Feijóo allana el camino a la Superliga y pone en pie de guerra a todo el fútbol español: ¿a la huelga?

"¿Por qué solo escuchan y creen al de siempre?", se preguntó y lamentó al mismo tiempo Javier Tebas tras conocer que el Partido Popular había retirado una enmienda dirigida a permitir a las ligas y federaciones españolas la posibilidad de denegar una licencia a un club si participa en una competición no reconocida por la federación nacional, europea o internacional. Retirar dicha enmienda eliminaba un obstáculo a la famosa Superliga europea.

Cabe recordar que la nueva Ley del Deporte que ha impulsado el Gobierno de Sánchez se encuentra en la recta final de su tramitación parlamentaria en la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso de los Diputados. El paso siguiente es la elevación al Pleno, para a continuación ir al Senado y, si no hay ninguna variación, remitirla al Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se prevé que sea publicada en diciembre. La retirada de la citada enmienda por parte del PP debilita a LaLiga frente al proyecto europeo.

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Si bien todo el protagonismo lo acapara Tebas, esta maniobra también debilita a la Federación Española de Fútbol (RFEF). Como comentábamos anteriormente, la retirada de la enmienda por parte del PP conlleva que la RFEF no podrá denegar una licencia a un club que participe en una competición como la Superliga, no reconocida ni por la UEFA ni por la FIFA, como tampoco por la propia RFEF, por más que a Luis Rubiales le gustaría que no fuera así.

Tal y como señalan expertos en la materia, el modelo europeo del fútbol se basa en dos pilares: el mérito para acceder a las competiciones, que se gana en el campo, y la solidaridad, de manera que los recursos reviertan en los menos favorecidos y en el resto de los deportes. Un modelo que mantiene las ligas nacionales, las competiciones internacionales y ayuda al resto del deporte y que viene reflejado en el Tratado de la UE cuando habla de la especificidad del deporte.

Sin embargo, la Superliga europea, que solo apoyan tres de los doce clubes que la fundaron, no cumple ninguna de estas dos condiciones. No respeta el acceso en función de los méritos deportivos ni tampoco concibe la solidaridad como beneficencia, pero a su libre albedrío. Algo así como, si me caes bien y me interesa que estés, te ayudo y, si no, ahí te quedas.

Es de suponer que todo esto lo desconocía Núñez Feijóo, pues de lo contrario quizás no se hubiera tomado la decisión de retirar la enmienda que su partido había presentado con el visto bueno del PSOE. No en vano, se trata de una cuestión de Estado, de mirar por todo el fútbol español y no solo por las pretensiones de "el de siempre", que diría Tebas. Según se comenta en los mentideros de la política deportiva española, todo apunta a que al máximo dirigente del PP pudo moverle su mala, o al menos nada buena, relación el presidente de LaLiga desde el llamado caso Fuenlabrada.

En julio de 2020, Feijóo tuvo sus más y sus menos con Tebas tras la suspensión del partido que el equipo madrileño debía jugar en A Coruña contra un Deportivo tan al borde del descenso que terminó descendiendo. "Desde el punto de vista deportivo no se entiende, y desde el punto de vista sanitario es absolutamente rechazable", dijo el entonces presidente en funciones de la Xunta, quien añadió que los riesgos del viaje con positivos por covid-19 debían ser asumidos “por el Fuenlabrada o LaLiga”. Desde entonces, su relación con Tebas no es la mejor, algo que ahora ha vuelto a quedar patente.

Ya se habla de un posible parón

La maniobra es tan peligrosa para los intereses del fútbol español, y del europeo en general, que los clubes de la Comisión Delegada de LaLiga, a saber, Real Sociedad, Betis, Villarreal, Sevilla, Cádiz, Getafe, Alavés, Tenerife, Eibar, Las Palmas, Lugo y Huesca, había solicitado reunirse con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el propio Feijóo para trasladarles su preocupación y su malestar por la situación de la Ley del Deporte.

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Con Iceta lo harán este mismo lunes, después que Tebas informara de la situación en la Asamblea celebrada la semana pasada. La preocupación es compartida por la mayoría de presidentes, que se sienten engañados tras la retirada por parte del PP un día antes de la votación de las enmiendas que había pactado con el PSOE, de ahí que, como adelantó 'El Mundo', no se descarte una huelga de 39 de los 42 clubes que forman LaLiga, entre Primera y Segunda. Y lo peor es que el fútbol español se ha puesto en pie de guerra.