Es noticia
Cómo China se ha convertido en la verdadera fábrica del mundo (y nadie le tose)
  1. Economía
PRODUCE EL 35% DE LAS MANUFACTURAS

Cómo China se ha convertido en la verdadera fábrica del mundo (y nadie le tose)

La producción mundial de manufacturas tiene un nombre: China. Produce ya el 35% de lo que se fabrica. Los datos revelan cambios geopolíticos de primera importancia. El G7 y el Consejo de Seguridad son menos representativos

Foto: Barrio en una ciudad de China. (Pexels)
Barrio en una ciudad de China. (Pexels)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Un dato lo dice todo. China no solo es la única superpotencia manufacturera del mundo, sino que, además, produce tanto como los nueve países que la siguen en la clasificación. Viene a ser, como sostiene el autor del estudio, como EEUU en el ámbito militar, que gasta tanto como los nueve países que están a continuación. O expresado de otra forma, la producción manufacturera de China representa ya algo más de un tercio (el 35%) de la del conjunto del planeta. Por lo tanto, el triple de EEUU, lo que da idea de la potencia de Pekín a la hora de fabricar bienes.

Los datos proceden de las bases estadísticas de la OCDE, y el autor del estudio, Richard Baldwin, destaca que solo tres de las seis economías que más producen, EEUU, Japón y Alemania, vienen del mundo anterior a la globalización e históricamente han sido economías industrializadas. Lo que une a esos seis países (el resto son la propia China, India y Corea) es que tienen una cuota de mercado superior al 3%.

Esto es importante no solo por razones económicas, sino también geopolíticas, porque revela una nueva distribución del poder que todavía no se refleja en las instituciones, por ejemplo, en el G7, donde solo tres de sus miembros fabrican más del 3% de las manufacturas del mundo. O la propia Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad no representa la nueva realidad económica. No en vano, Taiwán, México, Rusia y Brasil ahora tienen una producción bruta mayor que el Reino Unido, la cuna de la industrialización en el mundo a partir del siglo XIX, con derecho a veto en el Consejo de Seguridad y miembro del G7. Canadá, un país que también acude a las reuniones del G7, está más abajo en la clasificación y se sitúa en el puesto 15. Si el análisis se hace sobre el valor añadido bruto y no sobre la producción de bienes, el resultado es muy parecido. China (29%) casi duplica a EEUU (16%) y se sitúa cuatro veces por encima de Japón (un 7%).

La aceleración de China en la producción de bienes industriales no tiene precedente en la historia del planeta, como recuerda el autor del estudio. La última vez que el país que más bienes fabricaba fue rebasado por otro fue cuando EEUU superó al Reino Unido justo antes de la Primera Guerra Mundial. Hay una diferencia muy importante y que refleja la velocidad del cambio. A EEUU le llevó casi un siglo llegar a la cima como la fábrica del mundo, mientras que China ha llegado a la cumbre en apenas dos décadas. En 2001 fue cuando ingresó en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y desde entonces su evolución no ha tenido parangón. En 1995, China representaba solo el 3% de las exportaciones manufactureras mundiales, mientras que en 2020 su participación había aumentado hasta el 20%.

Consecuencias geopolíticas

China superó a Alemania en 1998, a Japón un poco más tarde, en 2005, y a EEUU en 2008. Desde entonces, ha más que duplicado su participación mundial, mientras que la participación de EEUU ha caído tres puntos porcentuales. Ni que decir tiene que esto no tiene solo consecuencias geopolíticas, sino también de política interna, en la medida en que un porcentaje significativo de la población que antes trabajaba en la producción de bienes manufacturados ha sido desplazado hacia otros sectores de menor valor añadido y, por lo tanto, salarios más bajos, sin contar el efecto sobre el desarrollo de las grandes ciudades industriales.

Esta evidencia numérica es lo que explicaría las tensiones comerciales y la última tendencia a la fragmentación del comercio mundial. China, por ejemplo, estaba más expuesta a los insumos estadounidenses antes de 2002, pero EEUU ha tenido una mayor exposición desde entonces. En 2020, EEUU estuvo aproximadamente tres veces más expuesto a la producción manufacturera china que viceversa.

Como consecuencia de ello, los países, en aras de protegerse de los gigantes asiáticos, tienden a favorecer la producción nacional, aunque por el momento con magros resultados. Una tendencia favorecida por la pandemia, que reveló la dependencia respecto de China y otros países orientales. Lo que ha observado el autor del estudio, profesor de Economía en Lausana (Suiza) y editor jefe de VoxEU.org, una plataforma especializada en el análisis económico, es que el ascenso de China se ha desacelerado y parece haberse estancado en aproximadamente un tercio de la producción mundial. Es decir, por esta vía se observa un enfriamiento de la globalización.

Una cuestión de asimetría

El ascenso de China como primera potencia manufacturera ha tenido infinidad de consecuencias, pero una especialmente relevante. China, históricamente, ha sido siempre más dependiente de las ventas a EEUU que al revés, pero desde mediados de la primera década de los dos mil, ocurre justamente lo contrario. Ahora, como dice el informe, la asimetría se ha reducido sustancialmente.

Hasta mediados de la década de dos mil, China era un destino offshore típico: un importador neto de insumos intermedios y un exportador neto de bienes finales que incorporaban los insumos importados. Aproximadamente desde 2002, China se convirtió en un gran exportador neto de bienes intermedios y finales.

Ahora bien, algo está cambiando. La mayor parte del crecimiento manufacturero de China se produjo entre 1999 y 2004, lo que explica que se haya vinculado China a sus exportaciones. Sin embargo, si se tiene en cuenta el llamado índice de globalización bruto, se observa un nuevo escenario. Desde 2004, este índice ha ido cayendo constantemente, hasta el punto de que el nivel de 2020 "no está muy por encima de donde comenzó en 1995". Esto se explica, fundamentalmente, por la consolidación de nuevos jugadores en el comercio mundial que ahora se han convertido en rivales de la propia China.

La conclusión del informe es clara. China es ahora el único gigante manufacturero del mundo gracias a su amplia base industrial, que abarca casi todos los sectores. Hay, sin embargo, excepciones, como son las manufacturas más avanzadas tecnológicamente, donde los países del G7 todavía dominan. ¿Durante cuánto tiempo?

Un dato lo dice todo. China no solo es la única superpotencia manufacturera del mundo, sino que, además, produce tanto como los nueve países que la siguen en la clasificación. Viene a ser, como sostiene el autor del estudio, como EEUU en el ámbito militar, que gasta tanto como los nueve países que están a continuación. O expresado de otra forma, la producción manufacturera de China representa ya algo más de un tercio (el 35%) de la del conjunto del planeta. Por lo tanto, el triple de EEUU, lo que da idea de la potencia de Pekín a la hora de fabricar bienes.

Noticias de China Globalización Sector industrial Exportaciones Organización Mundial del Comercio (OMC)
El redactor recomienda