La industria europea recupera los niveles de 2008, pero España sigue un 14% por debajo
El sector industrial europeo regresa a los niveles de producción que tenía antes de la quiebra de Lehman Brothers. En España, solo el sector de bienes de consumo está cerca de lograrlo
El estallido de la crisis financiera global cerró el grifo del crédito a las empresas y provocó cierres masivos de compañías. Hasta aquí nada nuevo. Lo importante es que, casi una década después, la industria europea vuelve a levantar la cabeza. En agosto se superaron por primera vez los niveles de producción que se obtuvieron en septiembre de 2008, mes en el que quebró Lehman Brothers y extendió la crisis financiera al resto del mundo.
Tanto la Unión Europea como la eurozona consiguieron este hito en agosto, justo nueve años después. Por el camino queda una profunda crisis que hizo temblar los cimientos del euro y una recuperación desigual que deja a algunos países en una posición mucho más confortable de la que tenían hace una década y a otros en la cuneta, muy lejos de los niveles de vida y producción de los que disfrutaban en 2007.
Uno de los estados más damnificados es España, cuya industria sale de la crisis muy mermada. El país ha conseguido recuperar los niveles de PIB que tenía antes de la crisis, pero lo ha hecho gracias al tirón del sector servicios, espoleado por los datos históricos del turismo. Sin embargo, la recuperación del tejido industrial ha sido lenta y lo sigue siendo.
España empezó a sentir las consecuencias de la crisis antes incluso del estallido de Lehman Brothers, a pesar de que desde el Gobierno se insistía que todo iba bien. La famosa “desaceleración” que tanto repitió José Luis Rodríguez Zapatero fue tal que en el año 2008 la producción industrial se desplomó un 20%, mientras que en el conjunto de la eurozona cayó un 12,7%, casi la mitad (todos los datos ajustados de calendario y estacionalidad para que sean comparables).
Fue el peor año de la historia reciente para España en términos de producción industrial, un escenario del que todavía no se ha recuperado el país. La consecuencia es que entre la primavera de 2007 y la de 2009 se perdió un cuarto de la producción industrial en España, diez puntos peor que en el conjunto de Europa.
Entre la primavera de 2007 y la de 2009 se perdió un cuarto de la producción industrial en España, diez puntos peor que Europa
Y lo peor no había pasado. En 2011 el país fue víctima de la crisis de los países periféricos. El crédito a las empresas se cerró por completo y terminó por hundir la inversión. Durante ese año fue extraño ver un solo proyecto empresarial en el sector secundario. Desde el inicio de 2011 hasta finales de 2012 la producción industrial cayó otro 12%, mientras que en el conjunto de Europa apenas cayó un 5%.
Una recuperación tortuosa
En julio de 2012 todo cambió para Europa con una sola frase del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. “Haré todo lo que sea necesario para preservar el euro”, dijo, y las tensiones en los mercados empezaron a remitir. A partir de ese momento, la entidad levantó toda una arquitectura de estímulos monetarios que llevó a los tipos de interés a mínimos históricos y reanimó el crédito a familias y empresas. Fue la base de la recuperación de los países periféricos y España fue uno de los más beneficiados.
Con esta política pudo retornar la inversión empresarial y industria empezó a recuperarse. Desde el año 2013, la producción del sector secundario ha crecido algo más de un 11% en España y un 10% en el conjunto de la eurozona. Una recuperación muy similar que ha impedido a España cerrar el 'gap' de producción abierto con el resto de Europa. Lo peor es que la brecha se está volviendo a abrir en los últimos meses. El último dato disponible, de agosto, muestra que en España la producción industrial crece a ritmos del 2%, mientras que en la eurozona alcanza el 3,5% y en la Unión Europea, el 3,8%.
A este ritmo, España no alcanzará el nivel de producción previo a Lehman Brothers hasta el año 2025. Una situación que contrasta con la de los países del este y el centro de la eurozona, que hace meses que lo lograron. Alemania, por ejemplo, produce en la actualidad un 8% más que antes de septiembre de 2008; Portugal, un 3% más; Austria, un 11% y Bélgica, un 12%. Hay otros países del entorno de España que todavía no se han recuperado, pero están cerca. Tal es el caso de Francia, que está un 6% por debajo; Holanda, un 8% o Italia, con un 11%.
Los datos de producción industrial incluyen manufacturas, pero también extracción de minerales y producción de energía. Si se tiene en cuenta solo el sector manufacturero, los datos son muy similares. La eurozona en su conjunto produce un 2% que antes de Lehman Brothers y la Unión Europea, un 4% más, mientras que España sigue un 14% por debajo.
La industria que mejor se ha recuperado en España es la de bienes de consumo no duradero, esto es, alimentación y bebidas, textil, limpieza, farmacia, tabaco, etc. Sin duda la recuperación de la demanda de los hogares ha tenido una influencia decisiva en la recuperación de este sector, pero lo más importante ha sido que durante la crisis apenas destruyó el 13% de su producción, lo que contrasta con el 30% del conjunto de la industria. De este modo, hoy está a menos de un 2% de recuperar los niveles previos a la caída de Lehman Brothers.
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La peor parte se lo ha llevado la industria de bienes de consumo duradero, que produce actualmente casi un 50% menos que antes de la crisis. Se trata de un sector de alta tecnología y valor añadido, ya que contabiliza la producción de productos electrónicos, vehículos y muebles y otros aparatos para el hogar. Este sector se desplomó al inicio de la crisis y sigue lejos de recuperarse, todo a pesar de las inversiones de la industria del automóvil. Con la crisis se destruyó casi el 60% de la producción y, desde entonces, se ha recuperado tan lentamente que apenas se percibe la mejora.
El estallido de la crisis financiera global cerró el grifo del crédito a las empresas y provocó cierres masivos de compañías. Hasta aquí nada nuevo. Lo importante es que, casi una década después, la industria europea vuelve a levantar la cabeza. En agosto se superaron por primera vez los niveles de producción que se obtuvieron en septiembre de 2008, mes en el que quebró Lehman Brothers y extendió la crisis financiera al resto del mundo.
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