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Nueva Zelanda-Sudáfrica o cómo ganar un Mundial para ser el mejor equipo de todos los tiempos
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ENCUENTRO POR EL TRONO MUNDIAL DEL RUGBY

Nueva Zelanda-Sudáfrica o cómo ganar un Mundial para ser el mejor equipo de todos los tiempos

El gran partido del rugby mundial podrá verse en toda una gran final de la Copa Webb Ellis, un partido que solo se dio una vez en la historia con la mítica imagen de Nelson Mandela

Foto: La supremacía del rugby mundial, en juego. (EFE/EPA/Neil Hall)
La supremacía del rugby mundial, en juego. (EFE/EPA/Neil Hall)

En el deporte están los Madrid-Barcelona de fútbol, los Lakers-Celtics de baloncesto, los Nadal-Djokovic de tenis, los Pogaçar-Vingegaard de ciclismo... y el Nueva Zelanda-Sudáfrica. Los All Blacks contra los Sprinboks y, como no podía ser de otra forma, tras más de 50 días en tierras francesas, esta es la final de la copa Webb Ellis.

No es una final cualquiera, es la gran final y, aunque otras selecciones podían partir con el cartel de favoritas, todos los amantes del oval sabían que los de negro y los de verde y oro estarían en la final. Es el momento de desempatar en el palmarés de cetros mundiales, que ahora comparten con 3 entorchados cada uno.

Cómo han llegado a la final, ambos tras perder un partido en la fase de grupos y ser segundos de grupo, puede hasta explicarse desde una perspectiva buscada. Ni unos ni otros querían verse las caras en cuartos de final y quién sabe si el tropiezo estaba hasta medido. Porque son archienemigos, se odian y se necesitan a partes iguales, se detestan y desean destrozar al rival pero, sobre todo, se temen: nadie tiene la dureza física de los sudafricanos y nadie tiene la destreza con el balón de los kiwis.

Si hablamos de precedentes en Copas del Mundo, la única vez que se enfrentaron en una final fue en el primer Mundial que disputaban los sudafricanos, en su tierra natal y con la fuerza de Nelson Mandela. Muchos conocerán la historia por la película Invictus, donde los locales pudieron vencer en la prórroga a los neozelandeses del portentoso Jonah Lomu.

Foto: Lance del partido disputado entre militares. (Cedida por la Selección militar))

Esta temporada, los entrenados por el cuestionado y ya reemplazado Ian Foster, ganaron con solvencia en el Rugby Championship, pero recibieron una brutal paliza justo antes de iniciar el campeonato del mundo en Londres. Así que empate a tres títulos y empate en los partidos de esta temporada: se viene el partido decisivo. Vamos a ver cómo ha sido su camino a la final.

El camino de los 'All Blacks'

Los neozelandeses inauguraron el torneo contra la anfitriona, que demostró que llevaba varios años preparando ese partido, y supieron minimizar las virtudes de los oceánicos para llevarse el partido por un contundente 27-13. Las feroces críticas hicieron cambiar el planteamiento y jugar como mejor saben, al rugby expansivo, utilizando sus mejores recursos, sus tres cuartos, solvencia en fases estáticas y una defensa muy coordinada. Ganaron fácil sus siguientes tres compromisos del grupo, Namibia, Italia y Uruguay.

placeholder Los 'All Blacks' son un equipo temible. (Reuters/Stephanie Lecocq)
Los 'All Blacks' son un equipo temible. (Reuters/Stephanie Lecocq)

En cuartos, se enfrentaron a la Irlanda de Sexton, quien no quería jugar el que a la postre fue su último partido. Fue un partidazo donde se vio rugby de alto nivel en todas las facetas del juego: melé, touch, juego al pie, continuidades, acumulación de fases de juego… Una maravilla donde los del helecho plateado salieron victoriosos por 28-24. Si no lo han visto, no se lo pueden perder.

