"TV3 nos ningunea y humilla". Así elimina el nacionalbarcelonismo a la competencia

El Girona va lanzado a por LaLiga. El conjunto dirigido por Míchel, al frente de la clasificación, es el máximo goleador del campeonato español y uno de los equipos de moda del fútbol europeo. La revelación de LaLiga... y ganaron este domingo contra el Barcelona. Sin embargo, lo habitual en TV3 y los periódicos catalanes es que sea el Barça quien lidere los informativos y que la mayoría de programas deportivos de Cataluña cuenten, desgranen y opinen sobre la actualidad del conjunto azulgrana.

Incluso que retransmitan partidos de sus secciones, más ahora que ha desaparecido BarçaTV. Tal cobertura mediática desató a principios de temporada la indignación de la Federación de Peñas del Girona en un tweet que corrió como la pólvora por redes sociales.

"La Federación de Peñas del Girona FC quiere expresar su enfado por la información y el ninguneo sobre nuestro club que hace TV3, la de todos y todas, con diferencias evidentes de tiempo y de importancia mediática respecto a otros clubes profesionales de Cataluña".

Dos meses después, TV3 entrevistó a Benjamí Colomer, expresidente del Girona y socio número tres del club catalán, en directo. El exdirigente gerundense contestó lo siguiente, para sorpresa de la periodista: "El Barça es el enemigo del Girona. Es su gran enemigo. Le quita sus aficionados, nos viene a buscar los jugadores. Lo digo por experiencia, cuando era presidente. Ellos vienen aquí como si fuéramos payeses y les tuviésemos que regalar las cosas", afirmó con rotundidad.

La animadversión hacia el Barça y la tensión entre ambos equipos ha crecido en Girona, especialmente desde que ambos clubes comparten objetivos (LaLiga) y los gerundenses crecen exponencialmente. A principios de temporada, el Barça fichó a Oriol Romeu, pilar del Girona de Míchel, para sustituir a Sergio Busquets. Las negociaciones entre Barça y Girona fueron duras y empeoraron las relaciones institucionales hasta el punto de exhibir las fricciones públicamente.

La rivalidad Barça-Girona, en aumento

El paternalismo de la junta directiva encabezada por Joan Laporta no sentó bien a la directiva del Girona ni al City Group. "Si fichamos a un jugador del Girona, el Barça está ayudando al Girona. Cualquier operación de compra que hagamos con el Girona, o de cederles jugadores, yo creo que estamos ayudando al Girona. Yo lo veo así", afirmó tajantemente el presidente azulgrana en L'Esportiu.

"Si el Barça nos quiere hacer un favor, que no nos fiche a Oriol Romeu", replicó Pere Guardiola, hermano de Pep, presidente del Consejo de Administración del Girona, y uno de los accionistas del club junto al City Football Group. Al final, el Barça logró fichar a Oriol Romeu por cuatro millones de euros y cedió a Eric García y Pablo Torres, sin sitio ni minutos, al Girona.

La cesión resultó una sorpresa, puesto que la temporada pasada el Girona intentó fichar del Barça a Abde, Mika Mármol y Collado sin éxito. Paralelamente, el Real Madrid facilitó la llegada (traspaso o cesión) de Toni Fuidias, Miguel Gutiérrez, Javi Hernández y Reinier. Una situación curiosa, teniendo en cuenta la cercanía entre ambas ciudades.

El Barça arrasa con todo

Sin embargo, el Girona, que esta temporada batió el récord de socios y abonados, todavía está en un proceso de fidelización de sus aficionados, antes mayoritariamente del Barça. De hecho, en 2017, cuando el Girona ascendió, el club lanzó una campaña especial para promocionar el encuentro contra el Barça. En ella, un niño abría el cajón de su habituación y se encontraba, planchadas, las dos camisetas de Barça y Girona. Dudó un poco y acabó enfundándose la del Girona.

Esta misma semana, Aleix García, jugador y capitán del club gerundense, afirmó en Movistar+ sin ningún tipo de rubor que "me gustaría jugar en el Barça. Es el club que he seguido desde pequeño y el que siempre me ha gustado". Míchel tuvo que darle un toque en público. "Se ha equivocado, y ya está", dijo el técnico. Y se explicó: "Yo espero que en el Girona poco a poco la gente sea del Girona y nada más. Ese es mi mensaje para nuestra afición, que necesitamos gente que sea del Girona al cien por cien y hemos empezado un proyecto con el que creo que es posible".

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Albert Ortega. Barcelona

El Confidencial habla con el presidente de la Federació de Penyes del Girona sobre ello: "Estamos haciendo historia y nos la esconden. Un medio privado puede hacer lo que quiera, aunque en los periódicos no nos encontremos hasta la séptima página. Pero un medio público como TV3 nos debería tratar igual", afirma. "Ahora entendemos cuando los del Espanyol nos decían que se sentían ninguneados desde las instituciones y los medios de comunicación porque molestan al Barça", añade.

"Nos tratan mejor los medios nacionales"

¿Por qué sucede esto? "Los medios nacionales nos tratan mejor en el resto de España que en Cataluña. No aspiramos a ser prepotentes, solo a que nos reconozcan lo que estamos haciendo. Aquí, en Cataluña, parece que haya miedo porque tenemos la Costa Brava y quizás Girona podría hacerle la competencia a Barcelona. La gente se está cambiando de equipo, personas que antes llevaban la camiseta de Messi y ahora van con la del Girona", remarca.

