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A Hierro se le aparecen la Virgen en el césped y el VAR en los despachos
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MAL partido de españa

A Hierro se le aparecen la Virgen en el césped y el VAR en los despachos

La lectura del partido no fue buena y no sirve de excusa el cerrojo de Irán. España jugó mal, Hierro se bloqueó y se nos aparecieron la Virgen con el gol de rebote de Diego Costa y el VAR

Foto: Fernando Hierro da instrucciones en un momento del partido contra Irán con Carvajal bebiendo agua. (EFE)
Fernando Hierro da instrucciones en un momento del partido contra Irán con Carvajal bebiendo agua. (EFE)

El que se quiera consolar con que Irán fue un rival difícil de ganar porque se hicieron fuertes con un planteamiento ultraconservador y una defensa que fue un fortín tiene un problema. Irán también nos baja a la tierra en un partido que hay que catalogar de prehistórico, desquiciante y agónico para los internacionales españoles y los aficionados que compraron palomitas para disfrutar de una goleada de esas que pasan a la historia de los Mundiales. La noticia es que España tiene poco que celebrar con un triunfo conseguido por la mínima con un gol de rebote de Diego Costa y varios sustos en la portería defendida por De Gea. España sufre más que se divierte. Cumple el expediente con un fútbol gris y lejos de la superioridad que se le supone a una Selección que aspira a ser campeona del Mundo.

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Lo pasaron —y pasamos— muy mal porque falló el plan inicial y llegó tarde el alternativo. El inicial, porque nos creíamos que la profundidad estaba garantizada por las bandas con Lucas Vázquez y Jordi Alba, y ni uno ni otro supieron poner un centro ni desbordar en el uno contra uno. Tampoco funcionó el juego por dentro de Iniesta, Silva e Isco porque se le cerraban las persianas en el bosque de piernas y el incordio de una defensa poblada. El talento sucumbió al orden táctico, al sobreesfuerzo físico y las pillerías de un rival primitivo y rácano. A España la sacó de la debacle un gol de Diego Costa de rebote y poco más, porque el plan de socorro llegó con retraso. Lo que le cuesta a Hierro inventar algo en las dificultades no es para reprochárselo porque como entrenador ha vivido poco o nada en situaciones adversas como las que le planteó Irán. Pero que el partido pedía jugadores (Marco Asensio y Saúl) que buscaran y probaran el disparo desde lejos, lo veía hasta un técnico de categorías inferiores.


La lectura del partido no fue tan buena como se esperaba y no sirve de excusa el cerrojo, muro y fortín de los iraníes. España jugó mal, Fernando Hierro se bloqueó y se nos apareció la Virgen en el césped con el gol de rebote de Diego Costa y el VAR en el despacho con la anulación de un tanto de Irán en un fuera de juego que ya querría ver si no se hubiera concedido de no haber tecnología (el línea, eso sí, tenía levantado el banderín). Sufrimos como nunca después del gol de Costa y muchos en el campo y en sus casas pidieron la hora para que llegara el final del partido.

placeholder Iniesta, rodeado de dos jugadores de Irán. (EFE)
Iniesta, rodeado de dos jugadores de Irán. (EFE)


España echa de menos las luces de Iniesta

No se trata de ser pesimistas sino realistas y exigentes con la Selección que está ahora en manos de Hierro, y no es tiempo de tener paciencia ni benevolencia. Hay quien piensa que nos benefician otro tipo de rivales que se abren y no se meten atrás como Irán, pero también nos hemos enfrentado a Portugal y nos llevamos tres. Hay cosas que mejorar. Como que a Iniesta se le enciendan las luces largas y cortas, que sería ya algo importante porque el de Fuentealbilla está más apagado que iluminado en Rusia. Sospecho que los cambios llegan tarde y es extraño que Diego Costa no acabe los partidos cuando es la única amenaza en el ataque.

Lo positivo es que las victorias dan confianza y que para ganar un Mundial se tienen que juntar tres cosas: tener buenos jugadores, suerte y que los árbitros no te perjudiquen. Contra Irán se dieron las dos últimas, pero los geniales futbolistas de Hierro tienen que subir su nivel de acierto, inspiración y contundencia delante y atrás. Da la impresión de que España está en pañales y falta más ritmo, velocidad y agresividad. Incluso alegría. Si contra Irán cuesta hacer un gol, no quiero ni pensar lo que se puede padecer si te tocan enfrente los 'pitbulls' de Uruguay.

Foto: Julen Lopetegui, sonriente, en el día de su presentación como entrenador del Real Madrid. (Efe)

El que se quiera consolar con que Irán fue un rival difícil de ganar porque se hicieron fuertes con un planteamiento ultraconservador y una defensa que fue un fortín tiene un problema. Irán también nos baja a la tierra en un partido que hay que catalogar de prehistórico, desquiciante y agónico para los internacionales españoles y los aficionados que compraron palomitas para disfrutar de una goleada de esas que pasan a la historia de los Mundiales. La noticia es que España tiene poco que celebrar con un triunfo conseguido por la mínima con un gol de rebote de Diego Costa y varios sustos en la portería defendida por De Gea. España sufre más que se divierte. Cumple el expediente con un fútbol gris y lejos de la superioridad que se le supone a una Selección que aspira a ser campeona del Mundo.

Diego Costa
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