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Los médicos salvan a un hincha tras sufrir un paro cardíaco y el Barça golea en Cádiz (0-4)
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El partido, lo menos importante

Los médicos salvan a un hincha tras sufrir un paro cardíaco y el Barça golea en Cádiz (0-4)

El encuentro estuvo parado más de media hora después de que se desvaneciese un aficionado en las gradas del Nuevo Mirandilla. Lewandowski marcó un gol y asistió

Foto: El portero local, Ledesma, llevó el desfibrilador del banquillo a la grada. (EFE/Román Ríos)
El portero local, Ledesma, llevó el desfibrilador del banquillo a la grada. (EFE/Román Ríos)

Diez minutos trepidantes y la entrada del ariete Robert Lewandowski, con gol y asistencia, fueron suficientes para que el Barça salvara los tres puntos del Nuevo Mirandilla frente a un Cádiz que huele a claro candidato al descenso. Y, sin embargo, el resultado fue lo menos importante de una agónica noche donde un aficionado estuvo a punto de perder la vida por un paro cardíaco. Afortunadamente, la rápida actuación del portero local, Ledesma, al trasladar el desfibrilador del banquillo hacia la grada junto a la asistencia de los servicios médicos que allí se encontraban, sirvió para que el hincha cadista recuperase el pulso y fuese trasladado hasta el hospital Puerta del Mar.

En una primera parte marcada por la falta de ideas, dinamita y creatividad del Barça, el Cádiz pudo dar varios sustos y frenar a un conjunto que venía lanzado tras la goleada por 5-1 contra el Viktoria Plzen... sin aprovecharlo. Sin embargo, el gol de Frenkie de Jong en la segunda parte junto a la entrada de Robert Lewandowski, Pedri y Ousmane Dembélé cambiaron el partido hasta desdibujar al Cádiz. El gol de Lewandowski a los ocho minutos de ingresar al terreno de juego, el noveno en seis partidos, acabó con las esperanzas del Cádiz. Luego, Ansu Fati sentenciaría el encuentro tras la asistencia del polaco y Ousmane Dembélé coronaría la segunda parte con el 0-4 final. ¿Próxima parada? Bayern de Múnich.

placeholder El polaco celebra su tanto. (Reuters/Marcelo Del Pozo)
El polaco celebra su tanto. (Reuters/Marcelo Del Pozo)

Con rotaciones y novedades y con el partido de Champions League ante el Bayern de Múnich en el horizonte, el Barça se plantó en Cádiz con un equipo titular muy diferente de al alineado en jornadas anteriores. Sin Robert Lewandowski ni Pedri González, el Barça fue más previsible, menos temible y un conjunto plomizo y sin ideas con la pelota en los pies. Después de un precioso homenaje a Mágico González, el balón rodó y el Cádiz sorprendió al Barça. Con ritmo, orden defensivo, intensidad y descaro, la primera ocasión fue para los andaluces. De un centro de Iván Alejo y el mal despeje de Ronald Araújo surgió el balón muerto en los pies de Rubén Sobrino. El atacante, con todo a favor, desperdiciaría una ocasión muy clara.

El Barça reaccionó en la segunda parte

El Barça se alarmaba y Xavi Hernández reaccionaba con aspavientos desde el banquillo. El Cádiz se lanzó a presionar arriba y puso a prueba la agresividad del Barça al espacio. Los azulgranas hacían lo propio y Gavi, un pulpo en la recuperación, generó el primer susto serio para los locales. El joven centrocampista español tocó la pelota para Raphinha y el brasileño se topó con la madera. El juego del Barça era trabado y los azulgranas solo avanzaban por el campo a trompicones. La posesión horizontal, el peligro ausente y la sensación de pesadez en la circulación de la pelota. Frenkie de Jong, titular, pasaba desapercibido en la creación y Depay, en el papel de '9', no intimidaba.

