios que hay en el sector. Tanto en España como en Reino Unido, Iberdrola es una de las grandes 'utilities' que copaban el mercado que ha estado 100% regulado hasta hace pocos años. Estas grandes compañías están cediendo parte de su cuota de clientes a otras pequeñas empresas cuyas políticas de precios son muy agresivas. Además, Iberdrola ha sufrido las fuertes exigencias del regulador británico en materia de precios de los clientes acogidos a las tarifas reguladas, que llegaron a estar topadas de precio, lo que en muchos casos le provocaba pérdidas. Esto llevó en 2018 a su presidente, Ignacio Sánchez Galán, a alzar la voz contra esta situación en una comparecencia ante analistas.

De hecho, las grandes empresas, tanto Iberdrola como Endesa y Naturgy, sobre todo esta última, están mucho más centradas en retener y captar clientes más rentables en detrimento de otros que les generan menos ganancias, dadas las exigencias regulatorias. En este contexto, Naturgy ha perdido más de 300.000 clientes en España en tan solo nueve meses. Este retroceso se da en plena aplicación del nuevo plan estratégico de Reynés, que prima la rentabilidad sobre el tamaño.

Foto: El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE)

La caída de Iberdrola se produce en plena incertidumbre política por el Brexit, cuya resolución cada vez es más difícil de prever, dada la postura frentista que mantiene el nuevo primer ministro británico, Boris Johnson. En este contexto, que tendrá que dilucidarse este otoño, Iberdrola ha vendido un 40% de su proyecto estrella de eólica marina East Anglia One al gigante australiano Macquarie por 1.756 millones de euros. Iberdrola ya advirtió en su último informe anual de que tuvo que adelantar pedidos para aumentar su 'stock' y evitar problemas derivados de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. No obstante, siempre ha mantenido que su actividad es eminentemente local y no prevé grandes problemas para su operativa por el divorcio político.

En esta situación, Reino Unido es el área geográfica de las que opera Iberdrola cuya partida de inversión se prevé más reducida dentro de su plan estratégico a 2022. EEUU, España, Brasil y México, por ese orden, se llevarán inversiones superiores a las de Reino Unido.

Scottish Power es una de las seis grandes eléctricas de Reino Unido. Tras la venta el pasado año de sus plantas de gas al fondo Drax y la previa salida de la planta de carbón de Longannet, la firma propiedad de Iberdrola se ha convertido en la única 'utility' en Reino Unido cuya actividad es 100% renovable. La empresa vive un momento dulce en lo que a capitalización bursátil se refiere. Iberdrola roza los 60.000 millones de euros de valoración y este mes de agosto ha superado en bolsa al Banco Santander, con lo que tras este hito histórico ya es la segunda mayor empresa del Ibex 35 tras Inditex y la que más pondera del selectivo.

Scottish Power, la filial británica de Iberdrola, acumula cinco años consecutivos de pérdida de clientes en Reino Unido. La tendencia bajista se inició en 2014 y se ha intensificado a cierre del primer semestre de 2019, cuando el retroceso interanual ha sido del 3,4%, lo que supone la mayor bajada en un lustro.

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