El Dakar en el que Carlos Sainz podría ganarse a sí mismo y hacer historia con Audi

El quinto Dakar en Arabia Saudí arranca el día 5 de enero. Esta próxima edición ofrece un panorama deportivo y un recorrido diferentes a anteriores ediciones. La coletilla que anuncia que esta será la "edición más dura" siempre se incluye en el paquete. No obstante, el Dakar presenta suficientes alicientes y focos de interés en 2024, también con protagonismo español.

Carlos Sainz, a por su cuarta victoria y tercer récord… de edad

El piloto español está cerca de cumplir los 62 años. Con 18 debutaba en un básico Panda hasta entrar en los compases finales de su carrera deportiva en un territorio que entonces no hubiera imaginado: lograr su cuarto triunfo con uno de los coches más revolucionarios en la historia del deporte del motor: el Audi RS Q e-tron E2, con tres motores eléctricos y uno de combustión que funciona como generador que alimenta sus baterías. La primera victoria de etapa de esta montura fue, precisamente, a cargo del propio Sainz en la pasada edición.

Pero de lograr su cuarto triunfo, Sainz lograría un singular hito: batiría el récord de veteranía de un ganador en el Dakar. Con la particularidad de que sería la tercera vez que el madrileño logre tal marca, superándose a sí mismo. En 2018 ganó con Peugeot a sus 55 años. En 2020 lo hizo con Mini, a los 57. ¿Será este, además, el último Dakar del incombustible Carlos Sainz?

¿La última oportunidad de Audi?

La presencia de Audi en el deporte se ha caracterizado por sus innovaciones tecnológicas. Desde la tracción total en el Mundial de Rallies, el diésel y la inyección directa en las 24 Horas de Le Mans, hasta la Fórmula E y sus innovadoras unidades de potencia ahora usadas en el Dakar… Quizás este último proyecto sea el más revolucionario y complejo de todos: vencer en la prueba más dura del mundo, dos semanas y cientos de kilómetros diarios en cada etapa, con energía eléctrica. En todos los anteriores programas Audi había logrado la victoria.

Aún está pendiente el Dakar. La fiabilidad es todavía el talón de Aquiles de una máquina con asombrosa tecnología. "A los tres días, los Audi estarán de vuelta a casa", se jactaba el miércoles un ufano Nasser Al-Attiyah. Este es el tercer y último año del proyecto de Audi. Algunos de los activos de este programa ya están pasando a la Fórmula 1. ¿Se irá Audi sin la victoria en el Dakar?

Dos machos alfa, frente a frente

Una de las grandes novedades de esta edición es el paso de Nasser Al Attiyah a Prodrive y el BRX, el germen del futuro equipo oficial de Dacia. Con sus cinco triunfos en la prueba, el qatarí siempre parte como gran favorito desde que el Dakar llegó a Arabía Saudí. Orgulloso y competitivo, siempre al límite, artista en evitar los problemas en carrera, ahora deja Toyota, una de las estructuras más fiables y competitivas del Dakar.

Al Attiyah se enfrentará con el mismo y equipo coche a una de las grandes leyendas del deporte del motor, Sebastian Loeb. El francés cuenta con el mejor palmarés del Mundial de Rallies, nueve títulos, aunque sin todavía su último gran sueño tras siete participaciones: la victoria en el Dakar. El año pasado batió el récord de victorias consecutivas de etapa en una misma edición pero, por distintas razones, siempre se le ha escapado el triunfo.

La convivencia entre Al Attiyah y Loeb no se antoja fácil dentro de una estructura que tampoco se ha distinguido por su habilidad estratégica en otras ediciones. ¿Y si fuera necesario, según se desarrolla la carrera, que uno ayude al otro?

Ford, también al Dakar, con Nani Roma

Tradicionalmente conservador en el mundo de la competición automovilista, el gigante americano ha decidido entrar en la Fórmula 1 con Red Bull, pero más sorprendente ha sido su apuesta por el Dakar. Para ello ha elegido a una de sus estructuras más fieles a la marca, y expertas en el Mundial de Rallies, M Sport. Nani Roma es el responsable de desarrollar tan importante proyecto. Este año compite con un coche ya conocido, el Ford Ranger T1+, a la espera de la máquina que Ford está construyendo para la edición 2025. Roma terminó tercer en el Rally de Marruecos. Con su veteranía y experiencia.

La futura generación de ganadores ya ha llegado

Un debutante de tan solo 23 años, el brasileño Luca Moraes, terminó en 2023 por detrás de Al Attiyah y Sebastian Loeb con un Toyota privado. Tal fue su sorprendente rendimiento, que la marca japonesa le ha subido al primer equipo en sustitución de Al Attiyah.

