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Rebajas El Corte Inglés: pide otros 1.300 M a la banca para liquidar los polémicos pagarés
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pide reducir por segunda vez el tipo de interés

Rebajas El Corte Inglés: pide otros 1.300 M a la banca para liquidar los polémicos pagarés

La compañía ha pedido 500 millones adicionales a sus acreedores y prepara una emisión de bonos por otros 700 para amortizar los pagarés financiados por sus empleados y jubilados

Foto: Gabriel Alonso, Joaquín Arenas, Jesús Nuño de la Rosa, y Olaf Díaz-Pintado en la firma del acuerdo
Gabriel Alonso, Joaquín Arenas, Jesús Nuño de la Rosa, y Olaf Díaz-Pintado en la firma del acuerdo

El Corte Inglés quiere cerrar su ejercicio fiscal 2017-2018 con los deberes hechos, incluidos los relativos a las matemáticas de sus finanzas. Según indican fuentes próximas a las conversaciones, el grupo de grandes almacenes ha solicitado a la banca ampliar en 500 millones el crédito sindicado que solicitó en 2013 y rebajar por segunda vez el precio del tipo de interés que paga. Al mismo tiempo, la corporación controlada por Marta y Cristina Álvarez Guil está preparando una emisión de bonos de 700 millones para eliminar los polémicos pagarés de los empleados.

Los bancos interpretan este movimiento de regularización como un paso indispensable para la profesionalización y para la anunciada salida a bolsa de El Corte Inglés. Todo ello a pesar de las diferencias de criterio entre sus accionistas. Por una parte, las hijas de Isidoro Álvarez no quieren oír hablar de un salto a los mercados de valores, mientras que, por otra, el jeque catarí Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani quiere acelerar la operación.

Las negociaciones entre El Corte Inglés y los acreedores, liderados por Banco Santander, avanzan con rapidez para renovar deuda por un total de 3.300 millones de euros. De esta cantidad, la que más urge son los 850 millones de euros que el 'holding' de la distribución debe devolver a finales de año y que sirven para financiar el circulante, los gastos corrientes del grupo. La sociedad presidida por Dimas Gimeno quiere que ese dinero pase a tener un vencimiento a largo plazo, entre tres y cinco años, con el fin de ganar en tranquilidad y pagar menos intereses.

Foto: El Corte Inglés. (ECI)

En las negociaciones con los 24 bancos acreedores también está una propuesta de El Corte Inglés para rebajar de nuevo el tipo de interés que abona por los 2.150 millones que aún le queda por amortizar del préstamo sindicado inicial que solicitó en 2013 para solventar las tensiones de tesorería. Del total de los 4.900 millones solicitados en su momento, unos 1.400 millones fueron prestados por Santander; 750 por CaixaBank, y unos 700 por BBVA. Por su parte, Banco Popular, ahora en manos del Santander, prestó 440; Bankia, unos 300 millones, y Banco Sabadell, 250 millones.

Aquel crédito de 4.900 millones se firmó con un diferencial de entre 350 y 380 puntos básicos sobre euríbor, precio que en 2015 la compañía rebajó tras vender sus primeros activos no estratégicos. En ese momento, El Corte Inglés señaló que la refinanciación le permitiría reducir en 27 millones anuales el coste por el préstamo sindicado, que ya había adelgazado hasta los 3.547 millones.

Actualmente, el saldo vivo asciende a 2.150 millones gracias a la emisión de dos colocaciones de bonos de 600 millones y el traspaso de algunos activos inmobiliarios. El 'holding' adeuda otros 1.000 millones concedidos por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y por inversores institucionales de Deutsche Bank y de Banco Santander que suscribieron en 2014 una emisión privada de bonos de Hipercor por 500 millones.

El nuevo auditor

Pero la clave de esta nueva reestructuración del pasivo radica en la petición extraordinaria que ha hecho El Corte Inglés a la banca por 1.300 millones de euros. Esta cifra corresponde con los pagarés que el grupo tiene emitidos y suscritos por sus propios empleados y jubilados, un producto sin supervisión de ningún organismo regulador y, por tanto, de presunto alto riesgo. Una forma de financiarse que el auditor de la sociedad, EY desde el pasado verano, considera inusual y poco apropiada para una compañía que ya se ha estrenado en los mercados de capitales y a la que se le exige una contabilidad como si fuese una empresa cotizada.

Banco Santander, el mayor acreedor del 'holding', prepara una emisión de bonos de unos 700 millones para terminar de amortizar los inusuales pagarés

Además, la fórmula le resulta cara, puesto que El Corte Inglés paga un interés cercano al 1,4%, por lo que en realidad es un depósito con vencimiento a un año que la banca suele remunerar al 0,2% en el mejor de los casos, dados los actuales tipos de interés. Lo que todavía no se sabe es qué ofrecerá a los empleados y jubilados a cambio de no recibir ya esta rentabilidad.

La propuesta de El Corte Inglés para eliminar esta anomalía consiste en que la banca le conceda entre 500 y 600 millones de euros adicionales que irán directamente a amortizar pagarés. Además, el grupo ha entablado ya conversaciones con Banco Santander para realizar una nueva emisión de bonos por entre 700 y 800 millones, que, a diferencia de las anteriores, donde la garantía la concedía la filial Hipercor, se hará desde la cabecera del 'holding'. Esta operación está prevista para el segundo semestre del año, con el objetivo de que a finales de 2018 los citados pagarés pasen a la historia.

El Corte Inglés quiere cerrar su ejercicio fiscal 2017-2018 con los deberes hechos, incluidos los relativos a las matemáticas de sus finanzas. Según indican fuentes próximas a las conversaciones, el grupo de grandes almacenes ha solicitado a la banca ampliar en 500 millones el crédito sindicado que solicitó en 2013 y rebajar por segunda vez el precio del tipo de interés que paga. Al mismo tiempo, la corporación controlada por Marta y Cristina Álvarez Guil está preparando una emisión de bonos de 700 millones para eliminar los polémicos pagarés de los empleados.

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