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Febrero confirma que el empleo se frena, pero la contratación indefinida se dispara a máximos
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317.000 contratos indefinidos

Febrero confirma que el empleo se frena, pero la contratación indefinida se dispara a máximos

Entre enero y febrero se perdieron 130.000 empleos, lo que supone 10.000 puestos de trabajo perdidos más que en los mismos meses del anterior ciclo expansivo (2014-2019)

Foto: Imagen de un trabajador de la construcción. (EFE)
Imagen de un trabajador de la construcción. (EFE)

El mercado laboral ha comenzado el año con una gran transformación provocada por la reforma laboral. Los datos correspondientes al mes de febrero y publicados este miércoles por los ministerios de Seguridad Social y Trabajo muestran que la contratación indefinida se ha disparado a máximos históricos, pero la recuperación del empleo ha sufrido una brusca desaceleración que lleva al mercado de trabajo a crecer a un ritmo inferior al del anterior ciclo expansivo. Entre los meses de enero y febrero España ha destruido 130.000 empleos. El final de la campaña de Navidad siempre es complicado para el mercado laboral, pero este año la pérdida de empleo es de 10.000 personas más que en el anterior ciclo expansivo de la economía española (años 2014 a 2019).

Este dato contrasta con las cifras registradas desde el final del estado de alarma. Por ejemplo, en noviembre la creación de empleo fue de casi 85.000 afiliados más que en el promedio del anterior ciclo expansivo, y en octubre fueron otros 77.000 más. Esto no significa que la recuperación del empleo se haya terminado, pero sí que ya se ha agotado el gran despegue del empleo posterior al final del estado de alarma. La desaceleración del empleo era previsible, ya que el 'efecto reapertura' no podía durar eternamente, pero sorprende que haya desaparecido de forma tan brusca. Es posible que la nueva ola del virus, que comenzó en el mes de diciembre, contribuyese al parón de la recuperación. Sin embargo, esa tendencia de diciembre se mantiene todavía en febrero, cuando ya no hubo prácticamente restricciones.

En el mes de febrero se crearon 67.000 empleos en el tradicional rebote posterior a la cuesta de enero; sin embargo, esta cifra es también inferior a la del anterior ciclo expansivo, cuando se creaban casi 71.000 empleos en febrero. La serie desestacionalizada también apunta a esta desaceleración del empleo, aunque en febrero el Ministerio de la Seguridad Social ha actualizado los datos con efecto retroactivo, bajando el dato de enero y, por tanto, dando un mayor crecimiento al mes de febrero. En concreto, con la serie nueva, la creación de empleo en febrero habría sido de 38.000 nuevos afiliados y con la antigua serían apenas 20.000 afiliados más. En cualquier caso, ambas cifras se quedan muy lejos de los más de 100.000 empleos mensuales creados de media desde el final del estado de alarma hasta diciembre.

Foto: Foto: iStock.

Dos años de pandemia

En febrero se completan dos años desde el estallido de la pandemia, lo que permite hacer una revisión de la evolución del empleo durante la crisis. En este periodo, España ha incorporado a 444.000 afiliados más, lo que supone casi medio millón adicional a los que existían antes de la pandemia. En concreto, en febrero fueron casi 19,7 millones de cotizantes en España, el mayor dato en un mes de febrero de toda la serie histórica.

Si se tiene en cuenta que entre marzo y abril de 2020 se destruyeron más de un millón de empleos, la recuperación ha sido la mayor de toda la serie histórica. De hecho, es previsible que este año 2022 se supere la cota nunca alcanzada de los 20 millones de afiliados si la situación no se complica por la guerra en Ucrania o por una nueva ola del virus que afecte a la recuperación del turismo.

El perfil del empleo ha registrado importantes cambios por sectores. Las actividades relacionadas con el ocio y el turismo siguen lejos de volver a los niveles previos a la pandemia. Es el caso, por ejemplo, de la hostelería, que tiene todavía 83.000 afiliados menos que antes de la pandemia, o el sector de las actividades culturales y recreativas, que ha perdido más de 7.500 empleados. También hay otros sectores en crisis estructural que siguen agonizando. El más evidente es el de la banca, que prosigue con su consolidación y reducciones de plantilla: en estos dos años de pandemia ha perdido casi 12.000 cotizantes. También el sector de trabajadores del hogar sigue en caída libre con 1.700 afiliados menos. En este sector, los cambios normativos de los últimos años han desincentivado el uso de este tipo de contratos y estos trabajadores han transitado hacia el Régimen General.

Por el contrario, la creación de empleo ha sido muy intensa en el sector público y en actividades de la educación y la sanidad (en las que también participa el sector privado). En estos dos años de pandemia, la sanidad ha sumado 142.000 nuevos cotizantes, esto es, un tercio del total del nuevo empleo. La educación ha incorporado a más de 65.000 efectivos para reforzar sus plantillas ante la pandemia. Y el resto de actividades del sector público han sumado otros 75.000 afiliados más.

Al margen de las actividades relacionadas con la pandemia y el sector público, hay dos sectores que han crecido especialmente durante la pandemia y que son el futuro del empleo en el mundo: las actividades relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación y las actividades de profesionales, científicos y técnicos. En definitiva, los servicios de alto valor añadido. En el caso de las TIC, la creación de empleo acumulada durante la pandemia supera los 57.000 afiliados, mientras que las actividades profesionales, científicas y técnicas suman 56.000 cotizantes más.

Una de las claves de la recuperación del empleo son los ERTE, que permitieron minimizar la destrucción de puestos de trabajo y acelerar la reincorporación de los trabajadores. En los peores momentos de la pandemia, hubo más de 3,5 millones de trabajadores protegidos por estos expedientes temporales; en febrero, quedaban apenas 119.000 trabajadores (media del mes).

La noticia negativa es que la reincorporación de los trabajadores en ERTE se ha frenado en seco desde mediados de diciembre y todo apunta a que la bolsa de trabajadores que quedan en ERTE tienen ya muy difícil reincorporarse a su empleo si aún no lo han hecho dos años después del estallido de la pandemia. La mitad de estos están con una suspensión parcial de la actividad, de modo que trabajan algunas horas al día, mientras que el resto sigue sin hacer nada de trabajo. Un tercio de todos estos trabajadores están incluidos en procesos formativos, una de las exigencias que introdujo la Seguridad Social para mantener las exoneraciones en la última prórroga de los ERTE.

El mercado laboral ha comenzado el año con una gran transformación provocada por la reforma laboral. Los datos correspondientes al mes de febrero y publicados este miércoles por los ministerios de Seguridad Social y Trabajo muestran que la contratación indefinida se ha disparado a máximos históricos, pero la recuperación del empleo ha sufrido una brusca desaceleración que lleva al mercado de trabajo a crecer a un ritmo inferior al del anterior ciclo expansivo. Entre los meses de enero y febrero España ha destruido 130.000 empleos. El final de la campaña de Navidad siempre es complicado para el mercado laboral, pero este año la pérdida de empleo es de 10.000 personas más que en el anterior ciclo expansivo de la economía española (años 2014 a 2019).

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