El PSOE propone más autogobierno para Cataluña, sin referéndum ni 155 permanente

La receta es más autogobierno. Reforzamiento del Estado autonómico. Pero ni referéndum de independencia, ni un 155 permanente. Es la propuesta del PSOE, la que recoge su programa electoral, hecho público en plena campaña, y que no refleja novedad alguna respecto a lo que viene afirmando Pedro Sánchez en sus mítines o lo que ha defendido el partido en los últimos años, aunque sí supone un paso atrás respecto al último congreso del partido, de 2017, cuya resolución política puso negro sobre blanco, el reconocimiento de la España "plurinacional". En la oferta del PSOE para las generales del 28 de abril no aparece en ningún lugar la plurinacionalidad del Estado. No de manera expresa, aunque sí se remite a documentos anteriores en los que sí se hace esa mención.

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El PSOE difundió finalmente este lunes, tras un acto con mayores del candidato en Leganés (Madrid), su programa completo, de 300 páginas [aquí en PDF]. Manifiesto electoral que ha sido redactado por la presidenta del partido, Cristina Narbona, en coordinación con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. A finales de marzo, la dirección solo había avanzado 110 medidas, en las que no aparecía mentada Cataluña. En el texto íntegro sí que hay un capítulo sobre el modelo territorial, que ocupa cinco páginas. Sin asumir riesgos, a tono con el estilo de campaña elegido por el partido y por el candidato. Los socialistas se reivindican como "protagonistas en la evolución del Estado autonómico", y continúan siendo "sus principales impulsores, frente a una derecha que siente nostalgia del pasado centralista y a los que se han adentrado en aventuras independentistas". El modelo autonómico ha redundado en una mayor igualdad de ciudadanos y una mejora de la calidad de vida, subraya el programa. Ha sido, "garante de una mayor cohesión social y territorial".

[Consulte aquí en PDF el programa del PSOE para el 28-A]

"La España real es esta, una España democrática, plural, abierta, europea y moderna, que reconoce la diversidad en la unidad, la España de todos", y en ellas las comunidades autónomas han de seguir siendo las "garantes de la cohesión social", al ser prestatarias de los servicios públicos fundamentales. Así que, "ante la crisis actual del modelo territorial, derivada del crecimiento de las aspiraciones independentistas en Cataluña, ante la inacción del Gobierno del PP, nos corresponde liderar la búsqueda de una salida a dicha crisis". La apuesta es un "funcionamiento más integrado del modelo", acometer las "reformas necesarias" para "un nuevo impulso del autogobierno", que ya se ha ido plasmando, recuerda el PSOE, en muchos de sus documentos, desde la Declaración de Santillana del Mar de 2003 —con José Luis Rodríguez Zapatero como líder—, a las declaraciones de Granada de 2013 —en la época de Alfredo Pérez Rubalcaba— y Barcelona de 2017 –tras la reconquista de Sánchez del poder de Ferraz—.

El PSOE se sitúa frente "a una derecha que siente nostalgia del pasado centralista y a los que se han adentrado en aventuras independentistas"

"Si nuestras propuestas hubieran sido aplicadas, no nos encontraríamos en la situación actual pero, en cualquier caso, el modelo territorial del PSOE continúa siendo el único camino viable para superar la actual crisis. Ni desde el derecho de autodeterminación ni desde un estado de excepción territorial con carácter permanente a través del artículo 155 de la Constitución española puede construirse el futuro". Ahí está el camino que plantean los socialistas: refuerzo del autogobierno, y nada de un referéndum de autodeterminación, pero tampoco una aplicación perpetua del 155 que lamine el modelo autonómico, como exigen PP y Cs para Cataluña.

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Nada relativo a Pedralbes

La Declaración de Granada, de 2013, es el texto que más ahonda en la crisis territorial, y la que confirmó la apuesta de los socialistas por una reforma de la Constitución en clave federal. También quedó absorbida por los sucesivos programas electorales de 2015 y 2016. Tras las primarias de 2017, Sánchez llevó a la resolución política del 39º Congreso el reconocimiento de la España plurinacional, una expresión muy controvertida de puertas para dentro. La Declaración de Barcelona, que acordaron PSOE y PSC en julio de 2017, también invocaba la necesidad de una "profunda reforma federal", que permitiera ahondar en el autogobierno y "el mejor reconocimiento de la realidad plurinacional de nuestro país sin afectar a la soberanía del pueblo español ni a la igualdad de derechos entre toda la ciudadanía". En el programa de las generales de 2019, el PSOE simplemente se remite a los textos de 2013 y 2017, sin mentar la idea plurinacional ni apuntar hacia la construcción de una España federal.

