¿Por qué lo hizo Nasser Al-Attiyah? El golpe mortal de Carlos Sainz a su gran rival en el Dakar

El duelo entre Carlos Sainz y Nasser Al-Attiyah ha llegado a su final tras la crono de 48 horas del Dakar. Es la primera del nuevo formato introducido por sus organizadores: una etapa completada durante dos días, de casi 600 kilómetros, casi todos de dunas. En el Empty Qarter, un desierto similar en extensión a Francia, el español no se llevó la victoria por un suspiro, arrebatada por Sebastian Loeb. Pero lo más importante es que Sainz ha salido líder del Dakar y que su principal rival, Al-Attiyah, sufrió un accidente en los kilómetros finales que le ha eliminado de la lucha por la victoria final.

¿Se equivocó el qatarí de estrategia para afrontar una etapa desconocida en desarrollo y formato? ¿Pecó de orgullo y autosuficiencia o se guardaba alguna bala en la recámara? Todavía queda una segunda semana de carrera, más dura que su equivalente de 2023. Nada ha terminado hasta que los protagonistas lleguen a la meta, pero el qatarí perdió 2 horas y 45 minutos en el desierto, lo que le deja fuera de todas las opciones. Entonces, la pregunta es clara: ¿Por qué lo hizo Nasser Al-Attiyah? ¿Por qué quiso abrir pista?

La jugada no le pudo salir mejor a Sainz. No solo fue brillante en la especial, con unos tiempos muy rápidos, sino que tres favoritos han caído. Además del accidente de Al-Attiyah, el hasta ahora líder, Yazeed Al Rajhi tuvo que abandonar y Stephane Peterhansel, el teórico mayor rival del Sainz en el seno de Audi, ha perdido casi dos horas con un problema con la rueda y el sistema hidráulico.

"Barajar las cartas del Dakar"

"Barajaremos las cartas para añadir más dificultad", explicaba el director del Dakar, David Castera, antes de arrancar la prueba. "600 kilómetros de dunas no es algo común". El tiempo dirá si el experimento del Dakar funciona y se mantiene. Porque a los habituales desafíos en las grandes jornadas en las dunas se han añadidos otros de naturaleza logística y mecánica.

La etapa de 48 horas constaba de 547 kilometros (para los coches), divididos en dos días. A las cuatro de la tarde de este jueves, los pilotos debían detenerse y dirigirse a cada uno de los vivacs instalados en el recorrido, más cercanos uno de otro a medida que se acercaba el final de la etapa. Son lugares solo para dormir en tienda y comer las raciones militares proporcionadas por los organizadores. No había asistencia mecánica de las monturas, por lo que se exigía gestionar la jornada con especial prudencia. Y, de ahí, enfocar la segunda parte de la jornada.

De por sí, las dunas exigen destreza de conducción para no quedarse atrapados. No se recuerda tan elevado porcentaje en una etapa -o dos- del Dakar. La navegación se da por sentada, pero también juega su papel tradicional. Y el ejemplo de Al Rajhi y su accidente del jueves recuerda que a las salidas de las dunas esperan trampas para estampar de morro el coche, por no hablar de los vuelos inesperados. Que le pregunten a Sainz el pasado año.

La navegación adquiría con este formato una dificultad adicional. Los pilotos y motos tenían un recorrido distinto, por lo que aquellos no podían apoyarse en las trazadas de estas, como suele ser habitual. De aquí que sus más directos rivales se sorprendían por la decisión de Nasser Al-Attiyah de buscar la victoria en la quinta etapa, que logró, lo que suponía abrir pista en la doble jornada del Empty Qarter. Por el contrario, varios pilotos penalizaron deliberadamente al terminar la quinta etapa, entre ellos Carlos Sainz.

"Tiene confianza. Yo no habría hecho eso"

"No había ninguna estrategia, solamente estaba presionando porque necesitaba ganar la etapa. No importa lo que pase porque son 600 kilómetros, no me importa si abro pista o si pierdo tiempo, pero tengo que conseguir terminar los 600 kilómetros, es muy importante", explicaba el qatarí al término de la quinta jornada, cuando logró su primera victoria de etapa en este Dakar.

El jueves, los Audi se pararon durante cinco minutos para retrasarse en la clasificación y contar con la mayor cantidad de vehículos por delante. Sebastian Loeb también perdió deliberadamente un checkpoint para penalizar 15 minutos para retrasar más si cabe la posición de salida. ¿Por qué adoptaría semejante estrategia el ganador de los dos últimos dakares?

"Nasser no se hizo preguntas porque no había nadie más aquí (del equipo) y se lo pasó bien", detallaba al terminar la quinta etapa Sebastian Loeb, compañero de equipo de Al-Attiyah. El francés insinuaba que no existió estrategia de BRX. El qatarí salió enchufado, a diferencia del resto de sus rivales.

"Eso significa que decidió atacar, quería empezar primero. Tiene confianza. Yo no habría hecho eso. Pero no tenemos la misma experiencia en el desierto, no le vas a enseñar nada a Nasser en las dunas, él está en su terreno, así que así es como quiere jugar. Prefiero quedarme atrás". Dada la dilatada experiencia de quien conoce el Empty Qarter como su casa y el pilotaje en el desierto, no parece que esa confianza rindiera frutos en el primer acto de la doble jornada.

Terreno para los Audi

Los coches tendieron a agruparse según avanzaba la jornada, por lo que al alcanzar al que salía por delante, los perseguidores ya recuperaban la diferencia del tiempo de salida. Era evidente que Al-Attiyah iba a perder mucho tiempo con sus rivales a no ser que rodara a gran ritmo y sin problemas de navegación. Y el drama se completó tras sufrir un accidente: "Después del kilómetro 51, todo iba bien en un chott totalmente llano, íbamos a toda velocidad y choqué con algo, dimos varias vueltas de campana y el coche quedó dañado",

Sin olvidar que el Audi Q Rs e-tron, por sus particulares características de tracción, potencia y par prácticamente instantáneo, se mueve en las dunas como pez en el agua. Sobre todo, con la enorme ventaja de que sus pilotos no necesitan accionar el cambio cuando las surfean.

Al interrumpirse la etapa, los participantes no conocían sus diferencias frente a los rivales. Y, además, en la segunda parte de la etapa, los participantes salieron de minuto en minuto, con lo que era más fácil esa agrupación y que incluso Sainz aumentara sus diferencias con Al-Attiyah.

El qatarí debía de atacar a fondo para recuperar diferencias. De aquí que aún no se entienda su estrategia... y que haya sobrevenido un inesperado accidente. Un error que pone a Sainz a tiro de su cuarto Dakar. ¿Lo conseguirá? Esto aún es muy largo, pero está en muy buena disposición de hacerlo.