Fridman exige el cese de tres consejeros de DIA antes de recibir el dinero de la banca
LetterOne, el primer accionista de la cadena de supermercados, ha solicitado la destitución de Richard Golding, el actual presidente interino, y de otros dos miembros del consejo
La tensión entre LetterOne y el consejo de administración de Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA) se acrecienta por momentos. Según han asegurado fuentes próximas a las partes, el 'holding' inversor del magnate ruso Mikhail Fridman ha pedido por carta la dimisión de tres miembros del órgano de gobierno de la compañía, a los que acusa de ser los responsables de la situación financiera de la cadena de supermercados. Una solicitud que pone de manifiesto la enemistad entre el primer accionista del grupo de distribución y el consejo de administración.
Las mismas fuentes aseveran que LetterOne ha solicitado la destitución inmediata, en un plazo de 48 horas,de Richard Golding, actual presidente en funciones de DIA, de Antonio Urcelay, que hace labores de consejero externo, y de Mariano Martín Mampaso, vicepresidente tercero. Los tres fueron nombrados consejeros de la sociedad en 2011, por lo que a juicio del millonario ruso son las tres personas que más responsabilidad tienen en el deterioro de las cuentas del grupo y el consiguiente desplome de la cotización en los mercados de valores.
Golding, Urcelay y Mampaso son los tres consejeros más antiguos de DIA, ya que el resto de miembros se incorporaron al órgano de decisión de la cadena entre 2016 y 2017. Por ello, LetterOne estima que los tres no han cumplido con sus obligaciones de velar por los intereses de todos los accionistas, adoptando medidas que impidiesen la actual situación de insolvencia del grupo, cuyo 'rating' fue rebajado de nuevo este miércoles por Standard & Poor's por la alta probabilidad de impago si no consigue líneas de liquidez a corto plazo.
Fuentes próximas a Fridman explican que el consejo de administración ha demostrado su falta de capacidad para, primero, advertir de los problemas, y, segundo, tomar decisiones que no perjudicasen exclusivamente a los accionistas. Un mensaje que esconde la acusación velada de no haber sabido negociar con la banca una quita de la deuda para que todas las partes implicadas asumieran parte del castigo y que no todo el sacrificio recayese sobre los titulares de las acciones y de los bonos. Por todo ello, estiman que es necesario "un consejo con un alto nivel de conocimientos y experiencia".
Pero, lejos de atender su petición, el consejo de administración de DIA ha cerrado filas con todos sus miembros, ya que sospechan que lo que realmente ha querido LetterOne ha sido dividir a los consejeros y torpedear la negociación con la banca. El objetivo final, según estas fuentes, era llevar al límite a la compañía, ahogada por sus problemas de financiación, para aparecer a última hora como el único salvador tomando el control con una opa a un precio reducido y previo acuerdo con los acreedores. Es lo que se conoce como ‘raider’, maniobra que Fridman ya utilizó presuntamente en el caso del Grupo ZED, según informes internos de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UCDEV) y de la de Delitos Financieros y Fiscales (UCDEF), que investigaron este caso.
La carta ha sido puesta en conocimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por parte del consejo de administración de DIA, al estimar que incluye amenazas veladas que van en contra de los códigos de buen gobierno de las empresas cotizadas. Por su parte, el organismo regulador ha rechazado la propuesta de LetterOne para eximirle del lanzamiento de una oferta pública de adquisición (opa) por la totalidad del capital, solicitud que se basaba en que la situación crítica de la compañía le obligaba a inyectar dinero para salvarla. Pero al aportar más capital, su participación superaría el 30%, lo que activaba la obligación de opa, según la ley del mercado de valores, salvo que la CNMV le diese una dispensa acogiéndose a una de las excepciones de la norma general.
El viernes llega el dinero
Si no hay contratiempo de última hora, los primeros 200 millones de la refinanciación bancaria de DIA llegarán este viernes a la compañía. Un dinero esencial para que el grupo de distribución pueda acometer sus pagos más urgentes y, por tanto, abastecer con normalidad sus supermercados. Como reconocen fuentes próximas a las conversaciones, varios proveedores han condicionado la entrega de sus pedidos a tener garantías de cobro, lo que se ha traducido en unas tensiones de liquidez que han ido ahogando a la compañía.
Fuentes de los bancos implicados en las conversaciones aseguran que "no va a haber ningún problema" en la concesión de estos 200 millones iniciales, que forman parte de una refinanciación global por unos 1.800 millones y de la ejecución de la ampliación de capital de 600 millones a la que se opone Fridman. Todas las partes coinciden en que si llega esta primera botella de oxígeno, el resto de la reestructuración será sencilla, salvo movimiento inesperado de LetterOne.
La tensión entre LetterOne y el consejo de administración de Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA) se acrecienta por momentos. Según han asegurado fuentes próximas a las partes, el 'holding' inversor del magnate ruso Mikhail Fridman ha pedido por carta la dimisión de tres miembros del órgano de gobierno de la compañía, a los que acusa de ser los responsables de la situación financiera de la cadena de supermercados. Una solicitud que pone de manifiesto la enemistad entre el primer accionista del grupo de distribución y el consejo de administración.