"Su motivación está enfocada al ego". Qué esconde el año sabático de Muguruza y su "echo de menos ganar"

Retrocedamos al 30 de enero de 2023. Garbiñe Muguruza cae por 6-1 y 6-4 ante la checa Linda Noskova. Es una muesca más en la peor racha deportiva de la tenista española, que deambula por el circuito sin encontrar sensaciones, acudiendo a torneos menores para intentar remontar, consciente de que su nivel no llega para competir en las grandes pistas. Pero no hay manera. Garbiñe no está. No hay lesión física. Pero necesita parar. Han pasado seis meses desde entonces… Y la otrora número uno del mundo tiene intención de prolongar su descanso mental hasta 2024. “No tengo una fecha de vuelta, pero este año seguro que no, porque quiero estar con mi familia”, aseguró la hispano-venezolana tras recibir la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, catalogando este curso como "un año sabático". El último ejemplo del paso adelante dado por los deportistas en los últimos tiempos: cuidar la salud mental de la misma manera que cuidan su físico.

La decisión de Muguruza no es un hecho excepcional en el mundo del deporte. Existen otros atletas que han desconectado de sus disciplinas por diferentes razones relacionadas con el aspecto mental. Esto "puede marcar la diferencia a la hora de alcanzar el máximo rendimiento deportivo", declaran Fernando Callejo y Carlos Rey, psicólogos cofundadores de UPAD Psicología y Coaching, a El Confidencial. Hasta hace poco este era un tema tabú. Durante demasiado tiempo, prestar atención a este tipo de situaciones era considerado como un síntoma de debilidad.

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Hay deportistas que, durante su carrera, han jugado con sus propios límites mentales para superarse y alcanzar la élite. A otros, precisamente esta competitividad les acabó por pasar factura. ¿Cuál es la frontera? ¿Cuándo se da un paso de más? "Cuando tu vida personal y profesional está muy ligada a un deporte que consideras tu pasión, es muy difícil marcar la línea entre la motivación y la presión, ya que se trata de un trazo tan fino que puede generar el síndrome de Burnout", explican ambos psicólogos. Esa sensación de "estar quemado" puede influir en la autoconfianza y en la autoestima de los atletas, lo que acaba provocando una bajada de rendimiento, colapso físico o ansiedad.

Uno de los casos que más llamaron la atención fue la temprana retirada del icono del fútbol Zinédine Zidane, Balón de Oro y considerado uno de los mejores futbolistas de la historia. Según afirmó en declaraciones a Canal + Francia en 2006, puso fin a su carrera profesional argumentado su cansancio psicológico y una alegría apagada por la crisis deportiva del club madridista y la escasez de títulos. "No quiero empezar otra temporada para jugar como en esta o como en la pasada en la que no se han avanzado los objetivos". A pesar de que le restaba un año de contrato, la ausencia de expectativas para lograr éxitos condujeron al galo a abandonar los terrenos de juego. No era algo físico. Su cabeza había dicho basta. "Hay que dirigir la motivación a la tarea y no al ego. Si se dirige la motivación en función del éxito o el fracaso, de si se gana o pierde un título, la inestabilidad mental está prácticamente asegurada", aseguran las fuentes expertas.

El ejemplo de Naomi Osaka y las duras críticas

Naomi Osaka protagonizó una retirada de Roland Garros en 2021 como consecuencia de la ansiedad que sentía cada vez que tenía que hablar con los medios de comunicación. La nipona anunció en su cuenta de Twitter la decisión tomada mediante el siguiente mensaje: "Creo que lo mejor para el torneo, para otros jugadores y para mi bienestar es que me retire (...) No soy una oradora pública y sufro grandes ataques de ansiedad antes de hablar con los medios de comunicación". Su decisión le valió el calor de la gran mayoría de aficionados, pero también numerosas críticas que la tachaban de no ser suficientemente fuerte mentalmente para el deporte de élite. Como asegura el psicólogo deportivo Unai Arrieta, "las ruedas de prensa son un momento delicado y hay futbolista que no tienen desarrolladas esas habilidades sociales o comunicativas".

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Muguruza ocupó el puesto número uno del ranking WTA en 2017, pero cayó hasta el puesto 206 debido a su ausencia en las pistas desde principios de 2023. La decisión de abandonar por un tiempo el tenis se produjo en enero después de encadenar su cuarta derrota consecutiva del año. El último triunfo se produjo el 21 de septiembre del año pasado frente a la griega Papamichail, con un resultado de 6-4 y 6-2, en los octavos de final del torneo de Tokio. Una sequía dura y que acabó pasándole factura.

"No echo de menos la competición, pero ganar sí", dijo Garbiñe Muguruza tras recibir la Medalla de Oro. Esta afirmación contiene un trasfondo importante, como los especialistas han comentado: "Posiblemente, vivir la competición más orientada al éxito y no tanto a las sensaciones de mejora que genera, puede ser que le haya afectado a su confianza". Con indiferencia de la razón principal que ha hecho a Garbiñe optar por alejarse de la raqueta, este tipo de decisiones en la carrera de un deportista de élite no se toman a la ligera, están consensuadas con sus equipos, entorno, familia, etc. Arrieta insiste en que "el cuerpo y la mente van juntos; cuando se dan situaciones de irritabilidad, lesiones físicas, problemas de sueño… son señales de que hay que levantar el pie del acelerador y descansar".

Alejada de las pistas, Muguruza se encuentra en el camino hasta la recuperación. La tenista disfruta del día a día junto a su familia y amigos. Atraviesa un momento dulce en lo más íntimo, tras confirmar su boda con Arthus Borges, su pareja desde hace dos años. La familia es para ella un apoyo fundamental y su refugio y "pasar tiempo con ellos, está siendo realmente saludable y sorprendente", apunta la hispano-venezolana.

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Aunque la raqueta no es la prioridad para Garbiñe, eso no significa que su carrera haya acabado. Solo es una pausa: "Ganar el Open de Australia, el US Open, una medalla olímpica, la Copa Federación... Todavía me queda mucho, hay muchos trofeos que levantar". No es un adiós, esto es un hasta luego. Algunos partidos se juegan fuera de la pista.