Bouza: "Nunca pediré a un jugador que venga a la Selección porque tiene que ser un orgullo"

A sus 50 años y con 37 caps con Argentina, el rosarino Pablo Bouza acaba de tomar las riendas de la Selección Española de rugby. Su objetivo es acudir a la próxima Copa del Mundo que se celebra en Australia en 2027. Para ello aspira a formar un grupo con los mejores jugadores, incluidos los que juegan en Francia. Como sus predecesores en el cargo, no lo tendrá fácil.

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PREGUNTA. Desde hace tres meses, usted ya es de forma oficial el seleccionador español de rugby. ¿Le ha dado ya tiempo a hacer ya un diagnóstico aproximado de la situación?

RESPUESTA. Aún no. Es muy pronto. Sí te diría que una de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido comprobar que, al contrario de lo que ocurre por ejemplo en Uruguay, el seleccionador está aquí poco tiempo con los jugadores. En otoño acompañé a los Iberians en el partido que disputaron contra los Black Lions en Georgia y a la Selección cuando se enfrentó en España a Canadá. En diciembre también estuve en Francia una semana tratando de hablar con los jugadores que pueden ser seleccionables. Nada más. La idea ahora es tener un panorama claro sobre quiénes pueden venir y cuándo a fin de poder armar un buen equipo junto a los que juegan en España.

P. Pues le queda mucha tarea por delante….

R. Es que la cuestión es tener a los jugadores durante el mayor tiempo posible y ahora mismo todos están inmersos en su competición de División de Honor. La Selección tiene previsto disputar este año diez partidos entre la Rugby Europe Championship y las ventanas de verano y otoño. Nosotros trataremos de aprovechar todas esas semanas previas a los partidos para trabajar con el grupo y conocerle más a fondo. Lo bueno es que, a partir de ahora, con las academias que está abriendo la Federación podremos hacer durante todo el año un seguimiento más efectivo a los jóvenes en la parte física.

P. ¿Comparte el mensaje optimista de su presidente de que España estará presente en el Mundial de Australia de 2027 y de que España ganará al menos un partido?

R. Diría que con las alrededor de 40.000 fichas que tiene el rugby en España, seguro que se puede ser optimista. Eso sí, me parece que todavía queda mucho trabajo por delante. Este Rugby Europe Championship está muy cerca y sin embargo, por muchas fichas que tengas, si no puedes entrenar con los jugadores o hacer una planificación adecuada con ellos, todo resulta más complicado. Y es que puede darse el caso de que una semana antes de un partido te encuentres con jugadores que militan en clubes franceses o españoles a los que no has visto en todo el año y, claro, así no se puede trabajar en grupo.

P. ¿Hay alguna forma de evitar esa fuga de talentos para poder seguirlos más de cerca?

R. Por mi experiencia, hasta ahora, el objetivo prioritario de todos es irse a clubes ingleses o franceses. Tanto a la Federación como a los técnicos lo que nos corresponde es mostrar a los chichos de entre 16 y 18 años que tenemos un proyecto para que se puedan formar en nuestras academias de tal forma que cuando lleguen a los 20 se queden porque han comprobado de primera mano que existe una planificación seria y que se empiezan a ver los resultados tanto en el aspecto físico o técnico como en el de formarles como personas.

P. Por lo que cuenta parece complicado que los técnicos puedan recabar información para saber qué jugadores están en mejor forma física.

R. Muchas veces la puedes conseguir por vídeos o por las plataformas de televisión que retransmiten partidos de la liga francesa, italiana o española. Pero insisto, lo mejor sería que pudiéramos controlar a la mayor cantidad de jugadores para poderlos entrenar, hacer un seguimiento exhaustivo y disponer de ellos cuando nosotros queramos. Lo que ocurre es que eso no va a ocurrir de un día para otro.

