El tope al gas dispara a récord su uso y complica a la industria y el plan de ahorro

El consumo de gas para la generación de electricidad en España se ha disparado a récord histórico desde que a mediados de junio entrara en vigor el mecanismo ibérico de abaratamiento de la factura de la luz. Según registra Red Eléctrica, durante los meses de julio y agosto se produjeron a partir de ciclos combinados cerca de 8.500 GWh cada mes. Esto es más del doble que los 3.700 GWh que se produjeron en julio de 2021 o los 4.000 GWh de agosto del año pasado.

No hay en la serie histórica un verano en el que se haya producido tanta electricidad en España a partir de gas, precisamente cuando los precios son más caros (el MWh ronda los 250 euros, cuando hasta el año pasado su precio habitual estaba en torno a 20 euros). Además, existe una necesidad de ahorrar por la guerra económica con Rusia.

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Los datos de Red Eléctrica son confirmados por Enagás. Según sus cifras, en julio se elevaron las compras de gas para generación de electricidad a máximo histórico (17.195 GWh), lo que supone un 125% más que un año antes. En agosto, la demanda de gas para los ciclos combinados creció un 98% con respecto al mismo mes del año pasado (16.641 GWh).

La producción de electricidad con ciclos combinados de gas dio un salto cuantitativo justo el día en que el mecanismo de tope al gas entró en vigor, tal y como demuestran los datos de Red Eléctrica (ver gráfico). Pese a la sequía que ya existía entonces, hasta el 15 de junio, estas plantas venían produciendo como máximo 200 GWh diarios. Desde el 15 de junio, estas cifras se han disparado de forma estructural a casi 400 GWh diarios, casi el doble. Prueba de todo lo anterior es, además, que Mibgas, el mercado ibérico del gas, anunciara este lunes que se ha batido récord histórico de negociación en junio, julio y agosto.

La necesidad de quemar más gas para generar electricidad reduce su disponibilidad y aumenta los precios para la industria que más necesita ese gas en sus procesos productivos. Estas empresas se están viendo obligadas a hacer paradas y afrontan un invierno muy complicado, con lo que ello supone de amenaza para el empleo y la actividad económica. Es el caso de Pamesa, una de las empresas de cerámica más importantes de España, con un elevado porcentaje de su producción dedicado a la exportación.

Su presidente, Fernando Roig, lamentaba este lunes en el programa '120 Minutos' de Telemadrid que sus plantas "dependen del gas y el gas se está utilizando para producir mucha energía eléctrica. Si tuviéramos otras fuentes de producción eléctrica como la nuclear, el carbón, la solar o la eólica, podríamos utilizarlo [en referencia al gas que se usa para electricidad]". Roig, que no descarta ERTE o incluso ERE, pidió que la Administración les permita utilizar biomasa para sustituir gas, algo que por ahora no han logrado.

¿Por qué se quema más gas?

La clave del crecimiento de producción de los ciclos combinados se explica por las mayores exportaciones a Francia. Mientras que la demanda en España se mantuvo casi invariable con respecto a hace un año (creció un 2,9% en julio y se redujo un 2,3% en agosto), la producción nacional fue unos 5.000 GWh superior a la del año pasado (+17%). Enagás ya advirtió en julio, ante los días récord de producción de los ciclos combinados, de que esta subida se debía, entre otras razones, a las mayores exportaciones. Francia fue uno de los grandes beneficiados de que España estableciera el tope al gas tras admitir Europa la excepcionalidad ibérica. Pese a ello, este lunes su presidente, Emmanuel Macron, ha rechazado una vez más el proyecto de interconexión gasista Midcat.

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Con buena parte de su parque nuclear parado, el precio se ha disparado al otro lado de los Pirineos y eso hace que vendamos electricidad subvencionada a Francia cuando habitualmente el país galo nos mandaba luz más barata de la que se producía aquí. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se quejó recientemente en una entrevista en 'El País' de que España había subvencionado 230 millones de euros a Francia con el tope al gas. No obstante, los consumidores españoles siguen notando ahorro en sus facturas respecto de la misma situación sin la intervención del mercado.

La menor producción de las plantas de cogeneración (el Gobierno les retiró los incentivos) explica otra pequeña parte del aumento de la producción de los ciclos combinados, aunque no está claro el efecto sustitución, ya que la demanda de gas ha aumentado más del 100% de un verano a otro. También los ciclos combinados que producen con gas recogen parte de la menor producción hidráulica, pero esto apenas explica un 20% del crecimiento.

Las centrales hidráulicas producen menos por la sequía, pero también porque no tienen incentivo de cobrar el coste de oportunidad tras el establecimiento del tope al gas. Solo así se explica que pese a la sequía, cuando ya se aprobó este mecanismo, las hidráulicas dispararan su producción en vísperas de que entrara en vigor. Además, ahora las empresas propietarias de los ciclos combinados (Iberdrola, Endesa y Naturgy, fundamentalmente) tienen el gas para generación eléctrica subvencionado, con lo que en ciertos momentos les puede ser más rentable producir con estas plantas que con otras.

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Lo que no es falso es que el mayor consumo de gas para producir electricidad sea por la menor aportación de las renovables. Tanto la eólica como la fotovoltaica producen lo mismo o más que otros años, ya que unas condiciones que podrían haber sido algo más adversas se compensan con nuevas plantas ya en funcionamiento. Pese a ello, la maraña burocrática impide que no se disponga de más energías renovables, lo que permitiría depender menos del gas, más caro y contaminante, que se importa de terceros países como Rusia, Argelia o EEUU.

Interrumpibilidad para ahorrar

Este consumo récord de gas supone una complicación añadida para el Gobierno, que tiene que mandar su plan de contingencia a Bruselas este mes, con el que se compromete a ahorrar un 7% de gas con respecto a la media de los últimos cinco años. Pese a la fuerte caída del consumo en hogares e industria de gas convencional (-38% en agosto, debido a los altos precios), el consumo de gas es mayor en global, por todo lo ha aumentado el destinado a generar electricidad.

El Gobierno está reuniéndose con todos los agentes para tratar de lograr un plan de ahorro que cumpla con lo pactado con la Comisión Europea. Este lunes se ha reunido con la industria. Entre las medidas a tener en cuenta, el Gobierno estudiará la interrumpibilidad tanto de electricidad como de gas, según fuentes presentes en la reunión. Es decir, está dispuesto a que los consumidores de gas y luz paguen a las empresas dispuestas a interrumpir su actividad y de esa manera tratar de reducir precios por la menor demanda.