'Tuppers' para comer y menos fruta: los recortes del plan Uriarte para el Athletic llegan a Lezama

En vísperas de salir reforzado de su primera Asamblea General Ordinaria tras haber sido elegido presidente del Athletic unos meses antes, Jon Uriarte (Bilbao, 1978) avisó que "la situación económica del club es mala". "En las tres últimas temporadas, sin ingresos extraordinarios derivados de la venta de jugadores, se ha producido una reducción del patrimonio y de la provisión de 110 millones de euros. Esto supone una cifra de alrededor de 37 por temporada", explicó este licenciado en Dirección y Administración de Empresas por la Universidad de Deusto, que comenzó su carrera profesional en Londres como analista en Merrill Lynch, fichó por Morgan Stanley y en 2009 fundó Ticketbis, empresa que en 2016 vendió por 165 millones de euros.

Sin embargo, como en otros casos que no hace falta citar, este empresario de éxito se ha dado realmente a conocer a raíz de llegar a la presidencia del Athletic, un club especialmente complejo de gestionar, tanto por la presión social, como por las particularidades que tiene. Es por ello que su peculiar visión de los negocios sirve para entender unos recortes que pueden parecer anecdóticos, si bien reflejan la política del nuevo dirigente rojiblanco. Así, en Lezama, las instalaciones donde el club bilbaíno tiene sus campos de entrenamientos y juegan los equipos de categorías inferiores, han sorprendido medidas como la reducción en el número de piezas de fruta que se ponen a disposición de los jugadores y que los técnicos de la cantera se lleven su propia comida en tuppers. "Hay que ahorrar", les dicen desde Ibaigane.

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Jon Uriarte cumplió 44 años en plena campaña electoral a la presidencia del Athletic. La imagen de candidato joven frente a los veteranos Ricardo Barkala (66) e Iñaki Arechabaleta (63) reforzó su mensaje de renovación en un club tremendamente tradicional y caló en los socios cansados de la forma en que se había gestionado en los últimos tiempos. Su victoria en las elecciones celebradas en junio del año pasado puede considerarse una sorpresa, aunque también un aviso. Aunque lógicamente lleva muy poco en el cargo, en su contra juega el hecho de no conocer un negocio que poco o nada tiene que ver con crear o hacer rentable una start up.

El reto de modernizar el club

Su reto de modernizar una institución que en Bilbao y en toda Bizkaia es mucho más que un club de fútbol, debía empezar, como él mismo dijo, por "romper con los vicios del pasado", si bien una cosa es la teoría y otra la práctica. "Tenemos que corregir la inercia negativa, hay que equilibrar los ingresos con los gastos y hacer del Athletic algo sostenible", explicó el empresario bilbaíno, quien, no obstante, recordó que su equipo no iba "a entrar a lo loco en el club".

Sin deuda, una liquidez de 89 millones, un patrimonio de 103 y una provisión de 60, pero un déficit recurrente cada temporada de 30 millones

"Somos uno de los clubes más solventes de LaLiga, con mucha diferencia", aseguró en octubre Jon Berasategi, si bien el director general del Athletic insistió en lo que dijo su presidente sobre la necesidad de tomar medidas "inmediatas y contundentes". "La capacidad de explotación del nuevo campo y el consiguiente crecimiento en número de socios, los 215 millones de euros ingresados por el abono de las cláusulas de rescisión de futbolistas y las clasificaciones europeas son los tres factores que han dado al club esa solvencia económica", explicó Berasategi. Así es como se pudo "invertir en retener e incorporar talento", con un gasto en estos diez años de 106 millones de euros en captación de jugadores y mejora de las infraestructuras.

Casas de apuestas, reparto de televisión, CVC...

El mes pasado, Uriarte presentó, junto al citado Berasategi y al director deportivo, Mikel González, el plan de acción AC Aurrera (adelante), "con el que acometer una profunda transformación que nos permita construir el Athletic del futuro", explicó el presidente, quien volvió a avisar de la situación económica del club, sin deuda, con una liquidez de 89 millones, un patrimonio de 103 y una provisión de 60, pero con un déficit recurrente cada temporada de 30 millones, sumando las amortizaciones por la compra de jugadores. Un desequilibrio causado principalmente por los costes de personal deportivo, el 80% del total de los ingresos.

