Pallete recoloca en consejos de Telefónica a los ejecutivos despedidos en enero

José María Álvarez-Pallete llevó a cabo el pasado 30 de enero la reestructuración directiva más importante desde que fue nombrado presidente de Telefónica en marzo de 2016. Unos cambios en la organización que fueron interpretados como el cierre, al fin, de la etapa anterior de César Alierta y el inicio de una nueva singladura con el equipo personal del nuevo timonel. Sin embargo, Álvarez-Pallete ha querido agradecer el trabajo realizado por varios de los directivos que fueron destituidos nombrándolos consejeros de varias filiales en el extranjero.

Según han confirmado fuentes oficiales de compañía, Luis Miguel Gilpérez ha sido nombrado consejero de Telefónica Brasil, la subsidiaria más importante del grupo, de la que dependen casi una cuarta parte de los ingresos de la multinacional. Gilpérez era hasta hace apenas un mes el presidente de Telefónica España y máximo responsable del despliegue de la fibra óptica y de la transformación de la matriz en una comercializadora y productora de contenidos de televisión.

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La designación de Gilpérez, que sustituye en el órgano de gobierno de Telefónica Brasil a Francisco Javier Batista Ibargüen, deberá ser ratificada en la junta general que se celebrará el próximo 12 de abril. Su nombramiento ha generado cierta sorpresa en la sede de Madrid, puesto que se pensaba que ya no contaba con la confianza de presidencia. De hecho, aunque su destitución se produjo a finales de enero, su relevo se daba por seguro desde que Álvarez-Pallete tomó el poder.

Por su parte, Carlos López Blanco, director de Asuntos Públicos y Regulación, se incorporará al consejo de administración de Telefónica Argentina. López Blanco, de 58 años, se incorporó a la operadora en 2007 después de haber prestado servicios como abogado del Estado en los ministerios de Educación, Justicia, Economía y Hacienda en la década de los ochenta. Después se convirtió en secretario del consejo de administración y jefe de la asesoría jurídica de la empresa pública Construcciones Aeronáuticas (CASA), de IBM y de Airtel (actual Vodafone España).

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Entre 2002 y 2004 fue secretario de Estado de Telecomunicaciones en el último Gobierno de José María Aznar, antes de dar el salto a los consejos de Ericcson, Indra y de la Fundación Bankinter. En 2007 se incorporó a Telefónica como director de la oficina internacional, hasta que en 2012 fue designado director global de Asuntos Públicos y Corporativos. Fue, como Gilpérez, uno de los hombres más próximos a Alierta.

Servicios prestados

Álvarez-Pallete también ha nombrado consejero de Telefónica Argentina a Luis Malvido, otro de los históricos de la casa, cuyo último cargo fue el de director ejecutivo de la región sur de lo que se denomina Telefónica Hispam (Argentina, Uruguay, Chile y Perú). Malvido había ocupado previamente el puesto de presidente y consejero delegado de Telefónica O2 en República Checa, así como de la filial en Venezuela y de la propia de Argentina, de donde salió en 2009.

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Por último, el presidente de Telefónica ha propuesto el nombramiento de Antonio Alonso Ureba como consejero de la filial en Argentina. Llama especialmente la atención esta designación, puesto que Alonso Ureba, quien fuera director jurídico y secretario general del consejo de administración de la matriz, abandonó la multinacional en 2006 tras cinco años como mano derecha de Alierta. Alonso Ureba, al que en su día, cuando era el responsable de asuntos legales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se le acusó de retrasar la investigación sobre el caso Gescartera, trabaja desde entonces en Garrigues.

Todas estas recolocaciones responden al deseo de Álvarez-Pallete de querer agradecer los servicios prestados a ejecutivos que han estado vinculados a Telefónica durante gran parte de su carrera profesional. Pero los críticos cuestionan estas jubilaciones, al concluir que el presidente actual sigue sin romper los vínculos con la anterior etapa de Alierta, de la que aparentemente se quiere alejar.