P. El rugby español ha pasado por un periodo convulso con dos exclusiones consecutivas de sendos mundiales por motivos extradeportivos y con unos resultados el año pasado bastante pobres. ¿Está España en condiciones de ganar ahora mismo a Países Bajos y a Alemania y de tratar a Georgia de tú a tú?

R. Las descalificaciones fueron por motivos extradeportivos y es algo que hay que tratar de dejar atrás porque ahora se abre una fase donde hay que armar un grupo nuevo con un objetivo claro que no es otro que el de acudir al mundial de Australia. Lo que tenemos que hacer este año es trabajar mucho dentro y fuera de la cancha porque es la única manera posible de obtener luego buenos resultados. Frente a Países Bajos va a ser mi debut como seleccionador y es un partido muy difícil. Que nadie se olvide que el año pasado ganamos 28-20. Los otros dos partidos tampoco van a ser fáciles, así que lo que tenemos que hacer es tratar de llegar en la mejor forma posible y para eso estamos preparándonos.

P. ¿Ha notado cierto desánimo después de hablar con la mayor parte de los jugadores por el fiasco que supuso excluirles del mundial de Francia?

R. Con toda franqueza te digo que no. En cambio sí noté que cada uno tiene una situación distinta con sus propios clubes. Sobre todo los que están en Francia. Allí unos jugadores pasan ahora por momentos que afectan a la renovación de sus contratos, otros que son nuevos y aspiran a consolidarse, y otros que están pensando en irse a otro club. Todo eso dificulta muchísimo que puedan venir.

P. Pues será cuestión de convencerles para que vengan a la Selección…

R. A un jugador no tengo que convencerle de nada. Tiene que venir motu proprio porque le tiene que gustar jugar para España. Cuando hablas con ellos se les puede explicar el plan de trabajo, por dónde van a ir las cosas o el calendario y que luego decidan. Puedo entender que un jugador experimentado o uno nuevo tenga que buscarse la vida porque tiene que poner en la balanza su carrera como profesional o acudir a la llamada de la Selección. Lo que nunca haré es pedirle a nadie que venga por favor a la Selección porque para ellos tiene que ser un orgullo poder jugar con España.

P. ¿Eso mismo no le ocurría en Uruguay?

R. No porque allí controlas al jugador la mayor parte del año. Por ejemplo, el setenta u ochenta por ciento del plantel que acudió al mundial de Francia lo tuvimos diez meses durante los últimos cuatro años. También te confieso que eso provoca que los jugadores se cansen un poco de nosotros.

P. Por citar algún nombre propio de la Selección, ¿seguirá Jon Zabala como capitán?

R. Si está en la convocatoria desde luego que sí. Todo dependerá de los jugadores que vengan. Este año va a ser muy duro porque después del Rugby Europe Championship tenemos en verano la gira y luego otra en otoño por lo que creo que no podremos contar siempre con el mismo grupo.

P. Da la impresión de que cada convocatoria es una especie de Sudoku.

R. Hombre, no es fácil hacerlas. Tenemos que formar un XV con las armas que tengamos y tener claro a qué convocatorias pueden acudir los jugadores que están en Francia. De eso hablamos precisamente cuando nos reunimos con cada uno de ellos el mes de diciembre y lo hemos vuelto hacer ahora a principios de enero, así que más o menos ya sabemos cuándo podrán estar disponibles salvo que medie una lesión, un problema personal o la decisión de su club.

P. Entonces, ¿nadie se ha negado a venir de todos con los que ha hablado?

R. A mí nadie me ha dado un no rotundo, otra cosa es que algunos jugadores, por los acuerdos que tienen con sus clubes, no puedan venir de momento a los partidos que tenemos del Rugby Europe Championship. En las ventanas de verano y otoño, ya se verá. La verdad es que todo resulta complicado.

