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El recibo de luz sube en España ocho veces más que en Francia y cuatro más que en Alemania
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Pese al tope al gas y la bajada de impuestos

El recibo de luz sube en España ocho veces más que en Francia y cuatro más que en Alemania

Eurostat revela que la factura de electricidad que pagaron los hogares españoles se encareció en agosto más del 60% respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en Francia subió un 7,7% y en Alemania un 16,6%

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (i). (EFE/Biel Aliño)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (i). (EFE/Biel Aliño)
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El Gobierno español lleva semanas presumiendo de los menores precios de la electricidad en los mercados mayoristas en España con respecto a Francia o Alemania. Así lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), en el reciente debate energético que mantuvo con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (PP), en el Senado. Sin embargo, Bruselas revela que el consumidor final acaba pagando mucho más que antes en territorio nacional que en estos dos países vecinos.

Así lo señalan los datos de Eurostat. El brazo estadístico de la Unión Europea refleja que el aumento de la electricidad en España en agosto fue superior al 60% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en Francia la factura se encareció solo un 7,7%. Es decir, que los hogares españoles sufren una subida de la luz ocho veces más pronunciada que los franceses.

En Alemania, por su parte, el aumento de la luz en agosto fue del 16,6%, cuatro veces menos que en España. Y en Portugal, la factura eléctrica se elevó un 32,1%, casi la mitad que en España. De las grandes economías europeas, solo los hogares italianos sufrieron un encarecimiento mayor de la luz, con una escalada superior al 100%, a las puertas de elecciones y con protestas sociales donde se queman facturas de la electricidad.

Estas diferencias se dan pese a la entrada en vigor desde junio del mecanismo conocido como tope al gas, que limita las subidas en los mercados mayoristas en España y Portugal bajo la denominada excepción ibérica.

Además, España sufre un encarecimiento de su recibo, pese a que también a principios de verano se rebajó aún más el IVA a la electricidad, que pasó del 10% al 5%. La subida de más del 60% de la factura española también se da frente a agosto de 2021, cuando aún había que pagar el impuesto especial sobre la electricidad al 5,1%, ya que en septiembre, un mes después, se redujo hasta el 0,5%. La subida, pese a todo, no es la más pronunciada de este año. En marzo, tras el estallido de la guerra en Ucrania, que intensificó la crisis energética, la componente eléctrica del índice de precios al consumo armonizado (IPCA) se incrementó un 107,8%, superando así los encarecimiento de todas las grandes economías del euro, incluida Italia.

Las mayores subidas en los hogares españoles que en los franceses o alemanes, que recoge la componente eléctrica del IPCA, contrasta con lo que ocurre en el mercado mayorista, donde España goza de unos precios sustancialmente inferiores a Alemania o Francia. El mercado 'spot' en España ronda los 250 euros por MWh, frente a los casi 400 euros por MWh de Alemania o Francia.

Dicho de otro modo, los consumidores españoles pagan mucho más que los franceses pese a los problemas que acarrean con sus centrales nucleares o la dependencia de Alemania del gas ruso, cuyo precio ha subido exponencialmente (es más de 10 veces más caro que en la última década).

En este punto, cabe destacar que el mercado mayorista opera de cara a los hogares como una referencia, que no siempre recogen los contratos. Es decir, que en España los consumidores se están viendo mucho más impactados por estas subidas de lo que lo hacen los hogares franceses o alemanes.

placeholder El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/Clemens Bilan)
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/Clemens Bilan)

Diversos expertos explican que en España existe un mayor número de contratos vinculados al mercado mayorista o 'pool' de lo que hay en otros países, de ahí que estos acaben repercutiendo menos las subidas a sus consumidores, que gozan de acuerdos a más largo plazo.

Frente a lo que hasta antes de que estallara esta crisis energética podía suponer una ventaja, ya que por ejemplo la tarifa regulada PVPC en España era mucho más barata que el resto, ahora son los contratos a más largo plazo y estables los que trasladan menos las subidas de precios.

En este sentido, cabe destacar que la propia Comisión Europea obligó esta primavera a España a reformar su tarifa regulada a cambio de poder establecer el mecanismo del tope al gas. A Bruselas no le gusta el sistema indexado a 'pool' que ha elevado con fuerza la factura de más de 10 millones de hogares por recoger el 100% de la volatilidad de los mercados mayoristas.