Ya en semifinales, la conocida Argentina de Cheika -contra la que juegan todas las temporadas e, incluso, varias veces- salió a mantener la posesión y jugar en campo rival, pero todas las pérdidas que tuvieron fueron contrarrestadas con puntos y, ante la sangre, los kiwis se pasearon y cogieron confianza para este próximo sábado.

Así llegan los 'Springboks'

El inicio de los de verde y oro fue mejor, ganando sin brillo, pero con la sobriedad que les caracteriza a los complicados escoceses. Luego, llegó un partido de puro trámite contra Rumanía (ahí debíamos de haber estado nosotros), para llegar al partido cumbre del grupo, el duelo contra Irlanda, donde pudieron haber ganado si hubiesen estado más finos a palos, pero quién sabe si en el final del partido prefirieron a Francia antes que a Nueva Zelanda. Aun así, fue un partido bronco, bonito pero cerrado, dominado por la alternancia en melé, con las delanteras imponiéndose a los tres cuartos. Para finalizar el grupo, ganaron con solvencia a unos tonganos de los que esperábamos algo más.

Venía la anfitriona, Saint Denis, domingo 21.00 horas, Dupont recuperado para el partido, y en los primeros 5 minutos ensayo de Francia y otras dos aproximaciones peligrosas. Pero estos tipos saben sufrir y, con una patada alta muy mal defendida por los franceses, vino el ensayo del empate sudafricano. Acción, la de las patadas altas y bajas, que repitieron durante todo el partido casi con idéntico resultado: 3 ensayos de los 4 conseguidos fueron tras este juego al pie.

placeholder Sudáfrica buscará su cuarto Mundial. (EFE/EPA/Mohammed Badra)
Sudáfrica buscará su cuarto Mundial. (EFE/EPA/Mohammed Badra)

La semifinal era contra Inglaterra, un conjunto que debe odiar a los africanos, ya que les han arrebatado dos finales y estas semifinales en los Mundiales. Los europeos, con el honor de ser los únicos del continente vivos, salieron a jugar de tú a tú en la faceta que mejor hacen los Springboks, el golpe a golpe, y durante 60 minutos lo consiguieron. Fue cuando el seleccionador Nienaber sacó a su guardia pretoriana de Nche, Klerk, Pollard y Le Roux, para dar la vuelta a un partido que tenían muy cuesta arriba. Victoria por un punto y malas sensaciones, pero les gusta más de lo que parece que les den como perdedores.

El partido de este sábado no es una final, es la gran batalla, una lucha de 80 minutos donde se decidirá quién es la selección más gloriosa de la historia.

Los cuatro jugadores que no te puedes perder

Richie Mo'unga (10 de NZ): Va para jugador del año, ha hecho dos partidos apoteósicos en las eliminatorias y todo el juego kiwi recae sobre sus manos y sus pies.

Mark Telea (11 de NZ): Una bala que va rebotando entre los rivales, muy incisivo cuando sale de su lateral y entra en juego por el medio. Ha ganado el puesto a jugadores como Clarke y Fainga'anuku.

Handré Pollard (10 de SA): Ha vuelto in extremis, se ha puesto la gorra de general y sabe cómo hacer que su equipo llegue a la victoria. Su pie da títulos.

Bongi Mbonambi (2 de SA): Tras la baja de Marx, es el talonador, como ya vimos en semifinales, donde jugó los 80 minutos, algunos de ellos de bajo nivel, un partido en el que fue protagonista de una polémica racial. En él puede estar parte de la victoria de su selección.

En el deporte están los Madrid-Barcelona de fútbol, los Lakers-Celtics de baloncesto, los Nadal-Djokovic de tenis, los Pogaçar-Vingegaard de ciclismo... y el Nueva Zelanda-Sudáfrica. Los All Blacks contra los Sprinboks y, como no podía ser de otra forma, tras más de 50 días en tierras francesas, esta es la final de la copa Webb Ellis.

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