Guardiola descubre cuál es el problema de su City, aunque se empeñe en decir que es "simplista"

"Es el mejor del mundo. Espero que siga teniendo esa mentalidad, con esa capacidad de mejora y de interpretar los partidos. Pero es extraordinario sosteniendo el centro del campo. Tuvimos suerte de que el club fichara a este tipo de jugadores. Ahora es uno de los capitanes del equipo y es fantástico". Así hablaba Pep Guardiola hace solo unos meses sobre Rodrigo Hernández, una pieza capital en el Manchester City: el jugador que da sentido al resto del sistema.

El internacional español es uno de esos futbolistas únicos que, cuando no está sobre el césped, es imposible de sustituir. Por características, calidad y forma de jugar, se trata de futbolista que hace mejor al resto de compañeros en todas las líneas y que, cuando no está sobre el césped, se nota. Especialmente porque el equipo deja de funcionar como una unidad, con muchas dudas en ataque y bastante débil en la parcela defensiva. Y el City lo ha notado.

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Rubén Rodríguez

Hace unos días, el City no pudo contar con Rodri por sanción y el resultado fue el esperado: derrota ante el Aston Villa de Unai Emery (1-0). El frío dato habla por sí solo: el conjunto skyblue ha jugado 17 partidos sin el español, de los que solo ha sido capaz de ganar 9. O, dicho de otra manera, solo ha ganado poco más de la mitad. Por el contrario, el mediocentro ha jugado 150 encuentros con el City, de los que ha vencido un 74% de ellos, es decir, 3 de cada 4.

En lo que va de temporada, el equipo de Guardiola ha perdido ante el citado Villa, además de Wolverhampton, Arsenal y Newcastle, y todos estos partidos solo tienen un denominador común: Rodri no jugó. Las ausencias del español tienen demasiado peso en el equipo, pero el técnico catalán asegura que son varios factores los que han provocado los tropiezos del equipo: "Reducir las derrotas a la ausencia de Rodri es un argumento demasiado simplista", aseguraba.

Un futbolista diferente

Lo cierto es que el City no atraviesa un buen momento, pues solo ha sido capaz de ganar uno de los últimos cinco partidos que ha jugado (tres empates, una derrota y victoria ante el Luton), y empieza a mostrar algunos problemas en su juego. Pero todo parte del mismo lugar: la sala de máquinas de la medular. Quizá Rodri es una pieza importante, pero el debate debe de ir centrado en toda una línea que, cuando baja el rendimiento, provoca que el equipo sufra.

"Los malos resultados se producen por muchos otros factores, pero la falta de regularidad en nuestro juego es lo que ha provocado una ausencia de creatividad. No hemos tenido esa sensación de que vamos a marcar diferencias o crear oportunidades", expresaba el entrenador. O, dicho de otra manera, cuando las ideas no fluyen en la línea encargada de llevar el peso de los partidos, el equipo se resiente y sufre en exceso, cosechando malos resultados.

Guardiola trata de descargar de responsabilidad a Rodri, pues un equipo son once jugadores más los recambios del banquillo, pero tiene claro que el internacional español es la pieza angular de todo el proyecto. Ese jugador diferente que es capaz de hacer de todo en el campo, aunque en muchas ocasiones no sea demasiado vistoso. El City nota su ausencia cuando no juega. De hecho, es lo lógico cuando el que falta es el jugador que dio al equipo la primera Champions de su historia.