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El Corte Inglés mejora el beneficio un 3% tras destinar 250 millones a ajustes de personal
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vende un 2% más y gana un 3% más

El Corte Inglés mejora el beneficio un 3% tras destinar 250 millones a ajustes de personal

El grupo de distribución registró una subida en todos sus principales parámetros operativos, aunque insuficiente para cumplir con el plan estratégico firmado con el jeque de Qatar

Foto: El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno. (EFE)
El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno. (EFE)

El Corte Inglés volvió a vender más y a ganar más en su año fiscal 2016/2017, cerrado el pasado 28 de febrero, y cuyas cuentas serán aprobadas en la junta general de accionistas que se celebra este próximo domingo 27 de agosto. La cifra de negocios creció un 2% gracias al aumento del consumo nacional, la nueva llegada de clientes de China y la climatología, que ha ayudado a colocar con facilidad las colecciones de temporada. El beneficio neto aumentó en torno a un 3%, después de realizar una dotación millonaria para hacer frente al programa de bajas incentivadas.

Así, según fuentes que han tenido acceso a las cifras, la facturación global de El Corte Inglés en el último año se acercó a los 15.525 millones, un 2% superior a los 15.220 millones del ejercicio precedente. Un incremento que es el tercero consecutivo y que certifica la salida de la crisis operativa de la compañía de distribución, cuyo beneficio antes de intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones (ebitda) subió un 7%, hasta los casi 975 millones, en comparación con los 910 millones del año fiscal 2015/2016.

Aguas abajo, el beneficio antes de impuestos se ha comportado muy positivamente, disparándose un 60%, en línea con la campaña anterior. El neto, en cambio, se quedó en un moderado 3%, hasta aproximadamente 162,75 millones. La diferencia se explica, según las fuentes, por los elevados costes derivados del plan de bajas incentivadas llevado a cabo en 2016. Un programa de despidos pactado con los sindicatos que inicialmente afectaba a 1.400 personas de 58 años de edad, pero que después se amplió a 1.890 empleados, dada la buena acogida que tuvo entre la plantilla.

placeholder Foto: El Corte Inglés.
Foto: El Corte Inglés.

El plazo para dejar la compañía se extendió hasta el 30 de abril de 2017. Sin embargo, finalmente, los gestores de El Corte Inglés decidieron dar marcha atrás y limitar las bajas al número original. El motivo, que no fue aclarado el pasado mes de mayo, cuando se frenó la marcha de 500 personas adicionales que cumplían con las condiciones acordadas, era el elevado coste en indemnizaciones. Según fuentes próximas a la alta dirección del 'holding', la salida de los 1.400 empleados —el 1,5% de una plantilla de 91.900 personas— supuso un gasto extraordinario de unos 250 millones.

Además de estas dotaciones, también se ha apuntado una oleada de provisiones que llevaban pendientes de años anteriores por valor de decenas de millones de euros, cifras que en otros ejercicios hubieran subido a beneficios. Esta factura ha erosionado la cuenta de resultados del grupo de grandes almacenes en el año 2016/2017. Sin amortizaciones e indemnizaciones, hubiera sido el mejor resultado de los últimos 10 años.

Esta decisión de frenar el plan de bajas incentivadas provocó una grieta en el equipo directivo de El Corte Inglés: por un lado, Dimas Gimeno consideraba que la compañía debía seguir adelgazando los costes operativos con el objeto de ir preparando la salida a bolsa; por otro, la vieja guardia, liderada por Florentino Lasaga, prefería no mojarse y se mantenía en una posición equidistante, mientras que Marta Álvarez Guil, en tercer lugar, se negaba a destinar más dinero para reducir la plantilla, tesis que fue la que finalmente triunfó. Una decisión que provocó la dimisión de José Luis Romero como director general de Recursos Humanos apenas un año y medio después de incorporarse al grupo desde Iberia.

Foto: Exterior de uno de los centros comerciales El Corte Inglés.

