España ralentiza el ahorro de gas en Europa en plena crisis de suministro, según S&P

La agencia internacional S&P Global Ratings ha puesto España en el foco como uno de los causantes del lento ritmo de ahorro de gas en Europa. La firma considera necesario reducir la demanda en vista del cierre del gasoducto Nord Stream I, por el que llega gas desde Rusia al Viejo Continente, según detalla en un informe hecho público esta semana.

La advertencia hecha por una de las agencias más influyentes del mundo se produce en un momento clave: cuando la Unión Europea celebra mañana 9 de septiembre una reunión de vital importancia para tomar medidas por el fuerte aumento de precios de la energía, que ha llevado la inflación en la zona comunitaria a su máximo histórico (+9,1% en agosto). De hecho, la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, avanzaba ya este miércoles que el ahorro energético será uno de los temas esenciales a tratar.

Standard & Poor's pone de manifiesto que "la generación de electricidad con gas no se ha reducido en Europa en lo que va de año, a pesar de los altísimos costes del combustible" y añade que "esto puede seguir siendo así por un tiempo". En este contexto, en el que los países miembros se han comprometido a rebajar un 15% su consumo de gas (España pactó ahorrar un 7%), la agencia advierte de los fuertes contrastes de consumo para generación eléctrica entre países "con un aumento del 41% en España que compensó con creces la reducción del 22% de Alemania", refleja. Por todo lo anterior, la firma de análisis cuestiona el apoyo a la generación con gas, dado su alto coste y ante la situación que se plantea de cara al invierno. "¿Por qué tanto apoyo al gas cuando es tan costoso?", señala.

S&P Global culpa a España y pone el foco en la elevada generación con gas en territorio nacional, precisamente cuando es más elevada que nunca en la historia, tal y como reflejan los datos recopilados por El Confidencial. Según registra Red Eléctrica, durante los meses de julio y agosto se produjeron a partir de ciclos combinados (plantas que generan electricidad a partir de gas) cerca de 8.500 GWh cada mes. Esto es más del doble que los 3.700 GWh que se produjeron en julio de 2021 o los 4.000 GWh de agosto del año pasado.

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No hay en la serie histórica un verano en el que se haya producido tanta electricidad en España a partir de gas, precisamente —como recuerda S&P Global— cuando los precios son más caros (el MWh ronda los 250 euros, cuando hasta el año pasado su precio habitual estaba en torno a 20 euros).

Los datos de Red Eléctrica son confirmados por Enagás. Según sus cifras, en julio se elevaron las compras de gas para generación de electricidad a máximo histórico (17.195 GWh), lo que supone un 125% más que un año antes. En agosto, la demanda de gas para los ciclos combinados creció un 98% con respecto al mismo mes del año pasado (16.641 GWh). Entre mediados de agosto de 2021 y la misma fecha de 2022, el aumento de gas para generar electricidad fue del 41%, en línea con el dato aportado por S&P.

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Y ahora, además, el Gobierno acaba de incluir la cogeneración en las subvenciones que da a los ciclos combinados como parte del mecanismo para rebajar la luz conocido como tope ibérico al gas, que lograron España y Portugal tras conseguir que se reconociera la excepcionalidad ibérica (por la baja interconexión con Europa). Es decir, que probablemente el consumo de gas para generación crezca.

Varios factores explican el aumento del consumo de los ciclos combinados. Buena parte se explica por la entrada en vigor del tope al gas activado por el Gobierno el 15 de junio. Es más, desde ese día, las plantas que generan electricidad con gas duplicaron su producción. El Gobierno les da una subvención para que produzcan por el coste real del gas. Esta misma semana, el mercado ibérico del gas (Mibgas) advertía de que ha logrado récord de negociación este verano. La falta de hidráulica, por la sequía y porque los operadores guardan las reservas para momentos más idóneos, hace que también se produzca más con gas.

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Pero sobre todo el aumento se debe a la histórica exportación de electricidad a Francia, cuyo mercado está roto por el parón de más de la mitad de su parque nuclear. Además, el mecanismo español hace que la luz enviada a Francia esté subvencionada, lo que es un aliciente más para producir con gas desde España.

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (PP), cifró en 1.000 millones de euros la subvención que España dará a Francia hasta fin de año por el tope ibérico al gas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afeó la animadversión que podría tener a los franceses, ya que, pese a todo, el mecanismo produce ahorro para los españoles. A pesar de las ayudas, Francia ha rechazado construir la interconexión gasista por los Pirineos, conocida como Midcat.