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Latigazo de Nico Paz y versión bárbara de Bellingham en la goleada contra el Nápoles (4-2)
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El Real madrid pasa primero a octavos

Latigazo de Nico Paz y versión bárbara de Bellingham en la goleada contra el Nápoles (4-2)

El Real Madrid gana al Nápoles con los goles de Rodrygo, Bellingham, Nico Paz y Joselu. El equipo de Ancelotti hace pleno de victorias y pasa como primero a los octavos de final

Foto: Nico Paz celebra el gol al Nápoles. (Reuters/Juan Medina)
Nico Paz celebra el gol al Nápoles. (Reuters/Juan Medina)

El Real Madrid cumple con el objetivo de clasificarse como primero en la fase de grupos de la Champions. Lo hace con una victoria trabajada contra el Nápoles en un partido que reivindica a un canterano y deja otra exhibición bárbara de Jude Bellingham. El inglés jugó toda la segunda parte con una torcedura de tobillo. No quiso que le quitaran. Nico Paz se estrenó como goleador. Hizo el tercero en una noche que acabó en goleada. Un misil desde fuera del área que pone en valor la calidad y la personalidad de un chico que nació en Tenerife, pero que decidió jugar para la Selección argentina. La aparición de Nico Paz es un alivio en un Real Madrid con tantas lesiones.

El equipo de Ancelotti hace pleno en la fase de grupos. Cinco de cinco. La regularidad con la que compite habla muy bien de un grupo de jugadores que ha encontrado dos líderes. Bellingham es el que siempre se pone al frente, no falla y juega mermado si hace falta. El que ha cogido más compromiso es Rodrygo. Los dos son el motor de un equipo afectado por las lesiones. El partido lo cerró Joselu tras un pase magnífico de Bellingham. Lo del inglés es una brutalidad: lleva 15 goles en 16 partidos (cuatro en la Champions).

El Real Madrid tiene a dos futbolistas en estado de gracia y de ellos se puede esperar lo mejor de lo mejor. Rodrygo y Bellingham destrozaron las ilusiones del Nápoles en 10 minutos. El gol del Cholito Simeone espabiló la ferocidad del brasileño y el inglés, autores del primer y segundo tanto.

El inicio del partido fue frenético. El Nápoles aprovechó la pasividad defensiva del Real Madrid para adelantarse con el gol de Giovanni Simeone en un remate en la línea de gol que llegó a despejar Lunin. El balón pasó la línea de gol. El tanto del equipo italiano llega tras un centro cómodo de Kvaratskhelia al segundo palo que remata Di Lorenzo. El Cholito sacó tajada del desajuste defensivo.

Foto: Nico Paz, tras debut en Liga ante el Valencia. (AFP7)

La reacción de los de Ancelotti fue fulminante. Rodrygo empató al minuto siguiente en una gran jugada que empieza con una recuperación del balón de Brahim Díaz en el centro del campo. El malagueño, con agresividad y un giro genial, monta un contragolpe que finaliza Rodrygo con un golazo. Un tanto similar al primero que hizo en Cádiz. Se perfila desde la banda izquierda y ajusta el balón en la escuadra.

El gol del empate es psicológico. Mete al Real Madrid en el partido, hunde al Nápoles. Los italianos no contaban con una remontada exprés. Empezó con la intensidad de Brahim, genial con el balón en los pies y generoso en el esfuerzo para ir a la presión. Siguió con el golazo de Rodrygo y el de Bellingham. El inglés es infalible.

placeholder Brahim Díaz pelea un balón a Simeone. (EFE/Juanjo Martín)
Brahim Díaz pelea un balón a Simeone. (EFE/Juanjo Martín)

Bellingham dio la vuelta al partido con un cabezazo en un milimétrico pase largo de David Alaba. Lo del inglés es una atrocidad. Está en todas partes del campo. No hay manera de frenarle. Lo comprobó el Nápoles en esa llegada al área para cruzar el balón con un cabezazo que corresponde a los mejores especialistas del juego aéreo. Bellingham domina todos los recursos. Te puede romper por potencia, soltar un latigazo desde fuera del área, hacer una jugada maradoniana, sorprender con la llegada desde atrás y rematar como si fuera Santillana.

Así aniquiló el Real Madrid, en una gran primera parte, al Nápoles. Remontó con la pegada y la inspiración de Rodrygo y Bellingham en un partido que empezó sin delantero centro. Joselu, titular en Cádiz, se quedó en el banquillo. El poder ofensivo del Real Madrid quedó en manos de la amenaza de Brahim Díaz, Bellingham y Rodrygo y entre los tres destrozaron los planes y las ilusiones del equipo napolitano. Lo malo llegó al final de la primera parte. Bellingham se hizo daño en el tobillo izquierdo y tuvo que ser atendido por el médico. El susto paralizó al Bernabéu, pero el inglés, renqueante, decidió acabar el primer periodo. Lo normal era tomar precauciones con el tobillo de Bellingham. La estrella no quiso. Siguió jugando.

Joselu pidió perdón

La segunda parte empezó igual de mal que la primera para el Real Madrid. El Nápoles aprovechó la pasividad defensiva en un doble remate de Anguissa. El partido se volvió loco. Un ida y vuelta, de correcalles, y una acción clave en la que Fede Valverde corta un pase de gol a Oshimen, que entró por Simeone. El uruguayo evitó el tercero del equipo italiano.

El partido entró en una fase peligrosa y Ancelotti quitó a Ceballos para meter a Joselu. Recompuso el ataque con el delantero centro, pero no resolvió los problemas. El equipo estaba partido. A Lunin le llegaban mucho. Y Joselu no estuvo acertado en un gran centro de Mendy al segundo poste que remató alto con el muslo. Le sorprendió el bote, que no llegara Rodrygo, pero son ese tipo de balones que no puede desaprovechar el delantero centro. Perdonó Joselu. Más problemas para el Real Madrid con las lesiones. Brahim Díaz se retiró con calambres y entró Nico Paz. El chaval, una de las joyas de la cantera, sería el protagonista de la noche con el tercer gol. Puro descaro y talento.

El Real Madrid tiró más de casta que de buen juego para romper las tablas hasta que llegó el latigazo de Nico Paz. Amenazó con la insistencia de Bellingham. No se deja nada el inglés. Tuvo una ocasión en un mano a mano forzado que desvió el portero. El rechace le cayó a Joselu, con la portería vacía remató de cabeza fuera. No tenía acierto el delantero centro. Se desquitó con el cuarto gol y lo celebró pidiendo perdón. El Real Madrid, con la cantidad de bajas, no falla y demuestra su nivel competitivo.

El Real Madrid cumple con el objetivo de clasificarse como primero en la fase de grupos de la Champions. Lo hace con una victoria trabajada contra el Nápoles en un partido que reivindica a un canterano y deja otra exhibición bárbara de Jude Bellingham. El inglés jugó toda la segunda parte con una torcedura de tobillo. No quiso que le quitaran. Nico Paz se estrenó como goleador. Hizo el tercero en una noche que acabó en goleada. Un misil desde fuera del área que pone en valor la calidad y la personalidad de un chico que nació en Tenerife, pero que decidió jugar para la Selección argentina. La aparición de Nico Paz es un alivio en un Real Madrid con tantas lesiones.

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