La guerra y las huelgas frenan la creación de empleo en la segunda mitad de marzo

El mercado laboral español ya muestra los síntomas de la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania. Los datos de afiliación a la Seguridad Social de marzo se quedaron por debajo de las expectativas que tenía el Ministerio tras una fuerte ralentización de la creación de empleo en la segunda mitad del mes como consecuencia de la escalada de los precios y de los paros de transportistas. En total, a lo largo del mes se incorporaron 24.000 afiliados (dato desestacionalizado), lo que supone 6.000 menos que la previsión que dio el ministro José Luis Escrivá a mitad de mes. Además, se trata del peor mes de marzo sin pandemia desde el año 2014, cuando España estaba remontando tras el rescate financiero. Además, se trata del menor ritmo de creación de empleo mensual desde el final del estado de alarma.

Se trata del primer dato oficial que evidencia el golpe de la guerra en Ucrania sobre la actividad económica de España por el canal de la crisis energética que ha provocado. Durante la primera mitad de marzo el empleo avanzó a un ritmo similar al de febrero, sin embargo, la creación de empleo se frenó en la segunda mitad del mes coincidiendo con el inicio de los paros en el sector del transporte. En concreto, el aumento de la afiliación se frenó en torno a los 19,85 millones de trabajadores. El dato esperanzador es que en los últimos días del mes se produjo una nueva aceleración de las incorporaciones, lo que podría indicar que el final de los paros de transportistas podría suponer la reanimación del mercado laboral.

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Javier Jorrín

La media de afiliados en marzo sin desestacionalizar llegó hasta 19,83 millones de personas, lo que supone 140.000 más que en febrero. En los meses de marzo el mercado laboral siempre muestra un gran dinamismo porque el sector de la hostelería empieza a realizar sus contrataciones de cara a la Semana Santa. Este año no fue diferente e incorporó a algo más de 71.200 personas. De hecho, se trata del mejor mes de marzo para la hostelería de toda la serie histórica, lo que muestra el optimismo que hay en el sector respecto a la próxima temporada turística ya sin el impacto del covid.

Sin embargo, otros sectores lastraron el ritmo de la ocupación, entre los que destacan el comercio y la construcción, dos de los más afectados por el paro de transportistas. En el comercio, no hubo creación de empleo en un mes en el que tradicionalmente se incorporan cerca de 8.000 personas, y en la construcción se crearon 5.000 empleos en un mes en el que se suelen incorporar más de 10.000 trabajadores. La industria también tuvo un comportamiento peor que el de los años del ciclo expansivo al incrementar la ocupación en poco más de 5.000 personas y por debajo de los 6.000 que se alcanzan habitualmente en los meses de marzo.

Otro de los sectores que contribuyó decisivamente a estos pobres datos de marzo fue el sanitario y de cuidados. A medida que la pandemia remite, muchos profesionales se quedan en la calle. A lo largo del mes se perdieron casi 500 empleos en el sector, cifra que contrasta con los casi 8.000 efectivos que suelen incorporarse en los meses de marzo. Dado el ritmo de crecimiento del empleo en la sanidad durante los dos últimos años, si la pandemia está dando ya sus últimos coletazos, es previsible que este sector realice contribuciones negativas al mercado laboral durante el resto del año.

El resultado ha sido una nueva desaceleración del empleo que está frenando paulatinamente desde noviembre, mes en el que se incorporaron más de 138.000 trabajadores (dato desestacionalizado). En febrero fueron 37.700 más y en marzo ya son 24.000 más. Este final del trimestre apunta a una importante ralentización económica como consecuencia de la crisis energética que vive Europa ya desde el pasado otoño. La creación de empleo desde enero hasta marzo apenas fue de 61.700 afiliados, lo que supone el peor inicio del año desde 2016 excluyendo los años de la pandemia.

La desaceleración del empleo también tiene su reflejo en los datos de paro registrado en las oficinas de empleo. El desempleo se redujo en marzo en 2.900 personas, lo que supone el peor mes de marzo desde el año 2012 excluyendo el marzo de 2020. Lo normal de un mes de marzo es que se reduzca el desempleo en más de 45.000 personas, lo que muestra el pobre dato de este año. El número de parados se quedó por encima de los 3,1 millones de personas.

Se dispara el empleo indefinido

La noticia positiva de los datos de marzo es el fuerte crecimiento de la contratación indefinida hasta máximos nunca vistos tras el final del periodo de adaptación de la reforma laboral. A lo largo del mes se registraron más de medio millón de contratos indefinidos (suma de nuevos contratos y conversiones de temporales), lo que supone más del triple de los contratos indefinidos de un mes de marzo normal.

El 30% de los contratos de marzo fueron indefinidos, lo que supone también un nuevo récord histórico para cualquier mes de la serie. El motivo de este fuerte crecimiento es que en marzo se terminó el periodo transitorio que dio la reforma laboral a las empresas para adaptar sus plantillas a los nuevos empleos indefinidos. Esto ha provocado una intensa conversión de contratos a lo largo del mes. En cualquier caso, el empleo temporal está lejos de desaparecer y sigue teniendo una gran incidencia entre los nuevos contratos.