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Francia cambia su ejército y se orienta (a su manera) hacia la guerra convencional
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NO ESTABAN PREPARADOS PARA 'LO DE SIEMPRE'

Francia cambia su ejército y se orienta (a su manera) hacia la guerra convencional

Las doctrinas vigentes hasta ahora, orientadas hacia los conflictos denominados de baja intensidad, han quedado atrás y parece que en algunos estados mayores se han dado cuenta, de repente, de que sigue existiendo otro tipo de guerra

Foto: El AMX-56 Leclerc francés. (US Army)
El AMX-56 Leclerc francés. (US Army)

Que los tiempos están cambiando es evidente. Que esos cambios estén llegando a la defensa quizás no lo sea tanto, pero están ahí y afectan, sobre todo, a los ejércitos occidentales. Las doctrinas vigentes hasta ahora, orientadas hacia los conflictos denominados de baja intensidad, han quedado atrás y parece que en algunos estados mayores se han dado cuenta, de repente, de que sigue existiendo otro tipo de guerra, más mortífera y para la que han descuidado la preparación. Esto ha hecho saltar las alarmas y varios países han dado un decidido golpe de timón, como Francia con su programa 'Scorpion'.

Las actuaciones más recientes de las fuerzas armadas occidentales se han dado en escenarios de guerra asimétrica. Incluso la invasión de Irak fue algo atípico. Hace unas semanas, este periódico explicó lo que podría llamarse la "afganización"; es decir, la influencia del conflicto afgano (y similares) en el diseño de las nuevas familias de blindados, algo que va mucho más allá de los vehículos y afecta a la visión del combate, al modo de hacer la guerra. Hay países que no se vieron tan afectados por esta tendencia, como China o India, con sus objetivos y amenazas bien identificados. Otros, como Rusia, han participado en acciones de baja intensidad —Siria es un buen ejemplo—, pero no se han visto libres de conflictos más intensos, como el de Chechenia o Donbass.

Foto: Soldados taiwaneses dentro de un carro de combate. (Reuters)

El caso es que, de una u otra manera (y tal vez por los cambios en el panorama mundial), esa orientación ya no se ve como algo prioritario y se ha producido una cierta alarma en el seno de varias fuerzas armadas, al ver que se había desatendido el adiestramiento y dotación de medios para un conflicto de alta intensidad. En resumen, no están bien preparados para 'lo de siempre': una guerra convencional.

Francia. De la 'grandeur' a la realidad

Si en otros países estos cambios se están haciendo de manera silenciosa, el caso de Francia ha llamado algo más la atención. Quizás lo más notorio fueron las declaraciones del general Eric Laval a mediados de diciembre del año pasado. Laval, experto en logística y material que está al mando de las Écoles Militaires de Bourges (EMB) —algo así como la academia militar de logística— afirmó que la imagen del ejército francés era magnífica —"es un ejército hermoso"—, pero inútil ante un conflicto de alta intensidad. Por ello, se preguntaba si, en ese hipotético escenario, podría sostenerse más de 48 horas.

Para un cambio tan profundo, Francia ha lanzado el mencionado programa Scorpion, un proceso de transformación de las fuerzas terrestres en el que el propio CEMA francés ('Chef d'État-Major des Armées', equivalente a nuestro JEMAD), el general Thierry Burkhard, se ha involucrado en cuerpo y alma.

placeholder Pieza francesa Caesar de la Task Force Wagram en Al Quim, en la frontera siria. (US Army)
Pieza francesa Caesar de la Task Force Wagram en Al Quim, en la frontera siria. (US Army)

Se trata de un ambicioso plan que comenzó en 2020, con una fase intermedia en 2025 y el objetivo temporal situado en el 2030. Las claves se sustentan en un cambio de mentalidad hacia una guerra convencional, donde el ejército sea capaz de sostener operaciones intensivas en el tiempo. Esto, lejos de ser un ejercicio teórico, implica un cambio importante en los medios con los que el ejército francés combatirá en el futuro inmediato.

