Es noticia
Una derecha a 167 km/h o por qué Carlos Alcaraz necesita sonreír para ganar
  1. Deportes
  2. Tenis
Una derrota nada más comenzar

Una derecha a 167 km/h o por qué Carlos Alcaraz necesita sonreír para ganar

El número dos del mundo no logra despegar en las ATP Finals. Zverev superó a Alcaraz en tres sets y le obliga a no fallar ante Medvedev y Rublev en lo que resta de fase de grupos

Foto: Carlos Alcaraz celebra un punto durante el partido ante Zverev. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
Carlos Alcaraz celebra un punto durante el partido ante Zverev. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Carlos Alcaraz comenzó las ATP Finals 2023 con un tropiezo inesperado. El número dos del mundo era el favorito en su estreno ante Alexander Zverev, séptimo en el ranking del tenis masculino, pero el tenista alemán consiguió remontar el set inicial ganado por Alcaraz para acabar imponiéndose por 7-6, 3-6 y 4.6.

Una dura, durísima derrota para las aspiraciones del español, que ahora se jugará su pase a las semifinales ante los rusos Daniil Medvedev y Andrei Rublev, prácticamente sin posibilidad matemática de clasificarse si es que no gana ambas encuentros.

El tenista entrenado por Juan Carlos Ferrero llegaba al torneo de Turín en un mal momento, pero con la esperanza de remontar para llevarse un título que no está en su palmarés, y que ha supuesto una maldición para el tenis español escenificada especialmente por Rafa Nadal, quien no logró la Copa de Maestros ninguna vez en su carrera.

La fascitis plantar parece estar superada, según aseguró Alcaraz en las jornadas previas a la competición. Con o sin molestias físicas, el nivel ofrecido por el español en su partido contra Zverev fue errático. Sobre todo, en lo relativo a la constancia. Ese aspecto que tanto le está costando encontrar estos últimos meses de año, donde su tenis ha bajado varios escalones desde aquella estupenda heroica victoria en Wimbledon.

Foto: Qué pasa si Alcaraz pierde en las ATP Finals. (Reuters/ Guglielmo Mangiapane)

Alcaraz comenzó el partido cediendo antes de tiempo el primer break de la tarde noche italiana. A Zverev, un tenista con talento ofensivo, un saque prodigioso, pero que ha sido incapaz de conquistar un Grand Slam a sus 26 años, le corría la bola ante las escasas amenazas del español. Charlie se reencontró consigo mismo cuando más apretaba el alemán, gracias a una derecha a 167 kilómetros por hora que golpeó la línea de fondo. Un grito y una sonrisa, y es que esa sonrisa es tan necesaria para Alcaraz como el respirar.

El murciano necesita pasárselo bien para jugar, precisamente, bien. Esto tiene un lado positivo: cuando le empiezan a entrar las pelotas, el público se divierte y Alcaraz entra en trance, dejando los mejores golpes de cada torneo en el que participa. Pero, en un deporte tan mental como el tenis, no ser capaz de sacar adelante los malos momentos es la diferencia entre un tenista de élite y uno de leyenda.

placeholder El encuentro tuvo bastantes detalles de compañerismo. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
El encuentro tuvo bastantes detalles de compañerismo. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Si en algo destacó Rafa Nadal en su tenis es su capacidad de resistencia. Una habilidad innata para sufrir, para devolver las bolas cuando su rival está claramente por delante y jugando aún mejor. Ese saber sufrir, también se aprende. Y Alcaraz, poco a poco, va mejorando, pero en estos últimos meses... La situación es preocupante.

Así se reflejó en los dos últimos sets contra Zverev, donde el español cedió su servicio a las primeras de cambio. Ahora, el todo o la nada. Alcaraz necesita sonreír desde el principio o aprender a soltar derechazos con una mueca en su rostro. Capaz es. Nadie lo duda.

Carlos Alcaraz comenzó las ATP Finals 2023 con un tropiezo inesperado. El número dos del mundo era el favorito en su estreno ante Alexander Zverev, séptimo en el ranking del tenis masculino, pero el tenista alemán consiguió remontar el set inicial ganado por Alcaraz para acabar imponiéndose por 7-6, 3-6 y 4.6.

Carlos Alcaraz