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¡Suban los impuestos! El FMI avisa: sin más recursos, Europa se queda atrás
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EL FONDO RECLAMA MAYOR PRESIÓN FISCAL

¡Suban los impuestos! El FMI avisa: sin más recursos, Europa se queda atrás

Europa corre el peligro de quedarse atrás en la recuperación económica. La receta del FMI pasa por aumentar el gasto público, aunque ello exija subir los impuestos

Foto: Kristalina Georgieva. (EFE)
Kristalina Georgieva. (EFE)
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No son solo las vacunas. O, para ser más precisos, el ritmo de vacunación de los 446 millones de europeos. Si algo queda claro tras el informe de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), es que la recuperación de la actividad económica en la Unión Europea (UE) será más lenta respecto de EEUU, Japón y, por supuesto, China.

Las causas son variadas: envejecimiento, productividad, dificultades de la estructura productiva para ajustarse a las condiciones de mercado o fragmentación política, que hace que la toma de decisiones sea más lenta. Hay muchas razones más, pero hay pocas dudas de que todas las causas del ‘mal europeo’ —también el tener que sostener un estado de bienestar del que otros carecen— vienen de lejos y no pueden achacarse a la actual nomenclatura de Bruselas, pero sí que hay un argumento que tiene que ver con decisiones actuales. Europa, y en particular algunos países, entre ellos España, se ha quedado atrás en la política fiscal para combatir la pandemia económica, como han puesto de relieve estudios como el de Funcas.

Desde luego, lejos de EEUU, China o Japón, cuyos gobiernos han sido menos timoratos. Y lo que no es menos relevante, han sido capaces de trasladar ya a las economías reales ingentes cantidades de dinero. En Europa lo ha hecho, por el momento, el BCE, pero lo cierto es que el gran paquete de ayudas, los fondos Next Generation, sigue sin distribuirse casi ocho meses después de su aprobación por el Consejo Europeo (julio de 2020).

Foto: La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. (EFE)

No es de extrañar, por eso, que mientras el FMI haya revisado al alza sus previsiones de enero para EEUU (1,3 puntos de PIB para este año), China (0,3%) y Japón (0,2%). En el caso de la eurozona, la revisión también se produce, pero a la baja si se compara con las estimaciones de otoño. En concreto, -0,8 puntos porcentuales, lo que indica que las principales economías del Viejo Continente tienen un problema. Y no es pequeño. Un problema que no es solo fruto de la pandemia.

El FMI, de hecho, estima que en 2026, cuando el virus, previsiblemente, esté ya en la memoria, el área del euro crecerá apenas un 1,3%, solo por encima de Japón (0,5%), cuyas patologías son muy parecidas a las de Europa, salvo en el plano político.

Una desventaja

Japón es un Estado integrado, mientras que la UE está todavía lejos de serlo, lo que es una desventaja en un mundo tan competitivo en el que las decisiones de política económica hay que tomarlas con enorme diligencia. Entre otras razones, porque la UE (con Alemania a la cabeza) es el primer exportador del mundo, lo que la hace muy dependiente de la demanda externa, hoy debilitada por las restricciones a la movilidad. Y lo que es peor, tampoco la demanda interna (consumo público, privado e inversiones) es capaz de tirar de la economía de una forma intensa.

¿El resultado? La eurozona y Reino Unido (por cuestiones más complejas que también hay que vincular al Brexit) no recuperarán los niveles de PIB previos a la pandemia hasta 2023. Justo lo contrario que en EEUU, que ya en el primer semestre de 2021 habrá vuelto a los niveles de 2019, mientras que Japón lo hará en la segunda mitad. En China, ya hace tiempo que están por encima y hoy, como recuerdan los analistas de CIMD Intermoney, su banco central recomienda a los agentes económicos “moderar el crecimiento del crédito” para evitar burbujas en los mercados financieros.

La diferencia está, como sugiere el FMI, además de razones más complejas vinculadas a las diferentes estructuras de cada región, en el volumen de ayudas. Y es por eso por lo que los garantes de la ortodoxia del sistema económico rompen una lanza en favor de algo tan impopular como subir impuestos. No es que sus economistas hayan perdido el juicio, sino que, en un contexto como el actual, Europa corre el riesgo de quedarse atrás frente a sus socios comerciales. O lo que es lo mismo, el planeta atisba una recuperación a dos velocidades en que la UE lleva todas las papeletas de perder. Claro está, salvo que sea más ambiciosa en sus políticas de estímulo.

Foto: Acto de precampaña de Ángel Gabilondo (i) y Pedro Sánchez (d). (EFE) Opinión

¿En qué se traduce eso? Según el FMI, y es textual, “las economías avanzadas pueden incrementar la progresividad de la tributación del ingreso y aumentar el recurso a impuestos sobre sucesiones/donaciones y la tributación inmobiliaria”. Lo firma, hay que recordarlo, el FMI en su Monitor Fiscal de abril de este año, en el que, además, sugiere que “pueden considerarse contribuciones para la recuperación del covid-19 e impuestos sobre beneficios empresariales ‘excesivos”. Para no dejarse nada en el tintero, sugiere una última propuesta: “Pueden plantearse también impuestos sobre el patrimonio si las medidas anteriores no son suficientes”.

Hay que repetirlo. El informe lo suscribe el FMI en un documento oficial, y para apoyar su tesis se recuerda que un reciente estudio sugiere que, si un miembro del hogar enferma de covid-19 o pierde su empleo, la probabilidad de estar a favor de la tributación progresiva aumenta en 15 puntos porcentuales.

La conclusión que saca es nítida: subir los impuestos de forma selectiva no solo puede ser eficaz en términos económicos, sino también políticos. Como recuerda el FMI, “satisfacer la creciente demanda de servicios públicos básicos y de políticas más inclusivas es fundamental para que las autoridades económicas fortalezcan la confianza pública y respalden la cohesión social”. También para no perder el tren de la recuperación.

No son solo las vacunas. O, para ser más precisos, el ritmo de vacunación de los 446 millones de europeos. Si algo queda claro tras el informe de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), es que la recuperación de la actividad económica en la Unión Europea (UE) será más lenta respecto de EEUU, Japón y, por supuesto, China.

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