La gesta de Marruecos no es casual: el quién es quién de su clasificación histórica a las 'semis'

No estaba entre los favoritos, para muchos aficionados resultaba inverosímil que lograsen pasar de ronda en un grupo donde a Croacia y Bélgica se les otorgaban todas las papeletas para clasificarse y, por supuesto, era imposible pensar que el país vecino fuese el verdugo de España, pero las cosas son como son. Marruecos ha superado todas las expectativas, incluso las propias, y ahora se ha convertido en la primera selección africana y árabe en llegar a las semifinales de un mundial. Sin duda, es la revelación de este atípico Mundial de Qatar y su clasificación no ha sido casual. ¿Pero quiénes son los responsables de esta hazaña?

Empezaremos por el artífice, el entrenador Walid Regragui. Se podría decir que es el novato del equipo. Asumió el cargo de seleccionador este agosto y en su palmarés, hay dos títulos de alto valor: la liga con el Al Duhail de Qatar en 2020 y la Champions africana con el Wydad Casablanca.

No estaba claro que con su corta experiencia Regragui fuera capaz de saber llevar al equipo e instaurar un clima de confianza. Y lo ha logrado. Walid llegó fiel a sus convicciones y ha implantado un estilo muy defensivo y con una clara apuesta por el contragolpe rápido y eficaz. Defensa inexpugnable y un veloz contraataque ¿suena conocido, verdad? El técnico no dudó en elogiar el estilo del Cholo Simeone tras eliminar a Portugal y llegar a semifinales: "Hemos jugado un partido parecido a los del Cholo… voy a decir una cosa que no está bien, pero que él hace muy bien".

En el cuerpo técnico que acompaña a Walid hay dos españoles, concretamente dos gallegos, Edu Domínguez y Juan Solla, que trabajan como preparadores físicos del combinado norteafricano. De padres marroquíes, el seleccionador de Marruecos nació en Francia, en la periferia de París, casualmente contra quien se enfrentará en semifinales, "su segundo país", tal y como se refiere Regragui a Les Blues.

Yassine Bono, el portero que lo adivina todo

Yassine Bono es el héroe nacional de Marruecos. Este reconocimiento está fundado en sus grandes actuaciones partido tras partido. El internacional, nacido en Montreal (Canadá), decidió jugar en el equipo del país de origen de sus padres y gracias a sus paradas trascendentales -frente a España adivinó todos los penaltis-, hoy 'Los leones del Atlas' están en semifinales de un Mundial por primera vez en su historia.

La 'culpa' de su acento argentino cuando habla castellano es del Cholo Simeone y del Mono Burgos, pues ambos entrenaron a Bono en el filial del Atlético y le enseñaron este idioma con ese peculiar tono característico del español porteño. Bono actualmente es titular indiscutible en el Sevilla y en el Mundial de Qatar no se ha perdido ningún partido, salvo uno, el encuentro frente a Bélgica, cuando se tuvo que retirar por una indisposición.

Marruecos solo ha encajado un gol en los cuatro encuentros de este Mundial, lo que la convierte en la selección menos goleada de esta competición. Además, el único gol en contra fue un autogol de Nayef Aguerd, que accidentalmente metió el balón en la portería de Bono en el partido contra Canadá.

Achraf Hakimi, de Getafe a Qatar

Achraf Hakimi se crió en los barrios humildes de Getafe, una localidad al sur de Madrid. Sus padres emigraron a España desde Marruecos cuando solo tenían 20 años. La estrella marroquí jugó en el Real Madrid, los merengues lo cedieron al Borussia Dortmund y después fue vendido al Inter de Milán. En el club italiano pasó un año y después firmó por el equipo donde sigue jugando actualmente, el Paris Saint-Germain.

El lateral de Marruecos es una pieza clave en el puzle de Regragui. Hakimi se adapta a las necesidades del equipo y responde eficazmente en defensa y en ataque, ya que en su equipo es el que más centros al área y pases realiza. El lateral del PSG fue el encargado de convertir el penalti que eliminó a España en octavos de final.

Jawad El Yamiq, el defensa que aprende de Ronaldo

El Yamiq, pilar fundamental en la línea de defensa de Marruecos, juega actualmente en el Valladolid de Ronaldo Nazário. El zaguero está completando un buen Mundial, pese a su tardía incorporación. Empezó como suplente y no se ha podido ver su potencial y esencial aportación hasta el partido frente a España, donde ayudó indudablemente a su equipo sumándose en las jugadas de ataque y apoyando en defensa en los contragolpes de los de Luis Enrique.

En el choque con Portugal, El Yamiq realizó un partido soberbio, es por ello que ahora el escaparate del Mundial ha convertido al marroquí de 31 años en un jugador muy atractivo para otros clubes.

Romain Saïss, el capitán comprometido

Romain Saïs es el capitán y el líder de la defensa de Marruecos. Su equipo actual es el Besiktas de Turquía. En 2016, se decantó por representar la camiseta del país de origen de su progenitora, podría haber elegido Francia, lugar donde nació y la selección a la que puede eliminar esta noche.

Frente a Portugal, Saïs jugó lesionado reafirmando así su compromiso por el equipo del reino alauita. En el diario francés L'Equipe aseguraban que "haría falta un milagro" para que el capitán pudiera estar disponible en el partido contra los lusos. Pero, contra todo pronóstico, ahí estaba, arriesgando su físico, pues golpeó todos los balones con su pierna derecha a pesar de ser zurdo, hasta que fue sustituido en el 56’.