Buenos o malos resultados

En cuanto a la deuda neta consolidada, esta se ha reducido un 50%, hasta menos de 1.500 millones. Cuando Dimas Gimeno llegó a la presidencia, la situación financiera se encontraba en precario, al situarse la deuda del grupo en ocho veces ebitda. Ahora, esta ratio se encuentra en la mitad, esto es, en cuatro veces, dentro de la horquilla recomendada por los expertos para las empresas 'retail'.

La consolidación del incremento de las ventas, del ebitda y del beneficio neto es una excelente noticia para El Corte Inglés, inmerso en una adaptación paulatina a los cambios en los hábitos de consumo, especialmente al escaparate y la nueva competencia surgida del universo 'online'. Sin embargo, la mejora del 2% de la facturación en el año 2016/2017 es inferior al 4,3% del ejercicio precedente, mientras que la subida del resultado limpio de impuestos se ha quedado muy lejos del 33% que creció en la temporada 2015/2016. Unos datos que invitan a la cautela, teniendo en cuenta que la economía española crece al 3%, el mejor ritmo en una década.

El aumento del 7% del ebitda también se sitúa por debajo del 10% obtenido un año antes, cifra insuficiente respecto al plan estratégico que se firmó cuando el jeque catarí Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani prestó 1.000 millones de euros al grupo en el verano de 2015. Aquel acuerdo, por el que el inversor del emirato canjearía ese crédito por el 12% del capital en 2018, exigía un crecimiento medio anual del beneficio bruto de explotación del 12%, objetivo que no se ha cumplido durante los dos primeros años de la alianza. Una cláusula que, de no alcanzarse, llevaba consigo una penalización consistente en la entrega de una participación adicional al expolítico de Qatar hasta alcanzar el 14% del capital.

Foto: El Corte Inglés, en la plaza de Cataluña. (EFE)
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Precisamente, este incumplimiento y la obligación de hacer frente en 2018 a una amortización de 250 millones —relativa a la refinanciación de la deuda neta de 4.000 millones firmada en 2013 y modificada posteriormente en 2015— tensan el futuro a corto plazo. Por ello, El Corte Inglés ha vuelto a iniciar conversaciones con sus principales acreedores —Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia— para novar de nuevo los términos del préstamo sindicado y pedir un segundo abaratamiento del tipo de interés. Una bajada del diferencial que ha permitido al grupo reducir sus costes financieros los dos últimos años y aligerar sus cargas.

Pero el próximo año tiene que hacer frente a una de las amortizaciones más grandes, que lo obligarán a una salida de caja relevante o a vender más activos. Y aquí es donde chocan los dos bandos de la alta dirección del 'holding': los que quieren tomar medidas drásticas, como el cierre de varios de los centros comerciales improductivos, y los que prefieren no adentrarse en una guerra sindical y en unos costes de reestructuración que dañarían la cuenta de resultados.

Unas diferencias que se van a dirimir en el consejo previo a la celebración de la junta general. Reunión en que las hermanas Álvarez Guil pretenden nombrar como consejero a Víctor del Pozo tras quitarse de en medio a Leopoldo del Nogal con un finiquito millonario, frente a la posición de Gimeno y del representante del jeque, quienes pretenden profesionalizar la gestión con consejeros independientes.

El Corte Inglés volvió a vender más y a ganar más en su año fiscal 2016/2017, cerrado el pasado 28 de febrero, y cuyas cuentas serán aprobadas en la junta general de accionistas que se celebra este próximo domingo 27 de agosto. La cifra de negocios creció un 2% gracias al aumento del consumo nacional, la nueva llegada de clientes de China y la climatología, que ha ayudado a colocar con facilidad las colecciones de temporada. El beneficio neto aumentó en torno a un 3%, después de realizar una dotación millonaria para hacer frente al programa de bajas incentivadas.

Víctor del Pozo Florencio Lasaga Dimas Gimeno Marta Álvarez Gull Junta General de Accionistas
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