La cuestión es que, hasta ahora, primaba una filosofía de calidad frente a cantidad, es decir, pocos efectivos, pero muy sofisticados en capacidades y tecnología. Sin embargo, en un enfrentamiento contra un ejército convencional y organizado, se produciría tal desgaste de material que, como decía el general Laval, a las 48 horas la mayoría de esos medios estarían destruidos, inutilizados o fuera de servicio. Así, la nueva concepción apunta a un ejército dotado de medios más numerosos que permitan mantener un ritmo de combate elevado. Eso sí, apoyados en una logística fuerte, uno de los puntos débiles de los ejércitos occidentales, salvo quizás el norteamericano.

Programa Scorpion

Lo interesante de la renovación francesa y que puede marcar la diferencia con las de otros países —como Estados Unidos— es que, si bien la orientación hacia la guerra de alta intensidad es clarísima, las fuerzas terrestres se van a dotar de un material acorazado y blindado, donde sorprende la ausencia de vehículos de cadenas, a excepción de los carros de combate. Sorprende por el hecho de que, en general, se asocia combate convencional a unidades pesadas, y ahí el ejemplo claro es Rusia, con una enorme gama de medios acorazados de cadenas.

Foto: Carro de combate Challenger 2 en Iraq. (MOD)

Como elemento de combate pesado mantienen su carro Leclerc en una variante moderna a la que denominan XLR, pero en un futuro tan solo contarán con 200 ejemplares de este modelo. Se trata de un carro sobre el que hay opiniones encontradas.

Por un lado, ha demostrado tener buenas capacidades de tiro, gracias en parte a su cargador automático. Sin embargo, este automatismo, que permite reducir la tripulación a tres carristas, es uno de los aspectos criticados, pues incrementa las necesidades logísticas y de mantenimiento en combates prolongados. Cuenta con un cañón de 120 milímetros y buena protección, como quedó demostrado por los carros de Emiratos (principal cliente de exportación) en sus batallas en Yemen. La versión XLR va más allá de una mera modernización, ya que mejorará en blindaje y contará con arma secundaria en montaje remoto (RWS), así como defensas activas y sensores modernos.

Francia nunca sintió especial predilección por los IFV (vehículo de combate de infantería) sobre cadenas. Son un tipo de blindado muy extendido, como el Pizarro español o el Ajax británico, diseñados para llevar la infantería que debe batallar en apoyo de los carros de combate o ser apoyada por estos. El país galo, en cambio, abandona las cadenas y se centra en vehículos de ruedas, de los que ha desarrollado una gama muy a tener en cuenta. Se trata de los modelos VBCI [vehículo blindado de combate de infantería], Jaguar, Griffon, Serval y VLB.

placeholder Blindado de reconocimiento Jaguar. (Nexter)
Blindado de reconocimiento Jaguar. (Nexter)

El VBCI es un blindado para transporte de tropas y vehículo de mando de ocho ruedas, el más 'convencional' de todos. Ya está en servicio y disponen de más de 600 ejemplares. La familia Jaguar–Griffon–Serval es muy interesante. Son modelos diseñados sobre la base del chasis de un camión civil de seis ruedas con motorizaciones de igual procedencia.

El Jaguar es un vehículo ligero (25 toneladas), de dimensiones contenidas y gran agilidad, propio para tareas de reconocimiento y combate, muy bien armado con torre dotada del cañón CTAS de 40 milímetros y misiles contracarro. Un activo que puede hacer mucho daño frente a blindados enemigos. Por otro lado, el Griffon o VBMR [vehículo blindado multiusos] es un blindado de tipo medio con el mismo peso que el Jaguar, un modelo multipropósito para transporte de tropas (ocho soldados), portamortero, puesto de mando, ambulancia y observación de artillería. El Serval o VBMR-L [vehículo blindado ligero multiusos] es un derivado de los anteriores, pero con chasis de cuatro ruedas. Pesa 17 toneladas y cubre la gama media-ligera de blindados de ruedas. Todos ellos se complementarán con el veterano Panhard VBL [vehículo blindado ligero] de cuatro ruedas, pero muy actualizado a una versión que se denomina Ultima.

