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La reforma laboral levanta la contratación indefinida en el sur de España y las islas
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En el inicio del año

La reforma laboral levanta la contratación indefinida en el sur de España y las islas

El número de contratos fijos firmados en Andalucía triplica los habituales en el inicio del año. En Baleares y Canarias se dispara la estabilización de los trabajadores temporales

Foto: Playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria. (EFE/Elvira Urquijo A.)
Playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria. (EFE/Elvira Urquijo A.)
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La reforma laboral está provocando una rápida estabilización del empleo en España, tal y como era previsible. En marzo, se terminó el periodo transitorio que concedió el Gobierno para la adaptación de las empresas a las nuevas modalidades contractuales que incluyen la desaparición de muchos de los contratos temporales vigentes y la potenciación del empleo indefinido. La norma, que se aprobó en Consejo de Ministros el 28 de diciembre, ha dejado más de un millón de contratos indefinidos en el primer trimestre del año, una cifra histórica que duplica la registrada en el mismo periodo del año 2019, el último previo a la pandemia.

La adaptación al empleo indefinido ha sido generalizada en todos los sectores y territorios, pero hay algunos casos que son especialmente importantes, dada la tendencia de las últimas décadas. Destacan especialmente las comunidades autónomas del sur de España y las islas, así como los sectores servicios y agricultura. Esto es, actividades y regiones en las que la temporalidad era la norma y en las que, como consecuencia de la reforma laboral, el empleo indefinido se está abriendo camino.

Foto: Una persona repostando en Barcelona. (EFE/Alejandro García)

Andalucía puede presumir de ser la comunidad autónoma en la que más ha crecido la contratación fija desde el inicio del año. En estos tres meses, se firmaron 176.000 contratos indefinidos, una cifra que casi triplica a la del mismo periodo del año 2019. Le siguen de cerca sus comunidades vecinas: en Extremadura el incremento fue del 161%; en Murcia, del 128%, y en Castilla-La Mancha, del 117%.

Todas ellas superan la media nacional de incremento del empleo indefinido, que es del 102%, esto es, el doble de contratos fijos que en 2019. Se trata de un hito muy importante para estos territorios, ya que son los que tienen peor calidad del empleo y sistemáticamente se sitúan en los primeros puestos de España en temporalidad. La reforma laboral está diseñada precisamente para que estos sectores de bajo valor añadido tengan que estabilizar su empleo y terminar con la contratación abusiva.

En estas comunidades, el empleo precario está generalizado, en buena medida por la gran dependencia del turismo y la agricultura. Dos actividades sobre las que la reforma laboral ha querido incidir para mejorar la calidad de la contratación y que, por el momento, está consiguiendo este objetivo.

En la agricultura, por ejemplo, el número de contratos indefinidos se ha disparado un 210%, esto es, es más del triple que en 2019. En el conjunto de España, la incidencia de la agricultura es reducida, pero en estos territorios tiene un peso mayor. De hecho, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia son tres de las comunidades que han recuperado más rápido los niveles de empleo previos a la pandemia gracias a la estabilidad del sector primario durante el covid.

El empleo indefinido también llega al sector servicios con la generalización del fijo discontinuo para el sector. Este contrato, potenciado por la reforma laboral con mayor protección al trabajador, permite a las empresas de sectores estacionales contar con sus trabajadores solo durante las épocas de actividad. Se trata de un contrato que será mayoritario en el sector de la hostelería una vez que el de obra y servicio ha desaparecido y el de causas de la producción ha quedado muy limitado.

Tres de cada cuatro indefinidos se firmaron en el sector servicios. Esto son casi 810.000 empleos en un sector en el que tradicionalmente se tira del empleo precario para las actividades de menor valor añadido. La mayor parte de estos empleos, dos de cada tres, fueron nuevos contratos, lo que muestra que la reforma laboral está calando ya en las nuevas contrataciones del sector turístico, que se prepara para recuperar cierta normalidad en 2022 tras el final de las restricciones.

