Nadal resiste en la adversidad: evita la remontada de Cachín y alarga su idilio con Madrid (6-1, 6-7 y 6-3)

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Es una resistencia sin impostura, aunque con contratiempos. Es no resignarse a dejar el tenis en una sala de prensa. Es decir adiós en diferido, sin similitudes con Xavi Hernández, porque esta despedida, aunque le duela al público, es real. Es continuar el camino en Madrid con una victoria cargada de suspense, y que rozó el drama, ante Pedro Cachín (6-1, 6-7 y 6-3).

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Nico Almagro predijo que ganaría Roland Garros por los siglos de los siglos, pero podría extrapolarse a la tierra batida. Los rivales son perfectos conocedores de sus limitaciones físicas. Sin embargo, los dolores parece que carecen de importancia para el balear. No es masoquismo, es un mero ejercicio de resiliencia.

Rafa Nadal resiste en la adversidad. No se resigna a ver la cara de perplejidad de sus adversarios, como la de Cachín. A no estar en la pista para apreciar las constantes miradas de los rivales a sus respectivos cuerpos técnicos. A ser consciente de su inferioridad en varios aspectos. A no darse por vencido cuando le acecha el abismo.

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Lo vemos serio, yendo al vestuario en los pequeños descansos. Lo vemos con cara de resignación, lamentándose por el infortunio de no estar en su mejor estado. Lo vemos impasible ante la mejora de Cachín. Lo vemos confuso, pero no hay motivos para alarmarse. Es capaz de resurgir en cualquier momento.

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Un partido muy largo

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Carlos Moyá le pide paciencia. Los partidos son largos. Su box sonríe, como si se tratara de una trampa. De una teatralización ante los enemigos. Cachín tiene en sus manos el segundo set, ha emergido cuando menos se lo esperaba. Y lo consigue, por más que el balear haya rozado la remontada en varias ocasiones, incluso en el tie-break.

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Vemos a Raúl González y a Rudy Fernández celebrar los puntos decisivos más que él. Se niega a no ofrecer espectáculo, a dejar de lado a la afición. Madrid es bonita en primavera, y no hay motivos para marcharse. La tarde amagó con chubascos, en la pista y en el cielo. Pero él mismo se encargó de disiparlos con una de sus remontadas habituales.

Una remontada de las de antes

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Es un partido largo, es una incógnita para su cuerpo. No ha tenido una jornada tan extensa en su regreso. Es competir de nuevo contra los dolores, contra la inercia de creerse poderoso físicamente cuando ya no tiene 20 años.

Rafa Nadal resiste en la adversidad. Cuanto mejor estaba Cachín, apareció su capacidad de superación. El argentino se acercó (y mucho) en el marcador, pero el balear sacó fuerzas, las que tenía y las que no, para ganar el partido. Y para alargar su idilio con Madrid.