Según datos del Anuario de Estadísticas Deportivas —elaborado por la División de Estadística y Estudios de la Secretaría General Técnica, que pertenece al Ministerio de Cultura y Deporte—, Cataluña fue la Comunidad Autónoma con más federados en fútbol en 2022, por delante de Andalucía y Madrid. Sin embargo, mientras en Andalucía hay hasta cinco equipos en Primera División (Betis, Sevilla, Cádiz, Almería y Granada) y en Madrid otros cuatro (Real Madrid, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y Getafe), en Cataluña solo hay dos: Barça y Girona.

¿Cómo se explica esta anomalía? "Lo que sucede es que el Barça es un aspirador y nunca le ha interesado que crezca otro equipo", contesta Francesc Rebled, expresidente del Girona entre 2013 y 2015. "Mi opinión personal es que el Barça no tiene interés en ayudar al resto de clubes catalanes y, en aquella época, tenía una política de no cedernos futbolistas", afirma.

El centralismo catalán

"Siempre les tratábamos de ceder 2-3 jugadores, incluso cuando estuvieron en Segunda División les cedimos a Pol Lozano. El Girona no podía asumir ciertas fichas, así que en muchos casos, el Espanyol pagaba una parte importante de la ficha. También íbamos a jugar su torneo de verano para ayudarles a ingresar más dinero por las entradas sin cobrar nada", señala Joan Collet, expresidente del Espanyol entre 2012 y 2016.

El dirigente fue el autor de la famosa declaración: "Es una vergüenza que los de siempre en esta tierra enciendan la maquinaria nacionalbarcelonista. No he escuchado nada de los jugadores del Barça ni del entrenador y sí de los de siempre", dijo tras un derbi entre el Espanyol y el Barcelona.

El expresidente explica el por qué de esa sentencia. "El Barcelona venia como favorito y empatamos. Para los medios de comunicación catalanes, fue una humillación y una sorpresa. Por lo que dijeron que el Espanyol había empatado por el juego sucio y el consentimiento de los árbitros. En Barcelona tenemos un problema, y es que, juguemos en casa o fuera, el Espanyol siempre es tratado como un club visitante".

"Los socios antiguos del Girona saben que el Espanyol siempre ha estado ahí. No puedo responder por qué el Barça no les cedía jugadores, pero nosotros sí lo hacíamos. No entiendo la falsa rivalidad que se ha creado entre los dos clubes. Quizás es porque los nuevos socios, que antes no estaban y eran de otros equipos, no conocen la historia", añade.

"Hay un centralismo catalán que se lleva por delante todo lo que tiene a su alrededor. Laporta puede hablar del centralismo español, pero no sé si es peor que el catalán. Ellos se sienten así, representantes de Cataluña. De ahí lo de más que un club. Pueden ser los referentes para situar a Cataluña en un mapa, pero eso no quiere decir que sean superiores", contesta el presidente de la Federación de Peñas del Girona.

"Con la excusa de las audiencias, todo está permitido en Cataluña. El Girona sufrirá lo que sufre el Espanyol. En Cataluña solo se apuesta por un club de fútbol desde los medios de comunicación, y eso no sucede en Madrid o Sevilla. Nosotros nos hemos sentido humillados en programas de TV3", narra Collet.

¿Es esto un barcelonismo sociológico?

Antes de acuñar el famoso "madridismo sociológico" para justificar los más de 7,5 millones de euros que el FC Barcelona pagó al vicepresidente en activo de los árbitros durante 17 años, José María Enríquez Negreira, Joan Laporta acudió a la catalanidad azulgrana como escudo. "Quieren destruir uno de los elementos identitarios más potentes de Cataluña. Algunas esferas de poder no respetan que el Barça exprese una catalanidad abierta al mundo", afirmó el presidente azulgrana.

Las declaraciones entroncan directamente con las que realizó en una entrevista concedida a Grada36 en su aventura política: "El fútbol y el deporte en general siempre están politizados y hasta cierto punto es normal, porque el Barça es un símbolo de identidad en Cataluña, como el Madrid lo es de España, y es una realidad que se debe respetar".

Una tesis, la de fundir Barça y Cataluña hasta tratar de ser indivisible, que Manuel Vázquez Montalbán ya había plasmado en negro sobre blanco hacia años con la frase: "El Barça actúa como médium que establece contacto con la propia historia del pueblo catalán". Más tarde, Montalbán dejaría por escrito aquello de "el Barça es el ejército simbólico y desarmado de Cataluña".

Joan Collet se muestra muy contundente: "Cuando escucho las palabras de Laporta, me dan ganar de reír. Hablan así de Madrid, cuando en Cataluña lo que pasa es mucho peor. Instituciones, personas, tertulianos... solo hace falta ver el trato de los medios de comunicación catalanes con el caso Negreira. Lo blanquearon todo", afirma.

"Cuando Real Madrid y Barça se enfrentaron por ver quién era más franquista, salió la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, a defender al Barça en un tema entre dos clubes particulares... para vergüenza de muchos catalanes", cierra el expresidente.