Foto: La hostelería explica una parte menor de la temporalidad. (EFE/Cabalar)

Esto explica los buenos datos de Andalucía y de algunas regiones costeras, como la Comunidad Valenciana, donde la contratación indefinida se ha disparado un 105%. Pero el papel protagonista aquí se lo llevan los dos archipiélagos, gracias a una intensa estabilización del empleo. El 12% de los contratos registrados en Canarias y Baleares durante los tres primeros meses del año fueron conversiones de temporales en indefinidos. Esta cifra es casi el doble de la media nacional y muestra cómo las empresas turísticas se adaptaron por adelantado a los cambios introducidos por la reforma laboral.

Baleares deja un dato para la historia que será difícil de superar: el 43% de los contratos firmados entre enero y marzo fueron indefinidos. En Canarias, el dato también fue muy positivo, pero no tanto, con un 28% de empleos indefinidos. Si se tiene en cuenta que habitualmente eran el 18% y el 12% respectivamente, muestra el enorme cambio en las relaciones laborales resultantes de la reforma laboral.

En las comunidades autónomas con mayor renta per cápita es donde menos ha crecido la contratación indefinida. Se trata de Cataluña, Madrid, País Vasco y Navarra. Es comprensible que sea así, ya que su mayor renta es consecuencia de un mayor valor añadido de sus trabajadores y empresas y, por extensión, mayor calidad en la contratación.

Sin embargo, el crecimiento en la contratación indefinida que experimentaron estos territorios les permitirá alcanzar cotas de estabilidad muy elevadas. En Madrid, el 32% de los contratos registrados en el primer trimestre eran indefinidos, y en Cataluña, el 29%, mostrando un gran crecimiento del empleo fijo. Por el contrario, tanto País Vasco como Navarra mantuvieron ratios muy bajas de empleo indefinido, apenas del 16% y el 13% respectivamente. Esto significa que los sectores con mayor temporalidad, como la agricultura o la hostelería, todavía tienen deberes pendientes en las dos comunidades forales.

El crecimiento de la contratación indefinida se vio acompañada de una brusca caída del empleo temporal en el primer trimestre del año. En el conjunto de España, la firma de empleos temporales se redujo un 21% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2019. El mayor descenso fue el de Baleares, donde la firma de empleos temporales se hundió un 37%, seguida por Cataluña y Murcia, con un descenso del 26% y 25% respectivamente.

La reducción de la contratación temporal provocó que el total de contratos firmados en el primer trimestre del año fuese un 8% inferior a los del mismo periodo de 2019 (427.000 menos). Este descenso es comprensible, ya que el empleo precario hace que un mismo trabajador firme varios contratos temporales cada mes. La gran duda, que aún es pronto para resolver, es si la reforma laboral lastrará la creación de empleo.

Lo que está claro es que su implementación coincide con la reapertura del sector turístico, lo que está acelerando el empleo en el inicio del año. Solo en marzo se incorporaron más de 71.000 afiliados a la hostelería, unos 15.000 empleos más de los que se crean habitualmente en ese mes.

A pesar del tirón de la hostelería, el empleo se ha frenado rápidamente a lo largo del trimestre. Este parón es consecuencia, en gran medida, de los paros de los transportistas durante el mes de marzo, pero ya en enero y febrero se apreciaba una intensa desaceleración del empleo. Solo el tiempo permitirá interpretar si la reforma laboral ha influido en esta tendencia a la baja del mercado laboral y hasta dónde llega la estabilización del empleo.

La reforma laboral está provocando una rápida estabilización del empleo en España, tal y como era previsible. En marzo, se terminó el periodo transitorio que concedió el Gobierno para la adaptación de las empresas a las nuevas modalidades contractuales que incluyen la desaparición de muchos de los contratos temporales vigentes y la potenciación del empleo indefinido. La norma, que se aprobó en Consejo de Ministros el 28 de diciembre, ha dejado más de un millón de contratos indefinidos en el primer trimestre del año, una cifra histórica que duplica la registrada en el mismo periodo del año 2019, el último previo a la pandemia.

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