P. ¿Ni siquiera le han dicho que no los que están o han estado en equipos del TOP 14?

R. Mira, cada caso es distinto, pero ninguno se ha negado. El club donde juega Merkler, que está en la primera lista de 50 jugadores que hemos elaborado, tiene convocados dos pilieres para el VI Naciones y, por lo tanto, le van a necesitar las próximas semanas. Usarraga acaba de cambiar de club (de Castres a Brive) y tratará de afianzarse con ellos por lo que no parece lógico que a corto plazo pueda venir a las convocatorias y Ezeala ya ha fichado para la próxima temporada con el Stade Francais. Él quiere venir pese a que tiene que velar por su futuro. Otra cosa es que pueda hacerlo. Ya se verá.

P. Se habló de la posibilidad de que acudieran a la Selección jugadores con experiencia internacional con otros países que gracias a las nuevas normas elegiblidad ahora podrían jugar con el XV del León. ¿Cuenta con ellos?

R. De momento no. Lo que dije cuando arranqué en el cargo es que no iba a buscar jugadores fuera de España. Cosa bien distinta es que, si uno viene, habla conmigo y tiene la capacidad de jugar con España, bienvenido sea. Pero insisto en que eso no es lo que estamos buscando. Me consta que hay varios jugadores que por temas de abuelos están haciendo los trámites necesarios para poder venir a la Selección. Eso me parece perfecto. Luego ya veremos si son necesarios o no. Lo que les digo es que, primero, nos comuniquen su disponibilidad y más tarde saber cómo son dentro y fuera del campo. Después de eso, ya veremos si sirven.

P. Una de las críticas constantes a las alineaciones de la Selección es la desproporción de jugadores españoles y foráneos lo que perjudica el desarrollo de los más jóvenes. ¿Vd. va a mirar al pasaporte.

R. Lo ideal sería jugar solo con jugadores españoles y que nosotros los pudiéramos entrenar. Ahora mismo la idea es contar tanto con los que llevan muchos con nosotros como con chicos jóvenes. Después de que finalice este año nos meteremos de lleno en la clasificación para la próxima Copa del Mundo, y ya tendremos que empezar a tomar decisiones después de sentarnos a hablar y de decidir qué queremos hacer. No voy a mirar el pasaporte de nadie porque donde más me apoyo es en las opiniones de los tres entrenadores que están trabajando conmigo Miguelón (Miguel Velasco), Valentín Telleriarte y Pedro de Matías.

P. Por un motivo u otro un puesto clave como el de apertura parece que está gafado. Cuentan que en Francia Charly Malié lo está haciendo bien con Béziers. ¿Puede volver a la Selección?

R. Repito que el jugador que quiera venir, bienvenido sea. Lo que tengo claro es que con los que voy a contar por ahora son los que aparecen en esta primera lista de 50 jugadores. Hay dos jugadores sub 20 como Gonzalo Otamendi o Lucien Richards que confío mucho en ellos. Por supuesto que corremos riesgos jugando con chicos tan jóvenes pero hay que adaptarse a lo que uno tiene. Por ejemplo, de 9 tenemos muchas opciones tanto dentro como fuera de España y tomar la decisión de quién juega se hace más complicada.

P. Y ya por terminar. ¿cuál es la mayor diferencia que ha constado entre los jugadores y argentinos y españoles?

R. Verás, el argentino juega desde chico y hace vida de club. Son situaciones distintas. El jugador español busca irse más rápido fuera para mejorar o como medio de vida, mientras que el argentino ya no lo hace. Eso pasaba antes, y eso que todavía vienen muchos a Europa. Lo que ha cambiado es que ahora un jugador de Selección puede tener una carrera durante unos años en Argentina hasta que pega el salto fuera. Aquí, sin embargo, se van muy jóvenes a Francia y les perdemos el control. De ahí la importancia de crear academias para poder estar más encima de ellos, aunque eso va a llevar tiempo. Después, si se quieren ir, perfecto, pero lo mejor es que no los perdamos tan pronto.