Es noticia
La chulería de Luis Enrique en un sorteo de Champions donde todos miran a Kylian Mbappé
  1. Deportes
  2. Fútbol
crecido en los cuartos de final

La chulería de Luis Enrique en un sorteo de Champions donde todos miran a Kylian Mbappé

Luis Enrique se pone fanfarrón y dice que nadie se quiere enfrentar a ellos, cuando el PSG necesitó de ayuda arbitral en la fase de grupos y Mbappé fue determinante en los octavos

Foto: Luis Enrique con Mbappé tras eliminar a la Real Sociedad. (Reuters/Vincent Werst)
Luis Enrique con Mbappé tras eliminar a la Real Sociedad. (Reuters/Vincent Werst)

De las ocho bolas que hay en el sorteo de los cuartos de final de la Champions, una está bajo sospecha. Es la del Paris Saint-Germain, que pasó la fase de grupos con un empujón arbitral tras el escandaloso penalti que le permitió empatar el partido contra el Newcastle en el Parque de los Príncipes. Lo marcó Mbappé, el jugador del que dice Luis Enrique que hay que aprender a jugar cuando no esté, y lo hizo en el minuto 98 del partido. Ese empate le permitió depender de sí mismo para el último partido contra el Borussia de Dortmund y, con sufrimiento y racanería, pasó a los octavos de final.

El Paris Saint-Germain llega a los cuartos de final envalentonado, con Luis Enrique diciendo que "no hay ningún equipo que quiera al PSG" tras conocer todos los rivales. El asturiano saca a relucir su perfil fanfarrón y se muestra convencido de que su equipo es capaz de todo en la Champions. Parece haberse olvidado que en la fase de grupos le goleó el Newcastle (4-1) en St. James Park, perdió en Milán (2-1) y en la eliminatoria de octavos contra la Real Sociedad, Mbappé decantó el pase con tres goles en los dos partidos.

Es una chulería propia de Luis Enrique decir que no le da miedo ningún rival y enviar este mensaje de atrevimiento no le hace bien. El PSG tiene mucho que demostrar en la Champions. Si sigue vivo en la competición es por una ayuda arbitral y, sobre todo, por el impacto que tiene Kylian Mbappé. A quien no quiere ver ningún equipo enfrente es a Mbappé que, como se vio contra la Real, está hipermotivado por cerrar su ciclo en el PSG como campeón de la Champions.

El PSG es un rival que da más miedo por tener a un monstruo como a Mbappé que el plan de Luis Enrique. El asturiano consigue hacer un equipo más compacto, intenso y trabajador, pero sin Mbappé, a Luis Enrique no le da para ganar esta Champions. Tiene a la UEFA de su lado, pero lo que le conviene al PSG es empezar a cuidar mejor a Mbappé y respetarle en el tiempo que les quede para que les dé lo mejor en la competición europea.

placeholder Vinícius celebra el gol al Leipzig en el Bernabéu. (AFP7)
Vinícius celebra el gol al Leipzig en el Bernabéu. (AFP7)

Luis Enrique y Mbappé ponen el morbo en los cuartos de final de la Champions. Una eliminatoria contra el Real Madrid multiplicaría la tensión que hay en el PSG por la salida de la estrella francesa y su deseo de jugar en el Real Madrid. Ni a Mbappé ni al Real Madrid les apetece nada este enfrentamiento. Pero a Luis Enrique, que está crecido, le pone más cachondo medirse al Real Madrid que al Barcelona. Es de los que le va la marcha y solo pensar que es el verdugo del Real Madrid le sitúa como un héroe.

El Manchester City, favorito

El sorteo tiene veneno, picante y cuentas pendientes. Hay una sensación de que el Real Madrid ha sido el peor de los tres equipos españoles que ha competido en los octavos de final, que ha sufrido para eliminar al Leipzig y el Barcelona y el Atleti han salido reforzados. La euforia de los azulgranas y rojiblancos les hace pensar que el Real Madrid es vulnerable. En una encuesta en la web del Barcelona, los aficionados votan su preferencia por querer una eliminatoria contra el Real Madrid. El Atleti es el único que ha ganado al equipo de Ancelotti esta temporada y creen que le han cogido la medida.

Al Real Madrid se le sigue sin dar como el principal favorito, una temeridad por cómo compite en Europa, si se le compara con el Manchester City. El campeón de la última Champions es fiable. Guardiola no es como Luis Enrique. A Pep le gusta ir de tapado y hablar de que el Real Madrid o el Bayern de Múnich tienen más historia en esta competición. Un equipo con Haaland, Rodri, De Bruyne… y el estado de forma en el que está Foden es una amenaza.

Foto: Luis de la Fuente, seleccionador, y Albert Luque, director de fútbol. (EFE EPA Mohammed Badra)

El sorteo empareja a los cuartofinalistas y se conocerán los cruces de los semifinalistas, lo que da pie a pronósticos inexactos en cuanto a los equipos favoritos para la final en Wembley del 1 de junio. El mejor ejemplo es el Atleti de Simeone, que se ha cargado al Inter, subcampeón de la última Champions, líder destacado del campeonato italiano e invicto en este año 2024.

Para ganar la Champions necesitas competir mejor que el rival, llevarle al límite, tener contundencia, un portero salvador y eficacia con el gol. Esto va de aciertos propios, errores del rival, suerte y que la interpretación arbitral y la intervención del VAR caigan de tu lado. Como le sucedió al PSG de Luis Enrique en la fase de grupos, en la que pasó segundo de grupo tras el Borussia Dortmund, y el asturiano se excusó con el argumento de que estaba en el grupo de la muerte.

Al equipo alemán, que ha eliminado al PSV, se le considera el más débil de los ocho que están en los cuartos junto con el Barcelona. La incógnita es el Arsenal de Mikel Arteta, un conjunto que ha necesitado de los penaltis para eliminar al Oporto. Y del que no te puedes fiar es del Bayern de Múnich, con un rendimiento irregular en la Bundesliga, pero con gen competitivo y el goleador Harry Kane que le convierten en un hueso.

De las ocho bolas que hay en el sorteo de los cuartos de final de la Champions, una está bajo sospecha. Es la del Paris Saint-Germain, que pasó la fase de grupos con un empujón arbitral tras el escandaloso penalti que le permitió empatar el partido contra el Newcastle en el Parque de los Príncipes. Lo marcó Mbappé, el jugador del que dice Luis Enrique que hay que aprender a jugar cuando no esté, y lo hizo en el minuto 98 del partido. Ese empate le permitió depender de sí mismo para el último partido contra el Borussia de Dortmund y, con sufrimiento y racanería, pasó a los octavos de final.

Real Madrid
El redactor recomienda