Hubo que esperar hasta el minuto 36 para ver otra oportunidad clara del Barça. Centró el debutante Héctor Bellerín, Araújo remató cruzado y Depay falló en la definición en el área pequeña. Tan solo dos minutos más tarde, el club catalán pediría un posible penalti de Alejo sobre Alejandro Balde, pero el árbitro desestimó la pena máxima. En el descuento del primer tiempo, Ferran Torres soltó un latigazo que acarició el poste... antes de bajar el telón a una primera parte mediocre del conjunto culé, que dejaba entrever la gran diferencia entre contar con un goleador del calibre de Lewandowski y la dirección de Pedri.

placeholder El delantero del Barcelona FC, Ferrán Torres, se lamenta de una jugada durante el partido. (EFE/Román Ríos).
El delantero del Barcelona FC, Ferrán Torres, se lamenta de una jugada durante el partido. (EFE/Román Ríos).

A la vuelta de vestuarios, un Barça nuevo. Con Dembélé, Pedri y Lewandowski calentando en la banda, el Barça se puso las pilas. Más verticalidad y argumentos ofensivos. Tiró Frenkie de Jong una vaselina preciosa que adivinó Ledesma, San Emeterio perdonó otra del Cádiz y todo cambiaría en pocos minutos. El Barça, más activo en ataque, detectó a Raphinha, el brasileño puso el balón al espacio para Gavi y este dibujó un centro de la muerte que De Jong envió al fondo de la red. Fue adelantarse el Barça y el Cádiz se fundió. Para colmo, Xavi dio entrada a Pedri, Lewandowski y Dembélé.

Lewandowski acabó con el Cádiz

Solo ocho minutos después, el polaco dejaría su huella en el partido para recordar a todos que él es la diferencia entre un Barça que opta a títulos y otro que no lo hace. El Barça salió al contragolpe con Raphinha dirigiendo la jugada, centró para un De Jong que no llegó y Lewandowski recogió el balón muerto para matar el partido. A partir de ese momento, el Cádiz se quedó desnortado y desinflado físicamente. Pudo sentenciar Raphinha y coronar su notable partido, pero el disparo del brasileño se marchó fuera. El técnico del Cádiz, Sergio González, buscó revitalizar el partido con una retahíla de cambios, pero no lograría dar con la tecla.

placeholder Ansu Fati pide perdón tras anotar el 0-3. (Reuters/Marcelo Del Pozo)
Ansu Fati pide perdón tras anotar el 0-3. (Reuters/Marcelo Del Pozo)

En los últimos minutos del encuentro y tras la entrada de Marcos Alonso, el partido se detuvo por el paro cardíaco de un aficionado en las gradas del Nuevo Mirandilla. La imagen del portero local, Conan Ledesma, corriendo con el desfibrilador en la mano para llevarlo desde el banquillo hasta la grada y de Ronald Araujo rezando sobre el césped, ya son historia de LaLiga. Así como el atronador silencio en el césped de Cádiz. Media hora después, los servicios médicos lograron recuperar el pulso del aficionado y trasladarlo hasta el hospital Puerta del Mar. En la reanudación del encuentro, Ansu Fati hizo el tercer tras la asistencia de Lewandowski a puerta vacía y Ousmane Dembélé colocaría el 0-4 final.

Diez minutos trepidantes y la entrada del ariete Robert Lewandowski, con gol y asistencia, fueron suficientes para que el Barça salvara los tres puntos del Nuevo Mirandilla frente a un Cádiz que huele a claro candidato al descenso. Y, sin embargo, el resultado fue lo menos importante de una agónica noche donde un aficionado estuvo a punto de perder la vida por un paro cardíaco. Afortunadamente, la rápida actuación del portero local, Ledesma, al trasladar el desfibrilador del banquillo hacia la grada junto a la asistencia de los servicios médicos que allí se encontraban, sirvió para que el hincha cadista recuperase el pulso y fuese trasladado hasta el hospital Puerta del Mar.

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