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El Real Madrid renueva a Rodrygo y le apremia para que dé un rendimiento más eficaz
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un nuevo contrato hasta 2028

El Real Madrid renueva a Rodrygo y le apremia para que dé un rendimiento más eficaz

El Real Madrid renueva a Rodrygo en un momento de la temporada en el que el brasileño necesita apoyo, pero al equipo le urge que sea desequilibrante y haga más goles

Foto: Rodrygo, junto a Vinícius en un partido del Madrid. (Reuters/Violeta Santos Moura)
Rodrygo, junto a Vinícius en un partido del Madrid. (Reuters/Violeta Santos Moura)

El Real Madrid hace oficial la renovación de Rodrygo por tres temporadas más. El contrato del brasileño finalizaba en 2025 y se renueva hasta 2028, con una mejora salarial y una cláusula de 1.000 millones de euros. Es la estrategia del club para blindar a otro de sus futbolistas más importantes de presente y futuro. El Real Madrid le da confianza y tiempo. Ahora queda que Rodrygo se lo devuelva con un mejor rendimiento en una temporada en la que sus partidos se cuentan con más actuaciones decepcionantes que brillantes.

La hoja de ruta del club sigue adelante con la renovación de Rodrygo. Tras hacer oficial la de Vinícius el martes, llega la de su compatriota y socio en el ataque del equipo. Con Vinícius hay menos dudas de que, en cuanto coja el ritmo de partidos tras salir de una lesión y esté más centrado en el juego que en las trifulcas con los rivales, será desequilibrante y determinante. Capítulo aparte son los episodios racistas, que sigue sufriendo en campos como el Sánchez Pizjuán y Montjuic.

De Rodrygo se espera que tenga más impacto a estas alturas de la temporada. Solo lleva dos goles en 14 partidos y Ancelotti, tras el Clásico, elevó la exigencia con estas palabras: "Bellingham puede marcar 20 o 25 goles tranquilamente, pero esperamos los goles de los delanteros, de Vinícius y de Rodrygo". El técnico italiano demuestra que tiene paciencia para ayudar a un delantero que pasa por un bajón.

La exigencia para Rodrygo sube desde el momento en el que el club le comunica que tiene que dar un paso adelante tras la marcha sorprendente de Benzema. La salida del francés alteró la planificación y, sin el fichaje de Mbappé y con el 9 libre, se le dio prioridad. Hay que explotar el potencial de Rodrygo como delantero. Lo único que se sabe de su bajón es que no le gusta jugar en la punta de ataque. Él se considera más mediapunta. Lo ha dicho en su Selección. Suena a excusa. La realidad es que se ve un Rodrygo menos participativo en el juego, sin chispa ni puntería.

Está muy lejos de la versión que maravilló en los meses de abril y mayo. En partidos donde tuvo acciones geniales y marcaba goles. Una de las jugadas más plásticas de la pasada temporada fue el regate a un jugador del Almería en el Bernabéu. Se fue en un palmo de terreno del rival con un taconazo y le dio una asistencia de gol a Benzema. Fue el autor de los dos goles en la final de la Copa del Rey contra Osasuna.

Poca amenaza en el ataque

La renovación tiene que ser más mental que futbolística, porque este chico demostró en sus primeros partidos que tiene un talento natural con el balón y facilidad para entender el juego. Su irrupción tiene similitudes con la de Bellingham. El brasileño marcó al poco tiempo de su debut y en los siguientes partidos de la Champions dio un recital de controles, conducción del balón y definición. En el papel de revulsivo, saliendo desde el banquillo, lo que aportaba eran soluciones para desatascar partidos y contundencia.

Lo que se ve ahora, de titular en el ataque, es un Rodrygo con poca amenaza y algo perdido en el campo. No acaba de encajar en el engranaje que ha montado Ancelotti con Bellingham. El inglés juega con libertad por todo el campo, tiene un despliegue físico portentoso y el oportunismo de un rematador. Todavía no se han visto señales que digan que hay una complicidad entre Rodrygo y Bellingham. Los buenos jugadores se buscan, unen sus fuerzas y talento para ser mejores. El proceso de acoplamiento está siendo lento en sus casos.

Foto: Míchel, en su etapa de entrenador del Getafe. (EFE/Rodrigo Jiménez)

A Rodrygo no se le puede haber olvidado jugar al fútbol y la única explicación es que pasa por una mala racha. Pero se está haciendo larga. En los dos grandes partidos de la Liga, el derbi y el Clásico, el nivel que ha mostrado ha estado muy por debajo de lo que se espera de él. La oficialidad de la renovación tiene que ser un punto de inflexión para que relance su juego y demuestre que no se le ha olvidado ganar partidos como hizo en las remontadas históricas de la última Champions.

El Real Madrid hace oficial la renovación de Rodrygo por tres temporadas más. El contrato del brasileño finalizaba en 2025 y se renueva hasta 2028, con una mejora salarial y una cláusula de 1.000 millones de euros. Es la estrategia del club para blindar a otro de sus futbolistas más importantes de presente y futuro. El Real Madrid le da confianza y tiempo. Ahora queda que Rodrygo se lo devuelva con un mejor rendimiento en una temporada en la que sus partidos se cuentan con más actuaciones decepcionantes que brillantes.

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