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Lo que tiene que hacer Camavinga si no quiere que le pese el escudo del Real Madrid
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la élite no perdona y el club pide títulos

Lo que tiene que hacer Camavinga si no quiere que le pese el escudo del Real Madrid

El centrocampista francés de 18 años es una apuesta más en la política de jóvenes talentos del Real Madrid. Algunos de ellos se mantienen en el club y otros han desaparecido

Foto: Eduardo Camavinga controla la pelota en un calentamiento. (Efe)
Eduardo Camavinga controla la pelota en un calentamiento. (Efe)

Al Real Madrid conviene llegar hecho. La élite no perdona y en el club piden a la plantilla que todos suban el rendimiento para volver a ganar títulos. En este escenario es mejor tener experiencia que ser un proyecto de buen futbolista porque la exigencia es tener un rendimiento inmediato y la paciencia no existe. A esto hay que sumar la feroz competencia interna que genera ganarse un puesto en la plantilla y la presión social y mediática. Con todos estos condicionantes, el club vuelve a apostar por un talento precoz. Eduardo Camavinga se incorpora a un equipo en el que la línea más solvente es la del centro del campo. Ahí son intocables Casemiro, Kroos y Luka Modric.

El brasileño tuvo que irse cedido al Oporto para madurar. El alemán llegó como campeón del mundo con Alemania y consolidado en el Bayern de Múnich. El croata era una figura en el Tottenham y en la Premier League. Fede Valverde lleva su camino recorrido y acumula experiencia. Pasó por el Deportivo, va por su cuarta temporada en el primer equipo y juega con la Selección absoluta de Uruguay. Isco y Ceballos presentarán su batalla. Camavinga dice que quiere aprender de todos ellos para ser mejor y que aportará ilusión, trabajo y ambición.

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Hay dos caras nuevas. David Alaba tiene rango de veterano. El centrocampista francés es un niño. Eduardo Camavinga, con 18 años y solo dos temporadas en el primer equipo del Rennes, decide adelantar su fichaje por el Real Madrid. Es un melón por abrir. Podía haber aguantado una temporada más (su contrato finalizaba en 2022), pero entre el miedo del Madrid porque no le quitaran la perla y las ganas del chico de vestir cuantos antes la camiseta madridista, el club pagará cerca de 40 millones de euros entre cantidades fijas y variables.

No es, por lo tanto, un futbolista con el que se pueda contar para dar un rendimiento inmediato y tendrá que pasar por el habitual periodo de adaptación. Pero es un jugador interesante, con potencial y que estaba cotizado, con lo que genera expectación. Se espera el momento de su debut, de ver cómo le queda la camiseta, si le pesa el escudo o tiene ese desparpajo y talento que invite a pensar que será una estrella en el Real Madrid.

Un talento especial

Es una apuesta más en la política de jóvenes talentos del Real Madrid. Algunos de ellos se mantienen en el club y otros han desaparecido. El último es Odegaard, que se fue cansado de esperar que le dieran más oportunidades. Tampoco están Theo Hernández, Reguilón y Achraf. Otros andan cedidos por diferentes equipos de Europa y España: Brahim (Milan), Reinier (Borussia Dortmund), Kubo (Mallorca)… Pero Eduardo Camavinga es considerado como un chico especial en el club, al igual que sucede con Vinicius y Rodrygo. Le toca a Carlo Ancelotti pulir el talento.

El entrenador tiene que hacer un trabajo meticuloso, de formación y con enorme responsabilidad. El resto, lo más importante, depende del joven centrocampista que puede ocupar diferentes demarcaciones. Es polivalente y esto es bueno, a veces, y en otras ocasiones puede perjudicar. Antes de verle en acción se debate si su mejor posición es la de mediocentro defensivo (sitio que ocupa Casemiro) o dará mejor rendimiento como interior (donde juegan Kroos, Modric y Fede Valverde). Las condiciones físicas son las de un atleta y las técnicas le asemejan a las de Paul Pogba. Camavinga es un futbolista zurdo, dinámico, vertical, con buena conducción de la pelota, regate y recuperador de balones. Su déficit está en el gol.

placeholder Eduardo Camavinga con la Selección Sub-21 de Francia. (Efe)
Eduardo Camavinga con la Selección Sub-21 de Francia. (Efe)

Hay que cocinarlo bien para conseguir que esté muchos años en el Real Madrid. La gestión no es sencilla para el entrenador. A Julen Lopetegui se le pidió que aprovechara el potencial de Vinicius y lo que hizo fue recomendar que jugara partidos con el Castilla y entrenara con el primer equipo. Lo veía verde. Tenía que madurar y en el club había prisas porque era la primera temporada sin Cristiano Ronaldo. Entre los aficionados crecía la expectación por ver qué tipo de jugador era el brasileño, por el que se pagó 45 millones de euros al Flamengo y llegó con la etiqueta del nuevo Neymar.

La buena experiencia de Varane

Con Camavinga puede suceder algo parecido. El chico necesita un periodo de adaptación, Ancelotti lo tiene que cocinar, en el palco querrán que juegue lo antes posible y que tenga continuidad. En la grada estarán expectantes porque motiva ver más al joven francés que a Isco y Ceballos. La clave está en la mentalidad que demuestre Eduardo Camavinga. Tiene muy buena pinta, pero es joven y el Real Madrid no tiene nada que ver con el Rennes. Florentino Pérez vuelve a hacer una apuesta fuerte, decidida por este chico de 18 años y espera que salga igual de bien que el fichaje de Raphael Varane. El central francés llegó con 18 años procedente del Lens, costó 10 millones de euros, estuvo diez temporadas, ganó todo y ha sido vendido por más de 40 millones de euros al Manchester United.

Eduardo Camavinga ha llegado al Real Madrid de la mano de Jonathan Barnett, el agente de Gareth Bale entre otros muchos jugadores importantes que representa la agencia ICM Stellar Sports. En el club conocen el carácter y las presiones que tiene este poderoso representante cuando sus futbolistas no están cómodos o no juegan todo lo que consideran. Barnett explotó en diferentes ocasiones contra Zidane por no contar con Bale y utilizó calificativos como “basura”. Con Camavinga tiene todas las esperanzas de que la gestión sea la mejor y Ancelotti crea la apuesta que ha hecho Florentino Pérez.

Al Real Madrid conviene llegar hecho. La élite no perdona y en el club piden a la plantilla que todos suban el rendimiento para volver a ganar títulos. En este escenario es mejor tener experiencia que ser un proyecto de buen futbolista porque la exigencia es tener un rendimiento inmediato y la paciencia no existe. A esto hay que sumar la feroz competencia interna que genera ganarse un puesto en la plantilla y la presión social y mediática. Con todos estos condicionantes, el club vuelve a apostar por un talento precoz. Eduardo Camavinga se incorpora a un equipo en el que la línea más solvente es la del centro del campo. Ahí son intocables Casemiro, Kroos y Luka Modric.

Luka Modric
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