El empleo de elementos civiles como punto de partida ha conseguido abaratar los costes hasta el extremo de que Jaguar y Griffon salen por un precio del entorno del millón de euros, muchísimo menos que otros blindados de ruedas más grandes y sofisticados, como el español Dragón o el Boxer alemán. Sin embargo, también se ha criticado esta misma solución, pues el hecho de que disponga de ejes asimétricos y tenga orígenes civiles siembran algunas dudas sobre su fiabilidad a largo plazo. Lo que está claro es que se ha sacrificado protección y tamaño en aras de ligereza y, sobre todo, un coste que permita su fabricación en grandes números.

Foto: Demostrador D2 del VCR Dragón con la torre SAMSON de RAFAEL (MDE)

Esta predilección por las ruedas alcanza también a la artillería autopropulsada, donde al final será el sistema Caesar de 155 milímetros —el ejército contará con 109 ejemplares de este modelo para 2030— el que constituirá la espina dorsal de la artillería francesa. A nivel numérico las cifras globales previstas para el 2035 son de 200 Leclerc XLR (122 para el año 2025), 300 Jaguar y 1.800 Griffon (la mitad en 2025), casi 1.000 Serval y 800 VBL.

Tampoco hay que equivocarse con la 'sencillez' en el programa Scorpion, pues se basa en una gran comunalidad de armas y equipos que reduce costes con mucha tecnología detrás. Por ejemplo, se ha desarrollado un nuevo sistema de información, común a todos los vehículos. Es el SICS [Sistema de Información de Combate Scorpion], un sistema muy avanzado con capacidades más allá de las de mando y control y que, junto a las también nuevas comunicaciones Contact, ya se ha empezado a implementar para todas las fuerzas.

¿Es un cambio acertado?

A los franceses siempre les ha gustado ser diferentes, lo que no quiere decir que todas las veces acierten. Tampoco que en todas se equivoquen. Pero se pueden obtener interesantes lecturas de Scorpion. La más evidente es lo ya comentado: basar la fuerza en elementos de ruedas. Da que pensar que apuesten por un escenario saturado de armas contracarro, donde sea más importante la movilidad que la protección. Sin embargo, de ser así, está por ver si esa movilidad será suficiente, sobre todo cuando el terreno no acompañe, sea blando o esté embarrado.

placeholder Blindado 8x8 VBCI. (Selvejp)
Blindado 8x8 VBCI. (Selvejp)

Otro aspecto de interés es que implementen buenas mejoras en el carro Leclerc, como el arma secundaria en montaje remoto (RWS), pero a la vez se mantiene en un peso contenido que apenas superará las 60 toneladas, cuando el Leopardo español está ya en el entorno de las 63. No es menos relevante que se hayan dotado con 300 Jaguar, un vehículo idóneo para tareas propias de caballería, capaz de llegar deprisa, moverse con agilidad y ser letal con su cañón de 40 mm y sus misiles, de los que por cierto, prevén un empleo intensivo. Es un elemento ideal para reconocer el terreno y fijar a las fuerzas enemigas hasta que lleguen los medios pesados o el apoyo aéreo propio. Algo que sin duda reafirma la necesidad de disponer de una fuerza de caballería potente y bien dotada de material específico para estos cometidos.

Por último, es oportuno no perder de vista los medios aéreos, donde están previstos (entre otros) 64 helicópteros de maniobra NH-90 Caiman y 67 modelos de ataque Tigre, de los que (en 2035) 14 ya serán del nuevo Mk III y el resto HAD. Algo que contrasta notablemente en sus proporciones con lo que tenemos previsto en España, tan solo 18 Tigre y 26 NH-90.

Que los tiempos están cambiando es evidente. Que esos cambios estén llegando a la defensa quizás no lo sea tanto, pero están ahí y afectan, sobre todo, a los ejércitos occidentales. Las doctrinas vigentes hasta ahora, orientadas hacia los conflictos denominados de baja intensidad, han quedado atrás y parece que en algunos estados mayores se han dado cuenta, de repente, de que sigue existiendo otro tipo de guerra, más mortífera y para la que han descuidado la preparación. Esto ha hecho saltar las alarmas y varios países han dado un decidido golpe de timón, como Francia con su programa 'Scorpion'.

Fuerzas Armadas Estados Unidos (EEUU)
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