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El Real Madrid tiene otro problema que solucionar en el Mundial de Clubes... y no es culpa de Vinícius
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ancelotti en el disparadero

El Real Madrid tiene otro problema que solucionar en el Mundial de Clubes... y no es culpa de Vinícius

El Real Madrid disputa el Mundial de Clubes con la urgencia de ganar y convencer. Tiene que demostrar que hay más jugadores con el alma de Vinícius para afrontar lo duro de la temporada

Foto: Ancelotti calma a Vinícius en el partido de Vallecas. (Efe/Rodrigo Jiménez)
Ancelotti calma a Vinícius en el partido de Vallecas. (Efe/Rodrigo Jiménez)

El lío con Vinícius le sirve a Carlo Ancelotti para no dar explicaciones convincentes de lo mal que compite el equipo. Este es el otro gran problema que tiene el Real Madrid. En el Mundial de Clubes no vale solo con ganar de cualquier manera. Tiene que convencer. Demostrar que puede ser competitivo para afrontar los retos en la Champions, la Copa del Rey y la Liga. Puede ser este el orden de prioridades tras quedarse a ocho puntos del Barcelona en la Liga. El italiano denuncia en Marruecos que el fútbol español tiene que resolver un problema a raíz de las polémicas que rodean a Vinícius. Le califica de víctima. El entrenador tiene la obligación de proteger a Vinícius, pero también de que el Real Madrid juegue mejor sin que el brasileño sea el principal recurso ofensivo. Ancelotti está más exigido. La polémica de Vinícius le beneficia. Se habla más de los rifirrafes en el campo y el asunto del racismo que de las deficiencias del equipo.

No hay mucho tiempo entre un encuentro y otro, pero se analiza poco lo mal que está compitiendo el Real Madrid. Del partido contra el Mallorca quedó la cacería que sufrió Vinícius, con 10 faltas recibidas de un total de 29, los enfrentamientos con Maffeo y Raíllo y el insulto racista de un aficionado en la grada de Son Moix. Ancelotti no puede distraer la atención de los problemas futbolísticos con el caso Vinícius. El Real Madrid no está fino. Le falta estrategia y pierde el pulso competitivo. El único que mantiene el nivel de la temporada pasada es Vinícius.

Ancelotti tiene que demostrar en el Mundial de Clubes que hay un plan, alternativas y soluciones al empobrecimiento del juego. No es normal que el Real Madrid acabe un partido sin disparar a portería y lo que sucedió en Mallorca es el reflejo de un equipo bloqueado, espeso y previsible. La táctica ofensiva es buscar a Vinícius y esperar a que el brasileño agite el partido con sus acciones de desborde. Vinícius, a pesar del férreo marcaje que tuvo en Mallorca, fue el mejor del equipo. El Real Madrid se ha acostumbrado a volcar el juego por la banda izquierda. Anulado Vinícius, aparece el colapso. Es habitual ver en los partidos cómo los rivales hacen marcajes con ayudas de hasta tres jugadores para frenar e incomodar al brasileño. Si funciona la jaula a Vinícius, el Real Madrid pierde profundidad e intimidación.

Más trabajo colectivo

El Real Madrid ha pasado de no buscar a Vinícius a darle todos o la mayoría de los balones como principal recurso ofensivo. De aquellas palabras de Benzema a Mendy, que captaron las cámaras de Telefoot en el túnel de vestuarios durante el descanso del partido de Champions contra el Borussia Mönchengladbach, en las que el delantero le decía al lateral: "No juegues con él, hermano. Juega contra nosotros", no queda nada. El Real Madrid lleva toda la temporada jugando demasiado con Vinícius. Es el alma del equipo.

Falta trabajo y sacrificio colectivo. Es un Real Madrid que le cuesta hacer partidos redondos, de principio a fin, y en el que se ve relajación. También hace falta que los futbolistas den un paso adelante, que tengan la determinación y la energía del brasileño. Entre ausencias por lesiones y bajos momentos de forma, lo que queda es un Real Madrid en el que todo gira alrededor de Vinícius. En Mallorca sufrió un partido canalla y sacó un penalti que le pudo dar el empate al equipo. Si no resuelve Vinícius, hay un Madrid inofensivo. ¿Qué más se le puede pedir a Vinícius? Es el futbolista que más juega (31 partidos, 2.708 minutos, con 13 goles y 4 asistencias). Diez partidos más que Benzema.

