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La UE se gastó 19.000 millones en compras a Rusia justo antes del inicio de la guerra
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Importación de récord

La UE se gastó 19.000 millones en compras a Rusia justo antes del inicio de la guerra

Mientras Putin acumulaba tropas en la frontera con Ucrania, Europa hacía un desembolso histórico en importaciones desde Rusia espoleado por la subida de precio de las materias primas

Foto: Banderas de la UE en la sede de la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)
Banderas de la UE en la sede de la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)
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Europa se enfrenta a una gran contradicción en la guerra de Ucrania: mientras lucha por el fin de la invasión, financia con su dinero la maquinaria bélica del Kremlin. La dependencia de las materias primas rusas, construida durante años, ha provocado que el presidente del país, Vladímir Putin, tenga en la Unión Europea su aliado económico para sufragar el conflicto. El pasado mes de enero, mientras el Kremlin comenzaba el despliegue de tropas en la frontera con Ucrania, la UE se gastó 19.000 millones de euros en comprar bienes en Rusia, según los datos de la balanza de pagos de Eurostat.

Se trata de la cifra más alta nunca registrada, incluso superior a las importaciones que hacía en 2012, cuando el precio del barril de petróleo también superaba los 120 dólares. Son 19.000 millones de euros en importaciones en un solo mes. Para comparar el montante de esta cifra, equivale a casi el 30% del gasto anual de Rusia en defensa. En cuatro meses como el de enero, la UE habrá financiado todo su ‘presupuesto de guerra’.

Foto: El alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. (EFE)

Este dato explica, como ningún otro, la enorme dependencia que tenía la Unión Europea de Rusia antes del inicio de la invasión de Ucrania y por qué está teniendo tantos problemas para frenar la guerra por la vía de las sanciones. Mientras siga entrando en Rusia el dinero del gas y del petróleo, Putin tendrá 'combustible' para mantener la invasión. Una buena parte del gasto adicional que realizan los consumidores europeos en llenar el depósito del coche o en calentar la casa se va directamente a financiar la guerra.

Pero Europa no solo importa gas y petróleo procedente de Rusia. De hecho, en la última década ha aumentado también la importación de otras materias primas e incluso de productos industriales semimanufacturados (entre ellos, el acero) en los que Rusia se ha especializado. Las relaciones comerciales entre los dos bloques se mantuvieron incluso después de las sanciones por la invasión de Crimea de 2014. Y la dependencia llegó hasta tal punto que ahora la UE no consigue cortar los lazos comerciales y ha dejado espacio en las sanciones para poder mantener las compras de energía.

Las importaciones del pasado enero fueron nada menos que un 90% superiores a las de enero de 2021. Sin embargo, en ese momento la pandemia estaba golpeando fuerte Europa, lo que mantenía los precios energéticos en niveles reducidos y también el volumen de las compras. Sin embargo, si se compara con el mes de enero de 2020, el último previo a la pandemia, el gasto en importaciones ha aumentado un 64%.

Foto: Pedro Sánchez y Ursula von der Leyen. (EFE/EPA/Pool/Kenzo Tribouillard)

Esta subida sí es relevante y es consecuencia del rápido aumento de los precios de los bienes importados. La escalada de precios energéticos desde el pasado verano ha sido una fuente de divisas para Rusia. De hecho, el país fomentó la volatilidad en los mercados con interrupciones en el suministro normal de gas a Europa, precisamente para calentar los precios antes de la invasión a Ucrania. El resultado ha sido muy rentable para Rusia, tanto, que consiguió que Europa le pagara una cifra récord por sus productos justo antes de comenzar la guerra.

La mayor parte de estos recursos se destinó a la compra de productos energéticos. En total, la UE se gastó 12.500 millones de euros en petróleo, gas y derivados. Esto es un 65% de todas las importaciones desde Rusia. Sin embargo, si se compara con los años en que el petróleo estuvo igualmente por encima de 100 dólares, las diferencias son notables. En el año 2012, la compra de energía llegó a suponer el 80% del total de las importaciones desde Rusia. Esto es, Europa prácticamente solo compraba petróleo y gas a Rusia.

En la actualidad, por el contrario, un tercio de las compras era de otros productos no energéticos. Esto muestra cómo los lazos comerciales entre las dos regiones se siguieron estrechando a pesar de las sanciones impuestas tras la invasión de Crimea. Las materias primas procesadas, entre las que se encuentran el acero, el paladio o el plomo, supusieron casi el 12% del gasto en importaciones de Europa, lo que en datos absolutos supone algo más de 2.000 millones de compras.

Foto: El alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. (EFE)

Rusia no solo tiene estos minerales en su territorio, también posee energía barata y una regulación medioambiental muy laxa que ha permitido el desarrollo de estas industrias electrointensivas y contaminantes. Europa ha optado durante estos años por el camino fácil de comprar estos minerales ya procesados y así ahorrarse el proceso de producción, pero esto ha supuesto también una dependencia adicional de Rusia.

Por el contrario, las importaciones de bienes manufacturados finales, maquinaria, tecnología, productos químicos u otros productos de alto valor añadido son casi inexistentes. Esto significa que las sanciones comerciales sobre estos productos, si bien pueden producir un daño severo a algunas empresas concretas, tienen un impacto macroeconómico ínfimo.

Aunque todavía no hay datos de la balanza de pagos europea correspondiente a los meses de la guerra, todo apunta a que las compras que ha seguido haciendo la Unión Europea en Rusia son muy elevadas. Aunque Bruselas quiere acelerar la transición ecológica y buscar otros suministradores alternativos de combustibles, la realidad es que a día de hoy Rusia sigue siendo quien sostiene el sistema energético de Europa.

Según declaró el comisario europeo Thierry Bréton a France Info, la Unión Europea se está gastando 800 millones de euros diarios en comprar energía a Rusia. Una cifra desorbitada que llevaría a gastar una cifra histórica en importaciones de energía desde Rusia, superando los 20.000 millones de euros en un mes completo.

Europa se enfrenta a una gran contradicción en la guerra de Ucrania: mientras lucha por el fin de la invasión, financia con su dinero la maquinaria bélica del Kremlin. La dependencia de las materias primas rusas, construida durante años, ha provocado que el presidente del país, Vladímir Putin, tenga en la Unión Europea su aliado económico para sufragar el conflicto. El pasado mes de enero, mientras el Kremlin comenzaba el despliegue de tropas en la frontera con Ucrania, la UE se gastó 19.000 millones de euros en comprar bienes en Rusia, según los datos de la balanza de pagos de Eurostat.

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