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España ha perdido 10.300 empresas en dos años de pandemia y Madrid lidera la recuperación
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Balance de dos años de covid

España ha perdido 10.300 empresas en dos años de pandemia y Madrid lidera la recuperación

La destrucción de empresas se concentra en Baleares, Canarias y las provincias del interior del noroeste de España, muy afectadas también por la despoblación y los problemas de la industria

Foto: Imagen de la calle Preciados de Madrid durante el confinamiento. (EFE/Kiko Huesca)
Imagen de la calle Preciados de Madrid durante el confinamiento. (EFE/Kiko Huesca)
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La pandemia del coronavirus provocó un auténtico terremoto sobre el tejido productivo español. Muchas empresas bajaron la persiana para no abrirla más ante las restricciones impuestas para frenar el coronavirus. Dos años después, la recuperación económica y del empleo ha sido muy intensa, pero España todavía no ha podido reponer todo el tejido productivo perdido.

El número de empresas registradas en la Seguridad Social (acto imprescindible para dar de alta a los trabajadores) en febrero era de 1,314 millones, lo que significa que en estos dos años de pandemia España ha perdido casi 10.300 empresas. En datos agregados, se ha perdido el 0,8% de las empresas. Esta cifra puede parecer menor, pero cada décima es muy relevante, ya que la variación del número de empresas suele ser muy lenta. Por ejemplo, en el año 2019, cuando España estaba en plena fase de crecimiento económico, se crearon 6.200 empresas.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Armando Babani)

Eso significa que esta diferencia, que puede parecer insignificante, de una pérdida neta del 0,8% de las empresas realmente es un duro golpe para España. Es la consecuencia del gran cierre de empresas que se produjo durante el ‘gran confinamiento’: en apenas dos meses, echaron la persiana más de 100.000 empresas. En ese momento, la mayor preocupación era que la destrucción de tejido productivo condenase el país a una crisis larga con una recuperación lenta y llena de incertidumbre.

Finalmente, ese temor no se ha cumplido y España ha recuperado ya el 90% de las empresas cerradas. A partir de aquí, queda un largo camino para cerrar la brecha, sobre todo en un contexto económico tan delicado como es el de una guerra. ¿Quién se atreverá a abrir una empresa en un escenario de tanta incertidumbre y con la inflación disparada?

Una cuestión relevante es que el empleo se ha recuperado mucho más rápido que el número de empresas cerradas. Esto es muy importante en términos económicos, porque indica que una parte de las empresas perdidas eran microempresas con baja rentabilidad o en una situación financiera delicada, que han liberado cuota de mercado que ha sido capitalizada por las grandes empresas. De hecho, la gran empresa ha creado prácticamente la totalidad del empleo desde el estallido de la pandemia. Para España, lo importante ahora no es tanto recuperar todas las empresas que cerraron, sino tener un tejido productivo más sólido y rentable, con capacidad para invertir y mejorar la productividad.

Un impacto desigual

El golpe de la crisis sobre el tejido productivo ha sido muy desigual por sectores y también por territorios. Hay cinco comunidades autónomas que ya han conseguido cerrar el círculo y tienen ya más empresas funcionando que antes de la pandemia. Estas regiones son Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia y Cantabria. El resto sigue sin haber recuperado todo su tejido productivo dos años después del inicio de la pandemia.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (Caroline Blumberg/EFE)

Madrid lidera la recuperación de las empresas con casi 700 empresas más que antes de la pandemia. Este dato tan positivo de la capital contrasta con la evolución más modesta del empleo. Las empresas madrileñas tenían, en febrero, 56.300 empleados más que antes de la pandemia, lo que supone un incremento del 2,2% interanual, una cifra que está en línea con la media nacional, que es del 2%.

Esta rápida recuperación de las empresas en Madrid está influida por el ‘efecto capital’. Cuando una empresa extranjera abre una nueva sucursal en un país, suele optar por la capital, que es donde se concentra el centro económico y político y, lo que es más importante, donde se concentra el capital humano.

De hecho, Madrid ha sufrido un duro golpe por la pérdida del turismo internacional, como otras grandes ciudades europeas o las regiones de costa. Sin embargo, el número de empresas del sector servicios está ya en línea con los niveles precrisis. Esto indica que los servicios de alto valor añadido son quienes están sosteniendo el tejido productivo en Madrid, lo que supone la mejor noticia posible para cualquier región: empresas innovadoras e inversoras.

De hecho, el sector que más empleo ha creado desde el estallido de la pandemia ha sido el de información y comunicaciones (TIC), que tiene un 11% más de afiliados que antes del coronavirus. La concentración de las 'startups' en Madrid explicaría sus buenos datos de creación de empresas.

Foto: Manifestación de pensionistas en Bilbao. (EFE)

Si se compara Madrid con Barcelona, se observa la gran diferencia que sigue habiendo entre las dos grandes ciudades del país. La provincia de Barcelona ha perdido más de 1.200 empresas en este periodo. Un duro golpe que es más evidente en el sector servicios, con nada menos que 1.100 empresas perdidas. Si se analiza el número de trabajadores empleados en las empresas, Cataluña apenas tiene un 0,8% más que antes de la pandemia, un crecimiento que es menos de la mitad que el de Madrid. Estos datos confirman que la brecha entre las dos regiones se sigue ampliando a favor de Madrid.

Las otras comunidades que han recuperado ya el número de empresas activas que tenían antes de la pandemia son regiones con baja dependencia del turismo internacional y una elevada presencia del sector primario. Son Andalucía, Castilla-La Mancha o Murcia, las regiones que menos sufrieron durante la pandemia porque su sector agrícola se mantuvo en funcionamiento.

Los peores datos de España se concentran en los archipiélagos, como es lógico dada su dependencia del turismo internacional. En Canarias, se ha perdido el 2,8% de las empresas, y en Baleares, el 1,1%. Pero también destaca para mal la cornisa norte y este de España, donde la pandemia se ha sumado a la despoblación, provocando que la recuperación esté siendo mucho más lenta. Además, sufren la agravante de los parones en la industria de los últimos meses provocados por los cortes de suministro de materias primas y semiconductores y el elevado precio de la energía.

De hecho, la peor provincia de España es Lugo, que ha perdido el 3,5% de sus empresas. Álava, Ourense, Palencia, Burgos, Teruel o Vizcaya también se encuentran entre las más afectadas de España. Por si fuese poco, su recuperación volverá a sufrir otro revés como consecuencia de la guerra en Ucrania.

La pandemia del coronavirus provocó un auténtico terremoto sobre el tejido productivo español. Muchas empresas bajaron la persiana para no abrirla más ante las restricciones impuestas para frenar el coronavirus. Dos años después, la recuperación económica y del empleo ha sido muy intensa, pero España todavía no ha podido reponer todo el tejido productivo perdido.

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