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¿Se ha pasado de la raya el Dakar? El accidente de Laia Sanz reabre la herida
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UN RECORRIDO DEMOLEDOR

¿Se ha pasado de la raya el Dakar? El accidente de Laia Sanz reabre la herida

La piloto catalana sufrió un fortísmo golpe, afortunadamente sin consecuencias físicas, en la quinta etapa de una prueba que se está revelando de las más duras de los últimos años

Foto: El accidente de Laia Sanz en la quinta etapa, afortunadamente se saldó sin consecuencias físicas (Astara)
El accidente de Laia Sanz en la quinta etapa, afortunadamente se saldó sin consecuencias físicas (Astara)

El primer día de carrera de este Dakar 2023 fue Óscar Fuertes, el compañero de Laia Sanz en el equipo Astara, el que nos ponía los pelos de punta con un fuerte accidente donde volcó hacia adelante y dio varias vueltas de campana. Era el primer aviso de que esta edición no iba a perdonar errores y que la factura a nivel físico y mecánico iba a ser tremenda. En las motos basta ver como dos de los principales favoritos como Sam Sunderland y Ricky Brabec han quedado eliminados después de accidentes muy fuertes. Sanz se llevó la peor parte ayer, aunque, por suerte, salió ilesa del duro incidente.

Se está empezando a cuestionar si a David Castera, el director de la prueba, no se le ha ido la mano a la hora de configurar el recorrido, pero el francés se defiende: "Es un Dakar más largo, más difícil, con más kilómetros y más dunas. Escuchamos a los pilotos que querían un Dakar más largo". El francés, no ha querido entrar en polémicas cargando directamente la culpa a los pilotos del aumento de la dureza de la prueba, pero siendo justos, no se le puede reprochar que no avisara acerca de un recorrido que iba a ser más difícil. Además, es cierto, que en mayor o menor medida se le pidió expresamente un cambio sobre los anteriores recorridos, porque se primaba demasiado la velocidad y menos la habilidad. En definitiva, abrir el abanico de oportunidades y favorecer el pilotaje.

Una petición de los pilotos

Nunca llueve a gusto de todos, pero el director del Dakar sabe perfectamente lo que hace. El francés ha sido cocinero antes que fraile y conoce como pocos los secretos de la prueba, habiendo pilotado en el pasado tanto sobre dos como con cuatro ruedas. "Tan pronto como llegó la edición anterior, tuve muchas discusiones con los equipos", explica Castera. "Lo que salió de aquellas conversaciones fue simple. David, queremos más dificultad, más dunas y una carrera un poco más larga". El recorrido del presente Dakar es 8.549 kilómetros, de los cuales más de la mitad, 4.706, serán contra el reloj. Si lo comparamos con la edición de 2022 se trata de 500 kilómetros de especial más con 14 etapas (más un prólogo), una cifra que no se alcanzaba desde hacía una década en el Dakar 2013 de Lima (Perú) a Santiago (Chile).

El accidente de Laia ocurrió apenas comenzada la etapa, en el kilómetro 25, en una zona de grandes dunas. Las lluvias recientes han dejado el terreno más compactado y por ello el accidente ha sido más fuerte de lo habitual en este tipo de casos. El coche ha quedado seriamente dañado, aunque el Astara team ha hecho un alarde de buena gestión, volviéndolo a poner en carrera. Primero llegó a la zona del accidente, el cuarto coche que tiene el equipo conducido por Sergio Vallejo, que efectua labores de ‘mochilero’ con el coche cargado de recambios. Posteriormente, llegó el camión de asistencia del equipo y milagrosamente fueron capaces de volverlo a poner en marcha. Aunque las opciones en el presente Dakar de Laia Sanz y su copiloto Maurizio Guerini se hayan acabado, siempre es de celebrar primero que hayan salido ilesos y luego permanecer de la forma que sea en carrera. Sea por sumar aprendizajes, como por ayudar a su compañero de equipo Carlos Checa es muy importante poder continuar.

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Dureza para todos

El equipo Astara, es de los que más está sufriendo en sus carnes la dureza de la prueba, pero basta ver el equipo BRX de Prodrive uno de los más potentes de la prueba, como se qudaban fuera de juego los tres coches apenas comnzada la misma. Quizá hay que matizar, que por supuesto que el recorrido este año es muy duro, pero la verdadera clave es que lo que tiene en realidad son muchas trampas. Esto implica que no puede bajarse la guardia ni un solo momento, porque el peligro puede acechar hasta en el momento más inesperado. En este sentido, el factor cansancio derivado por el elevado kilometraje de las etapas, favorece también que los errores aparezcan con más frecuencia y esto afecta desde los más noveles a los más experimentados. Basta ver como en la misma quinta etapa donde tuvo Laia su accidente, el campeonísmo Sebastian Loeb también sufrió un vuelco y en el terreno de las motos Joan Barreda y Toby Price también tuvieron un golpe de los de impresión.

Es posible que los pilotos hayan subestimado lo necesario que era cambiar el chip y hasta qué punto este Dakar obligaba a reprogramarse para rodar con mucho mayor margen de seguridad. Esto de ‘no correr’, obviamente va en contra de la naturaleza de cualquier piloto pero este año, la prueba muerde con una fiereza desconocida en años. Y aún, no hemos llegado al ecuador de la carrera y a la etapa de descanso. Nada, absolutamente nada puede darse por descontado este año en la prueba cumbre anual del todo-terreno.

El primer día de carrera de este Dakar 2023 fue Óscar Fuertes, el compañero de Laia Sanz en el equipo Astara, el que nos ponía los pelos de punta con un fuerte accidente donde volcó hacia adelante y dio varias vueltas de campana. Era el primer aviso de que esta edición no iba a perdonar errores y que la factura a nivel físico y mecánico iba a ser tremenda. En las motos basta ver como dos de los principales favoritos como Sam Sunderland y Ricky Brabec han quedado eliminados después de accidentes muy fuertes. Sanz se llevó la peor parte ayer, aunque, por suerte, salió ilesa del duro incidente.

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