El paso adelante de Alcaraz que reventó el partido contra Rublev y disparó su confianza

Carlos Alcaraz llegó al trascendental choque frente al ruso Andréi Rublev con la confianza seriamente tocada. Las últimas derrotas cosechadas en el tramo final de la temporada, el cansancio acumulado y el lenguaje corporal negativo del tenista español habían mermado su autoestima. Una situación incómoda que había generado que los momentos claves se decantaran para el lado de sus rivales.

Sin embargo, en el día en que se jugaba quedarse con un pie fuera de las ATP Finals de Turín, el deportista español sacó a la luz su mejor tenis para abrasar al ruso con una contundente victoria y seguir vivo en el torneo. Después de varias semanas de zozobra, Carlos Alcaraz demostró una mentalidad de hierro para crecer durante el encuentro y noquear a su rival por 7-5 y 6-2, en apenas 74 minutos.

Rublev terminó frustrado, fuera del partido por su desastrosa gestión emocional y sobrepasado por la sabiduría competitiva de Alcaraz. Era el primer enfrentamiento entre Rublev y el español y, para colmo, se jugaba en una pista rapidísima que claramente favorecía al ruso, más acostumbrado a jugar en este tipo de superficies durante toda su carrera. No lo notó Alcaraz, que nunca se salió del encuentro ni se desesperó, siempre madurando el partido y esperando su momento.

El intercambio de saques, con ambos brillando a gran nivel y sin apenas opciones para el restador, duró hasta el final del primer set. Ahí fue cuando Alcaraz emergió, levantando el puño en alto y mirando a su banquillo. El español se transformaría en un muro y tendría el don de la determinación para golpear con dureza y efectividad. Siempre en el momento justo.

No le afectó el primer juego a cero que le propinó Rublev. Es más, se lo devolvió de la misma manera para el 4-4 con saque potente y subiendo a la red, síntoma del paso hacia adelante que había protagonizado en el partido. Rublev sintió la tensión y cometió su segunda falta doble. El murciano daría la razón a Rublev, que en la previa había asegurado que "Medvedev mata lentamente, disfrutando del momento y tomándose su tiempo, mientras que Alcaraz te destroza de inmediato, sin que te des cuenta".

Alcaraz desarmó a Rublev

El ruso salvó la primera bola de break y, acto seguido, se colocó por delante de Alcaraz con el 4-5 favorable a los intereses del ruso. El español salvaría esa situación y no se pondría nervioso, al contrario de Rublev. Su rival empezó a estar más rígido, cambiar el semblante y no pudo cerrar los puntos tan rápido como le hubiese gustado. En la segunda oportunidad de bola de break, Alcaraz le rompió el saque a su contrincante tras desarmarlo con una derecha cruzada demoledora.

Ganar el primer set y desarbolar a Rublev significó esbozar una sonrisa para Alcaraz y desesperar al ruso, cuya mirada se perdió en la pista. Fue el punto de inflexión definitivo. Alcaraz había estado concentrado, brillado a un nivel estelar y tenido la madurez para ir trabajando el encuentro. Su rival, de temperamento volcánico, estallaría nada más empezar el segundo set, con el nuevo break de Alcaraz.

Rublev gritó para explotar de rabia. El ruso martilleó su raqueta una y otra vez contra su pierna hasta ver sangre, sabedor de que ya había perdido el encuentro, aunque faltaba por jugarse todo el segundo set. Tras el partido, Rublev resumiría la causa de su derrota en una frase certera: "resulta muy decepcionante no haber sido capaz de gestionar mejor mi frustración".

"No es fácil asumir estas derrotas porque tenía muchas ganas e ilusión en terminar muy bien la temporada. A veces, cuando las cosas no salen, es inevitable decepcionarse y hoy no supe manejarlo", añadió. En esta línea, el ruso remarcaría que "Carlos Alcaraz jugó a un gran nivel" y el español reconocería que "este es el nivel al que necesito jugar". La victoria de Alcaraz le permite reengancharse a la lucha por el paso a semifinales y ahora deberá medirse en un partido decisivo ante Medvedev.