El consejo de DIA ataca la solvencia de la opa de Fridman tras ganarse a la banca

Un día después de que LetterOne lanzase una oferta pública de adquisición (opa) sobre DIA a un precio un 83% inferior al que cotizaba hace un año, el consejo de administración ya se ha pronunciado sobre el planteamiento del inversor ruso para sacar a la compañía de su virtual quiebra técnica. El órgano de gobierno del grupo de supermercados considera que el rescate financiero propuesto por su mayor accionista no ofrece garantías para poder ser llevado a cabo.

El consejo se congratuló de que la opa del fondo con sede en Luxemburgo comparta “el atractivo del negocio de la sociedad” y que constate “la alineación del plan de transformación” de DIA con el propuesto por el órgano de gobierno del que los hombres de LetterOne formaron parte hasta el 18 de diciembre. De hecho, la reorganización fue elaborada conjuntamente entre ambas partes cuando aún iban de la mano, hasta que dimitieron en bloque y cortaron cualquier comunicación.

Sin embargo, el consejo liderado por Borja de la Cierva matiza que, “sentado lo anterior”, tal y como está estructurada actualmente la opa, “no ofrece certeza sobre su ejecución efectiva ni sobre el momento de su implementación, ni tiene en cuenta las obligaciones de la empresa frente a sus acreedores ni sus vencimientos de deuda a corto plazo”. O lo que es lo mismo, que DIA entraría en concurso de acreedores en cuestión de semanas porque tiene recursos propios negativos y porque tiene que devolver 300 millones a los bonistas en julio.

Además, el órgano de gobierno, que será destituido si triunfa el planteamiento del fondo de Mikhail Fridman, agrega que la ampliación de capital de LetterOne “está sujeta a alcanzar un acuerdo con los acreedores de la sociedad satisfactorio para el oferente, lo que introduce una incertidumbre adicional”. Un visto bueno que los gestores actuales ya tienen, puesto que, como estaba previsto, la banca ya ha dado su plácet a alargar los vencimientos de la deuda hasta 2023.

Aunque sujeto aún a ciertas condiciones, como la ejecución de una ampliación de capital previa de 600 millones, Santander, JP Morgan, Société Générale y Barclays ya han aprobado el plan de reestructuración de la compañía, un acuerdo del que hoy no dispone LetterOne. Los acreedores permiten a DIA pagar 765 millones de euros durante los próximos cinco años, hasta marzo de 2023, siempre y cuando se amorticen previamente 100 millones con la venta de los activos no estratégicos, como la cadena de perfumerías Clarel y Max Descuento.

El problema es quién manda

No obstante, el consejo de DIA, que hasta diciembre tenía unas relaciones profesionales y personales afables con los hombres de Fridman, ha dejado la puerta abierta “a explorar la posibilidad de adaptar los términos de la opa para resolver estos aspectos”. Es decir, está dispuesto a negociar un pacto que garantice el futuro de la compañía y mantenga un equilibrio en el orden de mando, de tal forma que todos los accionistas, sobre todo los minoritarios, se vean representados.

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Este es el verdadero punto de fricción, porque el magnate ruso solo está dispuesto a acudir a la ampliación de capital que propone el consejo si “manda en la gestión”, al considerar que el actual equipo directivo no es el adecuado ni tiene la reputación profesional precisa. DIA despidió el pasado año a dos consejeros delegados tras descubrir agujeros en varias de sus filiales y cambió por completo su primera línea ejecutiva.

La compañía no ha entrado todavía a valorar si la contraprestación propuesta por LetterOne —0,67 euros por acción— es adecuada, al no estar todavía la opa aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un precio que es un 83% inferior al que cotizaba hace apenas 12 meses y que el consejo considera insuficiente de forma preliminar.