Yahia Attiyat Allah, el defensa que ayuda a meter goles

El defensa del Wydad de Marruecos, el equipo que entrenaba Regragui, ha jugado cuatro partidos en este Mundial. En el enfrentamiento que ha conducido a los 'Leones del Atlas' hasta semifinales, Attiyat Allah, de 27 años tuvo un papel trascendental y dio un buen centro a En-Nesyri, quien lo convirtió en gol con un gran cabezazo.

Para el seleccionador marroquí, Attiyat Allah, marroquí de nacimiento, es una figura clave en defensa y, además, como se ha visto en su último partido, un jugador revulsivo que también desestabiliza al rival con buenos centros al área que pueden convertirse en goles decisivos.

Sofyan Amrabat, el portento táctico

Su trayectoria en el Mundial de Qatar no está pasando desapercibida para nadie, le alaban compañeros y rivales y no es para menos. El 4 de los de Regragui, holandés de nacimiento, se 'remanga' cada vez que pisa el césped. Recupera, rompe líneas, se sacrifica y también aporta firmeza en sus pases, lo que ayuda a los delanteros de su equipo a tener ocasiones determinantes.

El hermano de Amrabat, Nordin, reconoce su capacidad táctica y hasta le pidió a Nasser al-Khelaifi, presidente del PSG, que contratara a Sofyan: "Si lees mis palabras, contrata a mi hermano". El jugador de la Fiorentina es uno de los que más se ha revalorizado, sus acciones le avalan: es el internacional con más recuperaciones (41) en la Copa del Mundo.

Azzedine Ounahi, la revelación del Mundial

El centrocampista del Angers, club de la Ligue 1 francesa, es para muchos uno de los mejores jugadores de este Mundial. Titular indiscutible para Regragui, se exhibe en cada enfrentamiento gracias a su habilidad con las dos piernas, su dominio del medio campo y su capacidad para recuperar y romper líneas.

Ounahi, nacido en Marruecos, ha llamado la atención del ahora ya exseleccionador español, Luis Enrique: "Me ha sorprendido gratamente el número ocho (Ounahi). Madre mía, ¿de dónde sale ese muchacho?", reconoció el técnico asturiano tras quedar eliminado frente a Marruecos en los octavos de final.

Azzedine es una de las revelaciones de esta Copa del Mundo y el interés por él no deja de crecer. El último en sumarse a la lista ha sido el FC Barcelona.

Selim Amallah, la conexión del mediocampo

El jugador de origen belga, que no ha salido de la liga de fútbol de su país de origen, ahora milita en las filas del Standard de Lieja belga, club con el que no quiso negociar y en el que lleva sin vestirse de corto desde octubre.

Amallah es un mediocentro ofensivo que ha jugado como titular todos los partidos con Marruecos, lo que demuestra la confianza del técnico marroquí depositada en él. Su valioso aporte reside principalmente en que dinamiza el juego gracias a sus pases y su gran conexión con Amrabat. Pero Selim no lo está teniendo fácil, según el propio entrenador, juega "con un dolor en la rodilla" y aún así "no se rinde". Esta noche, frente a Francia, se verá si finalmente puede jugar o estará en el banquillo.

Hakim Ziyech, el desterrado que recuperó Regragui

Ziyech ha sido villano y héroe de Marruecos en menos de un año. En enero de 2022, cuando Marruecos cayó en cuartos de final ante Egipto, el internacional marroquí nacido en una ciudad cerca de Ámsterdam decidió dejar la selección por incompatibilidad con el que fuera entonces el técnico de los 'Leones del Atlas', Vahid Haliholzic. Cuando Regragui tomó las riendas del equipo, decidió contar con él y parece que ha acertado.

Ziyech, que actualmente juega en el Chelsea, se caracteriza por su técnica, afincado en la banda derecha logra dar profundidad al juego de Marruecos, convirtiendo este talento en su arma ofensiva más potente. Regragui lo quiere en el campo y alaba su compromiso y su calidad: "(Ziyech) es increíble [...]. Si le das amor y confianza, muere por ti [...]. Es una de las mejores zurdas del mundo".

Sofiane Boufal, el regateador parisino

El extremo izquierdo de Marruecos comparte equipo con Ounahi en la liga francesa, el Angers. Su rendimiento en este Mundial está siendo muy positivo. Es uno de los jugadores con la media más alta de regates por partido (2,7) y mantiene un 60% de acierto en sus pases. Destaca por su talento, que se materializa en su excepcional toque de balón, su regate y su singular visión de juego. Y, además, es un portento físico.

Boufal nació en París y decidió representar al país donde nació su madre, con quien ha protagonizado uno de los momentos más tiernos del Mundial al viralizarse un baile de ellos dos en el centro del campo tras eliminar a Portugal. Veremos si hoy todo acaba en un baile.

Yousef En-Nesyri, el delantero que vuela

En el partido frente a Portugal, En-Nesyri asaltó los cielos de Qatar para marcar el gol que metería a su selección en semifinales del Mundial. Su salto, que alcanzó los 2,78 metros de altura, es una muestra clara de su potencial, sus grandes cualidades físicas, su carácter explosivo y, por supuesto, su poderoso juego aéreo.

El actual delantero del Sevilla es el máximo goleador de Marruecos, una selección a la que llegó después de formarse en la academia fundada por el Rey Mohammed IV. Con 25 años, atesora mucha madurez en su juego, ya ha disputado 53 partidos con su selección y el de esta noche será, probablemente, uno de los más importantes de su carrera.