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"Ni uno quería jugar". El Atlético de Simeone pagó muy cara su cobardía contra el Barcelona
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Mismos errores rojiblancos

"Ni uno quería jugar". El Atlético de Simeone pagó muy cara su cobardía contra el Barcelona

El Atlético lanzó a la basura la primera parte, en la que el Barcelona de Xavi le pasó por encima y no llegó a tiempo para arreglarlo en la segunda parte. Oblak estalló tras el partido

Foto: Griezmann se lamenta durante el partido. (EFE/Enric Fontcuberta)
Griezmann se lamenta durante el partido. (EFE/Enric Fontcuberta)

La valentía de tratar de dominar al Barcelona le duró cinco minutos al Atlético de Madrid (1-0). En el día en que Diego Pablo Simeone podía dar un golpe en la mesa por LaLiga y adelantar al Barça en la clasificación, el equipo rojiblanco fue una marioneta durante toda la primera parte. El Barça impuso su ley y el resultado pudo ser más amplio.

No hubo ni rastro de ese conjunto agresivo, coordinado en la presión, capaz de mandar con la pelota y de imponer su plan de partido. Simple y llanamente, el Atlético de Madrid fue irreconocible hasta el minuto 60 de encuentro en Montjuic. Los rojiblancos se parapetaron cerca de Jan Oblak, dejando el control del cuero al Barça, que veía todo el juego de cara y sin apenas amenaza al espacio.

De este modo, los pupilos de Simeone dibujaron una primera parte cómoda para un Barcelona que había sufrido grandes problemas en los últimos partidos para sortear presiones adelantadas. Con un Atlético agazapado y tímido en la presión y con la pelota, el Barça fue muy superior. Algo que solo se había visto frente al Betis y el Amberes en las primeras jornadas.

La presión descoordinada del Atlético, que además estaba muy lejos de poder atacar al Barça a campo abierto, hizo que los jugadores madrileños siempre llegaran tarde y mal al corte. Como en el gol de Joao Félix. No había confianza en robar la pelota y sí mucho espacio entre líneas, aunque la idea era tener un equipo compacto.

Foto: Joao Félix celebra su gol ante el Atlético. (Reuters/Albert Gea)

Ronald Araújo y Christensen se plantaron en el centro del campo y Jules Koundé en el lateral derecho. El Barça tuvo una salida limpia y veloz. La pelota viajó con más rapidez de lo que lo había hecho en toda la temporada. Con Gündogan y Frenkie de Jong repartiéndose el espacio y las tareas en salida de balón, Pedri y Joao Félix siempre aparecían a la espalda de Koke y Rodrigo De Paul.

Oblak señaló los problemas del equipo

El gol solo fue la guinda a la exhibición azulgrana, solo limitada por la falta de puntería de sus delanteros. Al descanso, la mejor noticia para el Atlético de Madrid era el resultado, muy corto para lo visto sobre el terreno de juego.

placeholder Joao Félix fue el gran protagonista. (EFE/Alberto Estévez)
Joao Félix fue el gran protagonista. (EFE/Alberto Estévez)

Tras el partido, Jan Oblak se quejaría amargamente de la poca personalidad del equipo en el primer tiempo en Movistar+. "Duele mucho esta derrota. La primera parte la hemos tirado. Si en la primera parte hubiéramos jugado un poco, habríamos tenido opciones. Estuvimos mal y nos ha castigado", contestó el portero esloveno sobre el pinchazo rojiblanco en Barcelona.

"No entiendo por qué. Al final la idea era ir a jugar el partido y no sé qué nos ha pasado. Ni uno ha estado bien la primera parte, ni uno quería el balón, ni uno quería jugar. Jugando de inicio como en la segunda parte, hubiéramos tenido opciones", añadió uno de los pesos pesados de vestuario colchonero.

Simeone identificó los fallos

La desastrosa primera parte tuvo sus consecuencias y no solo en el marcador. El paso por vestuarios despertó al Atlético de Madrid, donde Simeone supo revitalizar a los suyos, aunque no sería suficiente. Los jugadores, espoleados por un triple cambio que señaló al equipo titular (Molina, Riquelme y Giménez), despertarían en el segundo tiempo.

El entrenador argentino colocó a Antoine Griezmann como interior para combatir la superioridad numérica del Barcelona en la sala de máquinas. También retocó el sistema, deshaciendo la defensa de cinco y adelantó la línea defensiva. Los rojiblancos mejoraron ostensiblemente, pero se vieron empujados a arriesgar más y el Barça también pudo correr al contragolpe.

placeholder Pedri desbordó a los centrocampistas rojiblancos. (EFE/Alberto Estévez)
Pedri desbordó a los centrocampistas rojiblancos. (EFE/Alberto Estévez)

"Tuvimos muchas ocasiones para hacer el segundo, incluso el tercero. No entraron y al final llegaron sus ocasiones, pero estuvo muy bien Iñaki para mantener la portería a cero", afirmaría Ronald Araújo tras el encuentro. Fue ahí donde las carencias de Raphinha en la definición y el paso del tiempo de Lewandowski castigaron al Barça en el área rival. En la propia, Iñaki Peña sostuvo a los azulgranas cuando el Atlético de Madrid se lanzó a por el tanto de un empate que nunca llegaría.

"El primer tiempo no fue bueno. Ellos empezaron mejor, perdíamos la pelota, no progresábamos en el juego. En el segundo tiempo cambió, tuvimos las ocasiones que tuvimos", detallaría Simeone en rueda de prensa más tarde. Mientras que Xavi se mostraría satisfecho. "El equipo ha estado de excelente en muchos aspectos: en los duelos, en intensidad y en la presión alta", explicó en rueda de prensa.

"Hemos recuperado muchas bolas en campo contrario, la presión tras perdida ha sido muy buena y los de dentro se han entendido muy bien", añadió. "Lo único que ha faltado ha sido la efectividad, hemos hecho un partido para ganar holgadamente", remató el catalán, que todavía no sabe lo que es perder contra Simeone.

La valentía de tratar de dominar al Barcelona le duró cinco minutos al Atlético de Madrid (1-0). En el día en que Diego Pablo Simeone podía dar un golpe en la mesa por LaLiga y adelantar al Barça en la clasificación, el equipo rojiblanco fue una marioneta durante toda la primera parte. El Barça impuso su ley y el resultado pudo ser más amplio.

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