Foto: Tchouaméni se echa agua en la cara en un partido. (Reuters/Susana Vera)

El Mundial de Clubes pone a prueba otra recuperación más en lo que va de año. Caerse en Mallorca y levantarse en Rabat. El espíritu competitivo perdido de la plantilla del Real Madrid. Hay que exigirle a Ancelotti y al resto de la primera y la segunda unidad que estén a la altura de Vinícius. El plan del técnico italiano está en que la semifinal la juegue un equipo y la final, si gana al conjunto egipcio del Al Ahly, se refuerce con la incorporación de Courtois, Militao y Benzema. Ninguno de los tres ha viajado a Marruecos y solo lo harán en caso de disputarse la final del sábado. Así afronta el Real Madrid un título a dos partidos que le sirve para tener un nuevo punto de partida en una temporada exigente en la que va de bache en bache desde que perdió la Supercopa de España.

Aparecen las urgencias y el Real Madrid no puede fallar en el Mundial de Clubes. Ancelotti está señalado por dilapidar la ventaja de cinco puntos que tenía tras ganar el Clásico de Liga en el Bernabéu y, tres meses y medio después, estar a ocho puntos. Carletto insiste en que el equipo está creciendo, mejorando y que tiene una buena condición física. Pero pone como excusa la exigencia del calendario. Es difícil ver esa mejoría si el ataque sigue abusando de darle los balones a Vinícius y en defensa no hay solidez y se suceden los errores como el gol recibido en Mallorca. El Real Madrid presiona mal en campo contrario, no tiene la coordinación ni la agresividad de las líneas para robar el balón cerca de la portería, se producen desajuste en el repliegue y le condenan los despistes y los regalos.

Foto: Vinícius cae al césped en el partido contra el Mallorca. (Reuters/Juan Medina)

La mejoría tras el batacazo en la final de Riad contra el Barcelona se vio en una reacción en la segunda parte contra el Villarreal en la Copa del Rey y un partido serio y compacto en Bilbao. Duró poco y la derrota contra el Mallorca se veía venir por una dinámica irregular en partidos donde superó al Atleti en la prórroga tras la expulsión de Savic y no fue capaz de ganar a la Real Sociedad con bajas. Los dos partidos en el Bernabéu.

El Mundial de Clubes es, según Ancelotti, un nuevo impulso para un equipo que tiene instinto de supervivencia y se levanta en la adversidad. La Liga se le ha complicado y, aunque hay 54 puntos por disputar, la regularidad y el hambre del equipo de Xavi, le obligan a realizar una gran remontada. Ancelotti es el primero que sabe que el equipo tiene que mejorar y coger confianza en el Mundial de Clubes de cara al partido del 21 de febrero en Anfield contra el Liverpool. Hará falta algo más que darle todos los balones a Vinícius.

El lío con Vinícius le sirve a Carlo Ancelotti para no dar explicaciones convincentes de lo mal que compite el equipo. Este es el otro gran problema que tiene el Real Madrid. En el Mundial de Clubes no vale solo con ganar de cualquier manera. Tiene que convencer. Demostrar que puede ser competitivo para afrontar los retos en la Champions, la Copa del Rey y la Liga. Puede ser este el orden de prioridades tras quedarse a ocho puntos del Barcelona en la Liga. El italiano denuncia en Marruecos que el fútbol español tiene que resolver un problema a raíz de las polémicas que rodean a Vinícius. Le califica de víctima. El entrenador tiene la obligación de proteger a Vinícius, pero también de que el Real Madrid juegue mejor sin que el brasileño sea el principal recurso ofensivo. Ancelotti está más exigido. La polémica de Vinícius le beneficia. Se habla más de los rifirrafes en el campo y el asunto del racismo que de las deficiencias del equipo.

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