En el programa de 2019, no aparece la palabra plurinacional ni la reforma federal, pero sí remite a documentos de 2013 y 2017 que sí lo recogen

Es decir, que el PSOE no renuncia a la España plurinacional, pero tampoco la coloca en primer plano ni la recoge de manera explícita en su contrato con los ciudadanos. En realidad, es una expresión que la dirección fue apartando al olvido muy poco tiempo después de que Sánchez resultara reelegido como secretario general. De hecho, ni Sánchez ni el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, hicieron bandera de ella en las autonómicas del 21 de diciembre de 2017 para no distorsionar el mensaje. Lo mismo quiere el presidente ahora. Que nada enturbie la inercia ascendente del partido de cara a las generales. En el texto tampoco se hace referencia al proceso de diálogo que el Ejecutivo abrió con el Govern de Quim Torra, que desembocaron en la Declaración de Pedralbes y que, al cabo de unas semanas, se tradujo en la aceptación de la figura del relator en la mesa de partidos sobre el futuro de Cataluña. Aquel intento murió con la ruptura de las negociaciones. En todo caso, Sánchez no ha dejado de repetir en campaña que no habrá referéndum, ni independencia, ni quiebra de la legalidad (rescató su 'no es no' para lanzar el aviso), y ha advertido de que si los soberanistas vuelven a desafiar al Estado actuará "con toda la contundencia", aplicando otra vez el 155. Por tanto, el Ejecutivo está dispuesto a hablar con todas las fuerzas políticas, pero siempre "dentro de la Constitución y el Estatuto de autonomía", como dijo ayer en Canarias.

La oferta del PSOE para el 28-A subraya que la España de las autonomías debe avanzar hacia un modelo de Estado que sea capaz de "integrar la pluralidad", pero que esta sea un valor compatible con la "diversidad, la igualdad y la solidaridad". A su vez, el papel del Gobierno central debe ser el de garantizar esa igualdad y cohesión, "desde la lealtad" al ejercicio de las competencias que la Constitución reserva a las CCAA. Las tres administraciones (estatal, autonómica y local), prosigue el documento, han de contar con una "adecuada financiación", y que esté asegurada, y que también "actúen con transparencia y colaboren entre ellas".

El programa remarca que el modelo de Estado que defiende el PSOE se asienta sobre varios pilares. En primer lugar, el reconocimiento de los "instrumentos y procedimientos de colaboración" entre el Ejecutivo central y las CCAA, y de estas entre sí. Esto incluye la celebración periódica y obligada de las Conferencias de Presidentes, la potenciación de las conferencias sectoriales, o la reconversión del Senado para que sea un verdadero "lugar de encuentro" de las comunidades con el Gobierno de España.

Segundo pilar: la participación de las CCAA en las actuaciones y decisiones del Ejecutivo central, porque eso favorece "una auténtica integración". Se trata de que las regiones sean escuchadas en cuestiones de carácter supraterritorial o que participen en la designación de integrantes de instituciones del Estado o de organismos reguladores. El PSOE también quiere que se impliquen en los asuntos europeos cuando decisiones comunitarias les afecten o que contribuyan a elaborar planes y estrategias nacionales.

Principios del sistema de financiación

El tercer eje, que se desarrollaba en el texto de Granada, es la clarificación del reparto de competencias. Los socialistas pretenden pulir duplicidades o cubrir vacíos y reducir la conflictividad. "Proponemos recoger en la Constitución las facultades concretas del Estado en las distintas materias competenciales, de la forma más precisa posible, y establecer que todo lo no atribuido al Estado por la Constitución es de competencia autonómica", señala el programa.

La Carta Magna debería incluir asimismo, y es el cuarto pilar del texto, los principios del sistema de financiación autonómica. Que la Ley Fundamental diga cuáles son los criterios básicos de distribución de los recursos, que se diga cómo deben operar los mecanismos de nivelación y solidaridad, y que se garantice la participación de los territorios en la concreción del modelo a través de una configuración distinta del Consejo de Política Fiscal y Financiera, órgano en el que el Estado cuenta con el 50% de los votos y las CCAA, todas, el otro 50%.

El texto plantea reconocer las "singularidades" de los territorios", clarificar competencias, resguardar la autonomía local y asegurar la igualdad

El quinto punto es el "reconocimiento de las singularidades de los distintos territorios en sus propios Estatutos de Autonomía". "Se aspira a una definición más precisa de los aspectos identitarios, históricos, culturales, políticos y lingüísticos, así como a una organización institucional y territorial adaptada a las peculiaridades de cada comunidad en cuanto no afecte al funcionamiento de otros territorios". No se da un paso más en este caso y se preserva la idea de "singularidades" de las CCAA, como se decía en el programa de 2016. El "límite" a ese reconocimiento, subraya el texto, es "la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de derechos y libertades y la igualdad en cualquier parte del territorio".

El PSOE se centra, en el siguiente eje, en la "garantía" de los elementos nucleares de la autonomía local y de la sostenibilidad financiera de los ayuntamientos. Como séptimo pilar, propone que la Constitución reconozca los municipios como "unidad territorial básica", con sus competencias propias. Considera que ha de haber dos regímenes jurídicos distintos. Uno para las zonas urbanas, en las que es prioritario atender una demanda de servicios públicos a veces masiva, y otro para las áreas rurales, pues ahí el principal enemigo es la despoblación.

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En definitiva, concluye el PSOE, se trataría de "mejorar el funcionamiento del modelo territorial" en sus tres niveles, estatal, autonómico y local, a través de una "adecuada integración" que permita a los ciudadanos "sentirse partícipe en las decisiones" de los distintos gobiernes que "le afectan".

Por último, el programa recuerda que los socialistas impulsaron, en la última legislatura, una comisión en el Congreso para la evaluación y modernización del Estado autonómico, como paso previo a una reflexión más profunda sobre la futura reforma de la Constitución, que "solo cabe abordar desde el mayor consenso social y político posible". No se explicita si ese órgano, que agonizó por la deserción de Unidas Podemos, Ciudadanos y las formaciones nacionalistas e independentistas, se retomará a partir del 28-A.