Los ingresos comerciales se han reforzado con la incorporación de la telefónica Digi, así como de dos casas de apuestas, M8868 y Dafabet

Una partida que se ha reforzado es la de los ingresos comerciales, con la incorporación de nuevos patrocinadores. Es el caso de la telefónica Digi, presente en la parte trasera de la camiseta, así como dos casas de apuestas, M8868 y Dafabet. Desde Ibaigane explicaron que estos dos patrocinios están dirigidos a la señal internacional de los partidos y no a la nacional, aunque no por ello dejan pertenecer a un sector que, sin ir más lejos, los socios de la Real Sociedad rechazaron rotundamente, un 86,09% de los votos, en la consulta a la que su club sometió esta cuestión.

No clasificarse para Europa en las cinco últimas temporadas es una de las principales causas de la negativa tendencia en los ingresos

Para Berasategi, "el origen de la negativa tendencia en los ingresos está en la no clasificación para Europa en las cinco últimas temporadas y en el reparto centralizado de los derechos de televisión". En este capítulo, el director general rojiblanco desveló la diferencia entre la temporada 2018-19 y la 2022-23, con un balance negativo de 10 millones de euros, para añadir que "por implantación social, al Athletic le correspondería un 6% del total de dichos derechos, en lugar del 4,5% que percibe", lo que cifró en unos 20 millones de euros menos.

Claro que una cosa es esto, y otra hablar del reparto de la tarta televisiva con comentarios como que "los clubes más humildes han crecido al calor de estos ingresos y, por tanto, han reducido la distancia económica que en otra época le separaban de los más potentes, entre ellos el Athletic. Esto se puede observar en los equipos vecinos como Real Sociedad, Osasuna, Alavés o Eibar y también en los competidores por Europa como Atlético de Madrid, Betis o Villarreal". Vamos, lo que viene siendo pretender brillar apagando la luz de los demás.

El reparto televisivo y el acuerdo de LaLiga con CVC al que el Athletic no quiso adherirse son las otras causas que se apuntan desde el club

Algo parecido a lo que sucede cuando no dudan en recordar que "el acuerdo con el fondo de inversión CVC, al que se han adherido todos los clubes de LaLiga, excepto Athletic, Barça y Real Madrid, hipoteca el futuro, pero a corto plazo supone una entrada de recursos importante para fichar futbolistas", lo cual no es del todo cierto, pues solo el 15% de ese dinero es para ampliar el límite salarial, mientras que el resto es para infraestructuras, otros aspectos de corte más empresarial que deportivo y reestructurar deuda. Aunque, en todo caso, si el club rojiblanco no está, es porque así lo quisieron sus anteriores dirigentes.

Las renovaciones de Sancet y Nico Williams

Lo que es innegable es que no clasificarse para Europa en las últimas cinco temporadas supone un grave problema. Sobre todo cuando en ese tiempo los gastos de personal han pasado de los 57 millones de la temporada 2011-12 a los 116 de la 2021-22. "Un incremento debido a la coyuntura del fútbol, el cambio de fiscalidad, que supone 10 millones más de costes, y el aumento de los gastos de amortización", explicó Berasategi, quien ya estaba en su cargo con Aitor Elizegi y desveló que "si se mantiene la inercia actual, la provisión de 60 millones desaparecería en dos años y empezaría a ponerse en riesgo el consumo del patrimonio neto".

Uriarte no oculta que ve una desproporción de los sueldos con respecto al mercado, aunque es el precio que tiene que pagar

Más allá de las medidas que se tomen para ahorrar, es evidente que lo que más preocupa a los socios y aficionados rojiblancos es que no haya dinero para afrontar dos renovaciones estratégicas como las de Nico Williams y Oihan Sancet, quienes acaban contrato en 2024 y, al menos de momento, no han dado síntomas de querer seguir. Desde Ibaigane aseguran que tienen músculo financiero suficiente para acometer dichas renovaciones, aunque puntualizan que "dependiendo lo que haya que pagar". Uriarte nunca ha ocultado que ve una desproporción de los sueldos con respecto al mercado, aunque, por otro lado, este es el precio que tiene que pagar.

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Si a este mensaje, con una carga de profundidad importante hacia el vestuario, se le suma la difícil situación del segundo equipo, un Bilbao Athletic que marcha último en su grupo de Primera Federación, puede entenderse que desde Ibaigane lamenten que "el mercado cada vez dificulta más la captación y la retención del talento". Normal que Uriarte quiera ahorrar y en Lezama se sorprendan de algunas de las medias que se han tomado. El problema es que para mantener un globo en el aire no basta con soltar lastre, sino que además hay que insuflarle gas. Es decir, que se puede gastar menos, pero hace falta ingresar más. De ahí el doble problema que futbolistas con mercado no solo no quieran renovar, como ha hecho Iñigo Martínez, sino que puedan marcharse libres.