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La agonía financiera de las clases populares: más de un año sin poder ahorrar
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La agonía financiera de las clases populares: más de un año sin poder ahorrar

El crecimiento económico no llega a las capas bajas de la población: el 25% más pobre no tiene capacidad de ahorro desde hace un año y no prevé tenerlo en los próximos 12 meses

Foto: Foto: iStock.
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Esta crisis económica doble que ha vivido España ha sido diferente a las anteriores por el escudo social desplegado en toda Europa. Los gobiernos se han preocupado de proteger las rentas de los ciudadanos para evitar una caída permanente de la demanda, como ocurrió en la crisis financiera, que obligó a sacrificar a una parte del tejido productivo. Sin embargo, a pesar de todas las medidas puestas en marcha, esta crisis ha vuelto a cebarse con las clases populares.

La subida de los precios y de los tipos de interés ha golpeado especialmente a los hogares situados en el tramo bajo de la distribución de la renta. Primero, porque gastan prácticamente toda su renta, lo que significa que todos sus ingresos están afectados por la subida de precios. Además, son quienes más porcentaje de su renta dedican a comprar alimentos y energía, las dos partidas que más han subido en esta crisis. Y segundo, porque muchos de ellos tienen hipotecas a tipo variable que, tras la subida del euríbor, han visto cómo sus cuotas mensuales se disparaban.

Foto: El presidente del Gobierno y las vicepresidentas primera y tercera. (EFE)

Uno de los indicadores macroeconómicos que mejor recoge la situación financiera de los hogares es la encuesta de confianza de la Comisión Europea. En el caso de España, prácticamente todos los hogares coinciden en el diagnóstico: la economía está mejorando lentamente. Sin embargo, cuando se les pregunta por su situación financiera particular, las respuestas divergen en función del nivel de renta.

Las rentas altas están incrementando rápidamente su ahorro y declaran que su situación financiera está incluso por encima de la media histórica. El saldo de hogares que responden que su situación financiera es positiva frente a los que dicen que es negativa es del 38%. Esto es, la gran mayoría está sintiendo en sus propias casas la recuperación económica. Sin embargo, en el último quintil de renta (el 25% más pobre) la situación es bien distinta y el saldo entre familias con una situación favorable frente a las desfavorables es del 20%.

Desde que comenzó la invasión de Ucrania y, por tanto, la crisis inflacionista, el dato mensual de situación financiera de los hogares más pobres ha sido similar, siempre cerca de ese -20%. Eso significa que todo el crecimiento del PIB y del empleo del último año no les ha servido a estas familias para mejorar su situación. Entre las clases medias-bajas (los que se encuentran entre el 25% y el 50% de la renta nacional) hay el mismo número de familias en una situación positiva que negativa, mientras que entre las clases medias-altas hay un 20% más casos positivos que negativos.

En esta coyuntura, los hogares situados en las capas altas declaran tener una gran capacidad de ahorro, incluso a pesar de la escalada de los precios. El saldo entre quienes prevén ahorrar durante el próximo año y quienes no pueden hacerlo supera el 30% positivo. Esto es, la gran mayoría podrá ahorrar durante el próximo año. Por el contrario, entre las clases populares el saldo es claramente negativo, del 56%. Esto significa que la gran mayoría de los hogares situados en el cuartil más bajo de la renta no tendrá capacidad para ahorrar. Al contrario, muchos necesitarán endeudarse para adquirir los bienes y servicios de primera necesidad del día a día.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Eva Ercolanese)

El número de hogares que no llega a fin de mes se ha mantenido constante desde que comenzó la invasión de Ucrania y la crisis inflacionista. Y, lo que es más preocupante, el dato es peor del que había cuando comenzó la pandemia. En ese momento, el escudo social consiguió ayudar a muchas familias para que pudieran llegar a fin de mes, pero no ha conseguido compensar la crisis de precios.

Esta fatiga financiera en los hogares todavía irá a peor en los próximos meses, ya que la escalada de los tipos de interés todavía no ha tocado techo. Según la advertencia del Banco de España, el mayor impacto en términos económicos de las subidas de tipos se da en torno a un año y medio después de las subidas. Si estas comenzaron en la primavera de 2022, eso significa que será durante el próximo otoño e invierno cuando el golpe de los tipos de interés sea más severo sobre las cuentas de las familias y, por extensión, del conjunto de la economía.

Esta crisis económica doble que ha vivido España ha sido diferente a las anteriores por el escudo social desplegado en toda Europa. Los gobiernos se han preocupado de proteger las rentas de los ciudadanos para evitar una caída permanente de la demanda, como ocurrió en la crisis financiera, que obligó a sacrificar a una parte del tejido productivo. Sin embargo, a pesar de todas las medidas puestas en marcha, esta crisis ha vuelto a cebarse con las clases populares.

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