Red Bull tiene su plantel de jóvenes promesas en el Dakar. El americano Seth Quintero ya ganaba etapas con 18 años en la categoría T3, y batió el récord de triunfos en un Dakar (12) en 2022. Con 21, ahora da el salto a la categoría principal, T1+. Ojo a estos dos pilotos.

La presencia femenina -y española- en el Dakar: la gigante Laia Sanz

Astara vuelve este año al Dakar, con dos pilotos femeninas: la española Laia Sanz, y la uruguaya Patricia Pita. El potente equipo español vuelve a la carrera sin Óscar Fuertes, su propietario, y Jesús Calleja, que deja la prueba. Sanz y Pita competirán a bordo de un buggie de la categoría T1.2 Ultimate que, en un escenario ideal, podría permitir una clasificación entre los diez primeros.

Laia Sainz sigue progresando con su extraordinaria y personal aventura deportiva. Después de infinitos títulos mundiales en el trial y enduro, de acabar y ganar su categoría en todos los dakares en dos ruedas, su salto a las cuatro está confirmando una evolución extraordinaria en muy poco tiempo. Acompañada de Carlos Sainz, es subcampeona en el Extreme E 2023 y una de las más rápidas del grupo femenino de pilotos en el campeonato de SUV eléctricos. No sería de extrañar un resultado sorpresa de la catalana en el presente Dakar.

La española Cristina Gutierrez también sigue rompiendo moldes en el Dakar. Su Dakar 2025 será ya como piloto oficial de Dacia, un hito para una mujer dakariana. La burgalesa también hizo historia cuando se convirtió en la segunda mujer en ganar etapas en el Dakar, siguiendo la estela de Jutta Kleinschmidt, la única ganadora absoluta de un Dakar (2001). Presente en la categoría T3, Gutierrez es una de las favoritas para lograr la victoria en 2024.

Los 'enfants' terribles españoles para ganar en moto

La categoría de dos ruedas es un mundo aparte en el Dakar. Duros entre los duros, los pilotos oficiales de las diferentes marcas presentes (Honda, Ktm, Yamaha, Hero, Husquarna, Sherco...) se enfrentan al terreno y la navegación con un ritmo endiablado, en la categoría más disputada y encarnizada. El parte de lesionados y caídas suele ser impresionante al término de cada edición. El pasado año, tras dos semanas, solo 43 segundos separaron a Kevin Benavides y Toby Price.

La presente edición cuenta con pilotos españoles aspirantes a la victoria. Con solo dos dakares a sus espaldas, Tosha Schaerina se ha ganado un puesto como oficial en una de las marcas más potentes, Honda. En solo su debut con la marca nipona en el Campeonato del Mundo de 2023 fue segundo, en Mexico. En la siguiente prueba, logró la victoria. En este Dakar cabe esperar cualquier cosa -y sorpresa - de Schaerina.

Sin olvidar a Joan Barreda, uno de los pilotos más rápidos de los últimos tiempos en el Dakar, aunque sin suerte. Este año no correrá con Honda por primera vez en diez años, para embarcarse con el proyecto de otra marca. Hero. Posiblemente, la victoria se haya escapado a Barreda, que entra en su cuarta década. Sin presión, puede ser capaz de cualquier sorpresa.

Lorenzo Santolino, también participa en este Dakar como oficial de Sherpa, gracias a su papel con motos privadas en anteriores ediciones del Dakar. En 2021 fue sexto, entremezclado con los oficiales.

Un recorrido lleno de trampas

El director, David Castera, ya ha avisado que el ‘road book’ de esta próxima edición será más complicado y con más trampas que en 2023. "Este año, creo que va a ser duro por una sola razón: porque Casterá [el director] se cabreó mucho cuando la gente empezó a decir que no era duro", explicaba recientemente Nani Roma a este medio. Este año creo que nos vamos a pasar por el otro lado”. La segunda semana de la pasada edición no estuvo a la altura de lo esperado, a diferencia de la primera. Casterá quiere equilibrar ambas. Además de un par de días muy temido para los pinchazos

Este Dakar también incorpora una novedad total en la carrera. Se trata de una etapa dividida en dos días a través un amplísimo mar de dunas de 600 km. Al término de la primera jornada los pilotos pararán a una hora predeterminada sin importar su posición en el recorrido o la clasificación. Desde allí se dirigirán a uno de los siete campamentos habilitados, en los que pasarán la noche y repararán sus vehículos sin asistencias. Tampoco conocerán el tiempo de los rivales al término de esa primera jornada, y solo al llegar a la meta de la segunda conocerán el resultado.