Un cabezazo letal de Morata impulsa al Atlético de Madrid en Granada (0-1)

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Un solitario gol de Álvaro Morata dio los tres puntos al Atlético de Madrid en Granada (0-1). Los rojiblancos, sin las ideas muy claras en el primer tiempo, se lanzaron a por la victoria en la segunda parte, donde generaron ocasiones para aumentar su ventaja en el marcador. El VAR concedió el gol de Álvaro Morata, muy criticado por el público del Nuevo Los Cármenes. El marcador ya no se movería más, aunque Antoine Griezmann, autor de la asisencia a Morata, estrelló un balón en la madera en el tramo final y Giménez pudo haber cometido penalti por mano. Los rojiblancos se colocan cuartos en LaLiga.

El Granada salió al ataque desde el principio y el Atlético contestó con una presión alta. No se arrugó el conjunto nazarí, que siguió la propuesta colchonera y forzó una pérdida de Nahuel Molina y el córner local. Simeone demostró su enfado en la banda y llamó a Marcos Llorente al orden, pero Savic regaló un disparo en la frontal al delantero Lucas Boyé.

El partido se rompió, con un ida y vuelta que se saldó sin males mayores para ninguno de los dos equipos. Fue entonces cuando Antoine Griezmann apareció en posiciones interiores para ordenar al Atlético de Madrid y dotar de sentido y estructura con la pelota a los rojiblancos. No lo consiguió con continuidad, porque el Granada atacó a través de un activo Bryan Zaragoza y los visitantes se dispusieron a achicar agua del área.

Superado el ecuador de la primera parte, ambos equipos habían pisado área rival, pero sin generar el peligro suficiente. Bryan Zaragoza remató otro acercamiento claro del Granada y Nahuel Molina también falló el último pase hacia Marcos Llorente.

Los rojiblancos respondieron por partida triple. Morata falló un mano a mano en fuera de juego, Rodrigo Riquelme disparó al centro y Griezmann estrelló la pelota en la madera. La última jugada quedó invalidada por una falta previa de Llorente. Los madrileños acabarían mucho mejor el primer tiempo frente a un Granada superado por el ataque colchonero, aunque sin encajar el tanto que buscaban los de Simeone.

El VAR, otra vez protagonista

La segunda parte empezó con un doble cambio de Simeone: dentro Lino y De Paul y fuera Llorente y Riquelme. Los rojiblancos imprimieron más ritmo y Morata rozó el primer tanto por centímetros. Los rojiblancos apretaron, sabedores de que necesitaban recortar puntos con los de arriba. Morata volvió a intervenir y le cedió un gol a Lino que el brasileño no aprovechó.

Al final, el delantero español lo intentó tanto que lo consiguió. En el minuto 54, en una acción muy justa, Morata conectó un cabezazo perfecto tras una gran asistencia de Griezmann para adelantar al Atlético de Madrid en el Nuevo Los Cármenes. Los madrileños tuvieron en su mano el gol de la tranquilidad, pero Martínez Munuera señaló fuera de juego de Saúl Ñíguez con la ayuda del asistente.

Entonces el Granada, superado por la tormenta colchonera, quiso empatar. Primero con un disparo de Gumbau a las manos de Oblak y luego a través de Arezo tras la pérdida de Griezmann. Simeone introdujo oxígeno con Koke y Correa por Morata y Saúl. También solidez con la sustitución de Giménez por Barrios.

Aunque los locales lo intentaron con empuje y corazón, como en la ocasión que forzó una intervención al límite de Hermoso y otra de Oblak, sería Griezmann quien tendría la ocasión más clara al estrellar el balón en la madera. Los locales pidieron una mano clara de Giménez en los últimos minutos y Griezmann volvería a marcar un gol en fuera de juego para los visitantes. Al final, el Atlético de Madrid no se agrietaría para sumar los tres puntos.