Foto: La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. (EFE/Fernando Alvarado)

Por otro lado, también hay que destacar que las asociaciones de consumidores denuncian recurrentemente fuertes subidas de tarifas en el mercado libre por parte de las comercializadoras eléctricas. En este sentido, la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) afirma que tres de cada cuatro hogares desconocen qué tipo de factura tienen. Expertos del sector creen que las empresas se aprovechan del desconocimiento generalizado de la población para cobrar los mayores precios posible en el recibo.

La situación dista mucho de lo que ocurre en Francia o Portugal, donde la mayoría de usuarios operan bajo contratos de más largo plazo y se ven menos impactados por las subidas en los mercados 'spot' diarios.

En este contexto, Francia decidió limitar las subidas de precios que cobra a los usuarios domésticos su eléctrica estatal, EDF. La empresa controlada por el Gobierno de Emmanuel Macron tendrá que asumir unas fuertes pérdidas, pero ha logrado que la luz suba a tasas de un solo dígito. El ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, puso en valor recientemente las subidas del 4% de la luz en su país frente al 60% de aumento de los precios de los recibos españoles.

El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, se jactó de las subidas del 4% de la luz en su país frente al 60% de aumento en España

Estos límites a la electricidad han permitido en parte a Francia controlar la inflación. Eurostat registra un aumento del IPC armonizado en Francia en agosto del 6,6%, frente al 10,5% de España, casi el doble a este lado de los Pirineos. En Alemania, el IPC fue del 8,8%, mientras que en Italia fue del 9,1% y en Portugal ascendió al 9,3%, todas las subidas de precio inferiores a las de España, que además infla en parte el peso de la electricidad en el IPC.

En los últimos días, Natixis advierte de que la inflación en España en la última década creció más que en Alemania, Francia, Italia, EEUU, Reino Unido, México o Japón, según datos de la OCDE. Hacienda ya admite que la recaudación récord por el IVA se debe en parte a la subida de precios.

Limitar el coste de la electricidad a costa de aumentar la deuda pública o del sistema eléctrico, como está haciendo Francia, es una solución que también ha puesto encima de la mesa un reciente informe de Goldman Sachs. Tras alertar de subidas del precio de las facturas en Europa del 200%, el banco de inversión americano contempla que "podría ser necesaria la introducción de un déficit tarifario para pagar el aumento de las facturas en los próximos 10 o 20 años".

Foto: Escaparates apagados en Madrid. (Alejandro Martínez Vélez)

Esta solución es la que ha tomado el Gobierno de España con la tarifa regulada de gas. Sin embargo, hay expertos que creen que anestesiar los precios en un escenario de escasez como el actual es eliminar la señal de precio, lo que abocaría a una situación aún peor. Pese a ello, Alemania 'topará' la luz. Reino Unido también ha decidido introducir límites a la subida de los precios de la luz para los próximos dos años.

Sea como fuere, la subida de la electricidad es un factor determinante en el aumento del IPC en España. Según señaló el INE la pasada semana, el aumento de la luz fue lo que más contribuyó al incremento de los precios. En agosto, este bien de primera necesidad en la cesta de los hogares escaló un 15,9% con respecto al mes anterior, pese a las medidas regulatorias. Esto lo convirtió en el componente con mayor repercusión para el IPC, con un peso del 0,634.

La energía está detrás de la subida de otros muchos productos. La inflación subyacente, que toma las subidas más estructurales y descarta los elementos más volátiles, como la propia energía o los alimentos frescos, está ya en el 6,4%, la mayor tasa desde 1993. Para luchar contra la inflación en el Viejo Continente, el Banco Central Europeo ha elevado un 0,75% los tipos de interés, la mayor subida de la historia, lo que castigará a las economías más endeudadas como la española.

El Gobierno español lleva semanas presumiendo de los menores precios de la electricidad en los mercados mayoristas en España con respecto a Francia o Alemania. Así lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), en el reciente debate energético que mantuvo con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (PP), en el Senado. Sin embargo, Bruselas revela que el consumidor final acaba pagando mucho más que antes en territorio nacional que en estos dos países vecinos.

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