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El gráfico que demuestra que los países descentralizados crecen más y mejor
  1. Economía
Su PIB va más rápido y con mayor cohesión

El gráfico que demuestra que los países descentralizados crecen más y mejor

La AIReF prueba que los estados centralizados tienen más problemas para conseguir la convergencia económica dentro de su territorio y para mantener el ritmo de su PIB

Foto: Los presidentes de España, Mariano Rajoy, Francia, Emmanuel Macron, y Alemania, Angela Merkel. (EFE)
Los presidentes de España, Mariano Rajoy, Francia, Emmanuel Macron, y Alemania, Angela Merkel. (EFE)

"Hay que acabar con las comunidades autónomas". Este es uno de los tópicos que más se repiten en las discusiones sobre la eficiencia del gasto público en España, pero en rara ocasión va acompañado de datos que lo respalden. Para romper prejuicios, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha profundizado en el estudio del nivel de desarrollo que consiguen los países más descentralizados y los datos son reveladores. Los grandes países europeos más descentralizados han conseguido niveles de crecimiento y convergencia interna más intensos que los estados centralizados durante las últimas décadas.

Los datos demuestran que los países más cohesionados son los que han conseguido cotas de crecimiento mayores durante las últimas décadas. Es comprensible que sea así, ya que si todas las regiones están desarrolladas por igual, aportan más al PIB nacional y generan inercias positivas sobre el crecimiento del país. España es uno de los países que han vivido un proceso de descentralización más intenso desde la Transición, ¿hasta qué punto ha sido positivo?

Foto: El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la reunión en Génova con los barones populares. (EFE)

Los datos expuestos por el presidente de la AIReF, José Luis Escrivá, en su comparecencia en la comisión para la evaluación y la modernización del Estado autonómico del Congreso, son elocuentes. Los países europeos más descentralizados son los que más han avanzado en la convergencia de sus diferentes regiones, mientras que los centralizados lo han tenido mucho más difícil, e incluso han sufrido procesos de divergencia. Un solo gráfico sirve para demostrar esta afirmación.

placeholder Convergencia regional.
Convergencia regional.

Este gráfico combina dos variables: el crecimiento del PIB entre 2000 y 2015 y el PIB per cápita de 2000, y cada punto muestra dónde se encuentra cada comunidad autónoma (región). Así, los puntos que se sitúan más a la izquierda y arriba representan regiones con un nivel de PIB per cápita de partida más bajo, pero que han crecido más en los últimos 15 años. Por el contrario, cuanto más a la derecha y abajo se encuentran, son regiones que partían de un nivel de PIB per cápita más alto y cuyo crecimiento ha sido más modesto. Las distintas líneas de puntos muestran la tendencia de diferentes países europeos. Cuanto mayor es su pendiente negativa (línea descendente), mayor es el nivel de convergencia que han conseguido desde el año 2000 y viceversa.

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Ahora que el gráfico está comprendido, ¿qué conclusiones se pueden extraer? Básicamente dos. La primera es que los países más descentralizados, como son Alemania o Austria, han conseguido avanzar más en la convergencia económica de sus regiones. Si se mantiene la tendencia vivida entre 2000 y 2015, Alemania y Austria tardarían 60 años en conseguir una convergencia casi total dentro de su territorio. En el caso de España, tardaría unos 77 años, mientras que Italia va camino de la divergencia, lo que muestra que cada vez hay más distancia entre las regiones ricas y las pobres.

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La segunda conclusión que se extrae del gráfico es que los países más descentralizados crecen más rápido (su línea de puntos está más arriba en el gráfico). Al menos así ha sido durante los últimos 15 años. Alemania y Austria se han movido en tasas de crecimiento anual del entorno del 3%, mientras que España se ha situado entre el 2% y el 2,5%. Por el contrario, Italia, que ha vivido un proceso de divergencia regional, apenas ha conseguido crecer un 1% anual desde el año 2000.

Los modelos descentralizados tienen un potencial considerable, pero requieren un grado de sofisticación institucional mayor

España ha vivido un intenso proceso de descentralización desde la Transición que lo ha llevado a ser uno de los países con mayores competencias transferidas a comunidades y ayuntamientos. Por ejemplo, en materia de gasto público, España es el cuarto país de la Unión Europea (con los 15 países que eran miembros en el año 2000) con mayor porcentaje de gasto transferido a las administraciones subnacionales (comunidades autónomas y ayuntamientos).

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Gasto.

Este sistema ha sentado una base institucional positiva para el crecimiento y la integración económica, pero todavía queda mucho para conseguir un nivel de sofisticación equivalente al que tienen Alemania o Austria. España está "jugando en la liga de los países que mejor lo han hecho desde el punto de vista de crecimiento y de cohesión", ha explicado Escrivá en el Congreso. La descentralización ha sido positiva para la economía del país, sin embargo, "el potencial que puede haber desde el punto de vista de la eficiencia económica y el bienestar de los ciudadanos no se ha explotado como debería", señala el presidente de la AIReF.

España ya tiene una descentralización muy grande, no creo que haya que profundizar ahí, sino gestionarla mejor

Ese es el problema de España, que todavía tiene mucho camino por delante para perfeccionar el sistema actual. "Los modelos descentralizados tienen un potencial considerable, pero requieren un grado de sofisticación institucional mayor", advierte Escrivá. Al contrario que ocurre en Alemania o Austria, en España se asiste frecuentemente a una pelea de competencias entre administraciones, a negociaciones bilaterales opacas que no se centran en el bien común, a la pérdida de los beneficios de las economías de escala, etc. En definitiva, la eficiencia que consigue España de su descentralización es baja, por lo que no hay hueco para la autocomplacencia.

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Escrivá ha recomendado a los diferentes grupos políticos que el futuro sistema autonómico debería centrarse en avanzar hacia la multilateralidad, para que todas las administraciones se sientan partícipes de las decisiones del país, y hacia la clara delimitación del ámbito competencial de cada una de ellas. "España ya tiene una descentralización muy grande, no creo que haya que profundizar ahí, sino gestionarla mejor, con instituciones más desarrolladas", ha señalado el presidente de la AIReF.

"Hay que acabar con las comunidades autónomas". Este es uno de los tópicos que más se repiten en las discusiones sobre la eficiencia del gasto público en España, pero en rara ocasión va acompañado de datos que lo respalden. Para romper prejuicios, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha profundizado en el estudio del nivel de desarrollo que consiguen los países más descentralizados y los datos son reveladores. Los grandes países europeos más descentralizados han conseguido niveles de crecimiento y convergencia interna más intensos que los estados centralizados durante las últimas décadas.

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