España enviará un contingente de 300 policías y guardias civiles para proteger los JJOO de París

Si Francia ya estaba preocupada por la seguridad de los Juegos Olímpicos que acogerá este verano, la matanza terrorista de Moscú del 22 de marzo ha disparado las alarmas en París al máximo nivel. Prueba de ello es que 48 horas después, el presidente Emmanuel Macron convocó un Consejo de Defensa, restringido a los ministros del ramo, que elevó el nivel de alerta antiterrorista a "urgencia atentado", el máximo previsto por el plan Vigipirate en vigor.

Las autoridades francesas saben, sin embargo, que no pueden hacer solas frente al desafío de garantizar la seguridad del mayor acontecimiento deportivo cuando además, después de un paréntesis, hay indicios coincidentes que apuntan a un rebrote del terrorismo en Europa.

Por eso han pedido ayuda a policías y ejércitos de países amigos. Ahí estarán los españoles con unos 300 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según fuentes del Ministerio del Interior, y también militares. Defensa rehusó contestar a preguntas sobre su aportación. Desde Interior aseguran no saber aún qué especialidad tendrán los agentes que se desplacen a Francia. Las más necesarias son las brigadas caninas con perros rastreadores de explosivos.

Para custodiar los Juegos Olímpicos, Francia tiene previsto movilizar a unos 45.000 policías y gendarmes y unos 18.000 militares, 3.000 de ellos dedicados a la vigilancia aérea, sobre todo con drones. A esos efectivos policiales deberían añadirse 2.185 agentes de una treintena de países amigos. España aportaría cerca del 14% de ese contingente.

TE PUEDE INTERESAR

Mbappé evita hablar del Real Madrid, pero sí de los Juegos Olímpicos de París: "No depende de mí"

U. S. F.

El Ministerio de los Ejércitos de Francia confirmó, por su parte, el jueves 28 de marzo, que también había solicitado refuerzos militares, pero no indicó su número ni a qué países había cursado su petición. Sí precisó que también precisaba apoyos de unidades caninas. Es "un ámbito en el que las necesidades son enormes", recalcó. Uno de los solicitados, Polonia, se manifestó de inmediato por boca de su ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz. Anunció el envío de un contingente canino.

Nunca el reto en materia de seguridad ha sido tan grande en un acontecimiento deportivo. Se prevé que a las diversas competiciones, en las que participarán unos 10.500 atletas, asistirán, entre el 26 de julio y el 11 de agosto, unos 15 millones de personas. Se desarrollarán en París y sus alrededores y en siete otras ciudades. Por primera vez además, la ceremonia inaugural no se va a celebrar en un estadio cerrado, sino en barcos que navegarán, con las delegaciones a bordo, por el río Sena. Se calcula que desde las orillas podrán verlos unos 300.000 espectadores.

Nunca en la historia de los acontecimientos deportivos, ni de ninguna otra índole, una potencia del calibre de Francia había solicitado tanta ayuda a sus vecinos europeos. Es cierto, por ejemplo, que policías extranjeros echaron una mano en Qatar para garantizar la seguridad del Mundial en el otoño de 2022, pero el emirato es un país pequeño. Durante la Copa Mundial de Rugby, celebrada en Francia a finales de 2023, 160 policías europeos, sobre todo británicos, secundaron a sus colegas franceses, pero su principal tarea consistió en enfrentarse a los hinchas violentos no a la amenaza yihadista.

La invasión de Gaza por Israel ya acentuó la preocupación por la seguridad de los Juegos, especialmente de la delegación israelí, cuyo presupuesto para protegerla aumentó un 42%, según la prensa de Tel Aviv, con relación a hace cuatro años. Aún está vivo el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972, cuando ocho palestinos de Septiembre Negro lograron infiltrarse en la Villa Olímpica, secuestraron a deportistas israelíes y asesinaron a 11 rehenes.

Pero más aún que las repercusiones de Gaza lo que ha avivado el temor es el atentado del Crocus City Hall moscovita y las amenazas proferidas seis días después, a través de un canal de Telegram, por Abu Hudhayfá al Ansari, portavoz del Estado Islámico original, el que abarcaba, en la década pasada, a parte de Siria e Irak. Más alarma suscita ahora, entre las fuerzas de seguridad, la rama afgana conocida como el Estado Islámico de Khorasán. Khorasán fue un califato islámico que abarcaba a zonas de Afganistán, Irán, Pakistán y algunas antiguas provincias soviéticas.

TE PUEDE INTERESAR

Todo lo que se sabe de los próximos Juegos de París 2024: fechas, deportes y eventos masivos

El Confidencial

"El atentado de Moscú debe de ser entendido como un nuevo aviso de que nos encontramos ante los primeros estadios de un nuevo paradigma terrorista que amenaza Europa", escribió Carlos Igualada director del Observatorio Internacional sobre Estudios de Terrorismo. "Estará probablemente ligado a la figura del Estado Islámico de Khorasán como actor terrorista más determinante, al ser capaz de llevar a cabo acciones sofisticadas y bien dirigidas (...)". "Ha expandido su área de operaciones a otros países centro-asiáticos e incluso Europa", asegura.

Prueba de ello fue la detención en Alemania y Austria, en vísperas de Navidades, de siete sospechosos, vinculados a esa rama del Estado Islámico, que planteaban atentar contra las catedrales de Colonia y Viena y barajaban también un difuso plan para golpear en Madrid, según los diarios alemanes Bild y Die Welt.

Prueba de la consistencia de esa amenaza fueron las palabras del presidente Emmanuel Macron, el 25 de marzo, nada más aterrizar en la Guayana francesa. Reconoció que el Estado Islámico de Khoradan "había llevado a cabo, estos últimos meses, varios intentos" en "suelo francés", pero fueron abortados por las fuerzas de seguridad.